Capítulo II

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Tenía a todo un público dándome aplausos cuando terminé de dar mi discurso. Muchas personas estaban presentes. Estaban mis compañeros, estudiantes de otros grados, profesores, algunos invitados y hasta incluso algunos padres habían asistido como los míos que estaban sentados en la mitad de todo el lugar, aplaudiendo felices después de escucharme.

Al parecer el colegio estaba cumpliendo 25 años y por eso habían hecho este evento de celebración. Me hicieron hablar de cómo el colegio me había impulsado a estudiar en una de las mejores universidades y de cómo me siento orgullosa de estar en él. Admito que hay unas cuantas cosas que me he inventado en ese discurso.

Bajo la mirada y veo mis manos de reojo. Unas marcas notorias quedaron ahí. Volteo hacia Lily y se dio cuenta de lo que había hecho. Más al fondo se podía encontrar a Dante apoyado en la pared que había llegado a la mitad de la charla, estaba ahí seriamente aplaudiendo y unos escalofríos se sintieron en mi interior. Él ya se dio cuenta así que pronto muchos se enterarán también, incluyendo a mis padres. He intentado parar con esta manía pero hay veces que no es fácil de controlarlo y caigo de nuevo.

Me bajo de la tarima y consigo a mis padres abajo junto con la directora conversando gustosamente entre ellos. Oculto mis manos en los bolsillos de mi chaqueta y adapto otra actitud cuando termino de bajar los escalones.

—Sí ahí está mi hija estrella y perfecta — dice mamá con orgullo cuando notó mi presencia.

Forcé una sonrisa cuando la escuché decir eso.

— Su hija es un gran orgullo para nuestra institución — comenta la directora de la misma manera que mi madre —. Es un gran modelo a seguir e inspiración para todos nuestros estudiantes. Cualquiera querría ser como ella.

No creo que alguien quiera ser como yo.

— Nuestra hija estudiará en Harvard ¿qué más podría pedirle? Es perfecta.

Perfecta. La palabra con la que menos me describiría.

Todo el mundo tenía una imagen diferente a mi. Actuaba como la persona que todos quieren conocer y de cómo creen que soy. Nadie tenía ni la más remota idea de cómo era mi verdadera yo, a excepción de Lily claro.

Mis antecedentes eran unas personas algo estrictas con sus hijos en cuanto a los estudios y eso significaba que mis padres también lo son. La generación iba pasando a otra pero sin ningún tipo de cambio, todo seguía siendo igual: estudiar, sacar buenas calificaciones, entrar a una buena universidad, graduarse, seguir con las empresas familiares y tener una familia para volver con el mismo ciclo.

Pero algo de lo que estoy segura es que si llego a tener hijos en un futuro — que espero que sea uno lejano —, no los iré a presionar.

Los adultos seguían en su charla, así que básicamente yo estaba de sobrada en ese ambiente. Trato de escaparme de aquí sin sonar grosera.

Localizo a Lily de lejos y le hablo con la mirada que ella entendió de inmediato que se acercó hasta donde yo estaba.

— Disculpa Señores Osborn, directora; pero quería preguntarles si puedo llevarme a Sadie porque necesito su ayuda para unos exámenes que se acercan — inventa una excusa creíble Lily.

Los tres se la creyeron.

— Claro, pueden ir juntas — acepta mamá — ¿Nos vemos luego en casa Sadie?

Asentí con la cabeza y me alejé de todos ellos lo más rápido posible.

<<Si tu mejor amiga te habla con la mirada, ahí es>>.

Con Lily caminamos entre el montón de personas que había en el auditorio de la escuela. A veces esquivamos a unos para poder pasar adelante hasta donde se encontraban mis otros amigos.

Todo pasó de repenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora