• CAPÍTULO 2 •

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------ 𝓗𝓸𝓰𝓪𝓻 𝓭𝓾𝓵𝓬𝓮 𝓱𝓸𝓰𝓪𝓻 ------

Movió aquella puerta de madera con el hermoso cartel que había creado su hermana hace muchos años atrás, cosa que era notable, no por el desgaste si no por el hecho  de las letras escritas en el, su nombre notablemente mal escrito

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Movió aquella puerta de madera con el hermoso cartel que había creado su hermana hace muchos años atrás, cosa que era notable, no por el desgaste si no por el hecho  de las letras escritas en el, su nombre notablemente mal escrito.

Después de fijarse en el hermoso : <<𝙴𝚕𝚒𝚓𝚊>> escrito en ese pequeño cartel abrió la puerta del todo para así adentrarse en aquellos libros voladores o esas flores que expulsaban pequeños caramelos, cortesía de su hermana.

Sin detenerse ni imputarse por todas las "impresionantes" cosas que le rodeaban, caminó hacia una silla de tonos marrones y detalles antiguos recalcando que había sido creada hace bastantes años, décadas o hasta siglos.

Con delicadeza, y cansancio, colocó su mochila encima de la silla para así estirar su cuerpo por el cansancio. Con más tranquilidad bajo las escaleras con parsimonia, analizando cada detalle de su casa.

Tanto su lámpara de araña como los detalles grabados en la madera de su alrededor eran notablemente antiguos pero estaban muy bien cuidados, por lo que cada mínimo detalle era con un nivel asombroso, como si fuera una fotografía.

Movió la puerta de madera para así adentrarse a esa cocina con paredes beige, manteles de flores y detalles pasteles. En general era bastante grande, tenía una mesa con varias sillas junto a la mismísima cocina con toques rupestres.

_ En fin... -se sentó suspirando- ¿Como fueron tus clases de parte Lunes?

_ Mal, como siempre -contestó Claudia- ¿Y las tuyas?

_ Tenía francés a primera, ¿tu que creés? -agarró un trozo de comida con un tenedor- ¿Los has hecho tu?

_ Estoy aprendiendo, no te metas conmigo, joder -se quejó.

Con una sonrisa adentró esa pequeña porción de macarrones al horno hechos con cuidado por su hermana principiante en la cocina. Con un poco de miedo por el  sabor, masticó aquella porción saboreandola con cuidado y delicadeza.

Sorprendente para Elijah sabía bien, o como él diría "bastante bien para alguien como la señorita Claudi". Sin prestar mucha atención a la mirada fija de la chica con el pelo trenzado siguió agarrando porciones del plato alimentando su boca.

_ Entoncés... ¿Esta bién? ¿Te vas a morir? -preguntó Claudia.

_ Esta... Mhm... Aceptable -rió.

_ Vete a la mierda -insultó mientras se levantaba.

Con una sonrisa burlona vigiló como su hermana salía del lugar para así pegar un portazo. Soltó una pequeña risa y continuó comiendo con tranquilidad cuando derrepente escucho a su hermana gritar su nombre, sobresaltandolo.

_ ¡Elijah!...

______Continuará...____

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El horóscopo negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora