08. Puedo ser él

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Drake caminó por el pasillo hasta el dormitorio, acostándola suavemente mientras se acercaba a ella en la cama. Él la miró fijamente, sus ojos buscando los de otro, una parte de él todavía tratando de comprender que ella estaba aquí, que esto estaba sucediendo, que ella era suya... otra vez. Se inclinó presionando sus labios suavemente contra los de ella, deslizando lentamente su lengua a través de su labio inferior ganando entrada cuando sus labios se abrieron, moviéndose con los de él. Las yemas de sus dedos rozaron sus brazos con un toque ligero, deslizando lentamente el tirante de su camiseta sin mangas por su hombro, y luego arrastrándolos hacia arriba a través de su clavícula.

Cada movimiento que él estaba haciendo, desde la manera en que la besaba hasta sus caricias fueron lentas y meticulosas. Pieza a pieza la desvistió, su ropa ahora esparcida por el suelo, antes de quitarse la suya y volver junto a ella en la cama. Él la besó suavemente, sus labios moviéndose juntos a un ritmo lento y burlón mientras las yemas de sus dedos acariciaban la piel de su estómago en círculos ligeros como plumas que ponían la piel de gallina.

|| Planeo tomarme mi tiempo contigo, Brown || Un susurro humeante vino contra sus labios. || Quiero ver si recuerdo cada punto... || Le besó el cuello justo debajo de la oreja || Ese punto que te hace retorcerte || Besó sus labios de nuevo, un escalofrío involuntario recorrió su cuerpo cuando sus ojos se cerraron.

Deslizó sus labios lentamente por su cuello, mordisqueando suavemente la piel sensible, luego a su hombro y a través de su clavícula. Mientras sus labios exploraban su piel, también lo hizo su mano, deslizándose sobre cada curva que llegaba hasta su pecho mientras amasaba suavemente su seno, su pezón rodando entre su pulgar y su dedo índice, mientras su lengua encontraba, giraba y golpeaba el otro simultáneamente, provocando un suave jadeo de sus labios. Deslizó su mano lentamente por su estómago y caderas hasta su pierna, las yemas de sus dedos recorriendo la piel de la parte interna de su muslo abriéndose paso hacia adentro, hacia su centro. Las yemas de sus dedos fueron al otro muslo, prendiendo fuego a cada terminación nerviosa de su cuerpo. Sus labios continuaron moviéndose a través de su piel, de regreso a su cuello encontrando sus labios nuevamente en un beso lento y apasionado.

Llevó su mano hacia adentro sobre su muslo, rozando sus dedos sobre su anhelante centro antes de deslizarlos a través de sus resbaladizos pliegues, un suave gemido se le escapó.

|| Tan mojada ya || Gruñó. Deslizó un dedo dentro sintiendo su cuerpo sacudirse ligeramente antes de agregar otro y comenzó a bombear, su pulgar moviéndose en círculos lentos sobre su clítoris.

|| Drake... || Gimió ella, su cuerpo retorciéndose bajo su toque, sus labios en su cuello mientras sus dedos continuaban trabajando en ella. Él movió su cuerpo para colocarse debajo de una pierna mientras se acomodaba entre ellos, sus dedos aún bombeaban mientras bajaba sus labios, besándolos suavemente antes de que su lengua se arremolinara y chasqueara. Sus dedos se estaban curvando, presionando en ese lugar, su lengua continuaba rodando sobre ella. Ella envolvió sus piernas alrededor de él y lo volteó para que ella estuviera encima y él sonrió.

|| Me encanta esta vista || Gruñó antes de tirar de ella hacia abajo para encontrar sus labios nuevamente. Ella se sentó un momento después, su mano descendió y agarró su gruesa y dura longitud, acariciándolo, su cuerpo se tensó con su toque mientras sus ojos se clavaban en los de ella. Él la movió, alineándose a su entrada y ella se bajó lentamente, sus paredes se estiraron a su alrededor mientras ambos gemían. Sus manos se extendieron sobre su pecho para estabilizarse mientras comenzaba a rodar sus caderas hacia él || Mierda, Brown || Gimió, mordiéndose el labio inferior al verla trabajar sobre él. Sus manos estaban en sus caderas guiándola, sus dedos agarrando su carne mientras aceleraba el ritmo de sus movimientos. Empezó a empujar sus caderas, tirando de ella hacia abajo con fuerza en cada una de ellas, sintiendo y sabiendo que estaba cerca.

Sacrificios de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora