12. Dejarlo ir

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|| Yo elijo... Lady Riley ||

Riley sintió que el corazón se le subía al estómago cuando su nombre salió de los labios de Liam, los aplausos de la multitud a su alrededor se volvieron apagados cuando sus ojos ligeramente abiertos se fijaron en los de Liam. Apenas podía entender lo que Maxwell le estaba diciendo. Maxwell con una amplia sonrisa, sacudió sus hombros sacándola de su aturdimiento.

|| ¡Pequeña flor! ¡Tienes que subir allí junto a Liam! ||

|| Esto es fantástico, Lady Riley || Le sonrió Bertrand.

|| ¡Mira, está tan feliz que está sin palabras! || Maxwell se rio. Esa es una manera de describirlo, pensó.

Riley volvió la cabeza hacia las puertas del salón de baile donde Drake la estaba esperando, pero él ya no estaba. Él se había ido. Él se fue. Su corazón comenzó a acelerarse cuando miró hacia atrás, sus ojos se encontraron con los de Liam una vez más antes de que Maxwell le pusiera la mano en la espalda y la empujara hacia adelante y lentamente comenzara a caminar.

No sabía qué hacer en ese momento, la mitad de ella quería darse la vuelta y salir corriendo de la habitación para encontrar a Drake, la otra mitad no quería causar una escena ya que todos los ojos se habían desplazado de Liam a ella. Dio un paso adelante sin dejar de mirar a Liam, quien tenía una expresión de culpabilidad en su rostro que rápidamente arregló cuando su padre y Regina se acercaron a la pareja.

|| Lady Riley, estamos eufóricos || Regina la abrazó.

|| Ciertamente || Sonrió Constantino || Ustedes dos harán que Cordonia se sienta orgullosa. Liam, creo que tienes algo para ella... ||

|| Uh, sí ... sí, lo tengo || Metió la mano en su bolsillo sacando una caja y la abrió, un brillante anillo de diamantes dentro. Él lo sacó y le tendió la mano, sus ojos aún no dejaban su rostro, aún incapaz de hablar por la conmoción de todo lo que estaba sucediendo.

Ella estaba esperando que él le dijera que esto era una especie de broma, pero no lo era. Lentamente levantó su mano, todos aun observándolos en el frente del salón de baile, y él suavemente la tomó deslizando el anillo en su dedo. La multitud estalló en más aplausos, Liam y Riley se miraron el uno al otro.

|| Que todos levanten sus copas en un brindis || Pidió Constantino después de que el personal pasara copas de champán, todos sosteniendo sus copas en el aire || Por el Rey y su novia, la futura Reina de Cordonia ||

Novia. Futura reina. Riley sintió el escozor en sus ojos y su estómago dio un vuelco cuando ella y Liam se giraron para mirar a la multitud, Maxwell y Bertrand ambos con amplias sonrisas. Sus ojos escanearon la habitación, de forma similar a como lo hizo Liam justo antes de elegir, buscando a Drake, pero no estaba allí.

Después del brindis y otra ronda de felicitaciones de Constantino y Regina, el baile continuó. Liam se quedó atrapado en una conversación con Rashad y Riley se alejó caminando rápidamente entre la multitud, evitando a cualquiera para conversar. Salió corriendo del salón de baile, sus ojos se llenaron de lágrimas y su corazón estaba acelerado, el pánico se apoderó de lo que se suponía que debía hacer.

Salió al vestíbulo, sus ojos buscando a Drake, pero no estaba por ningún lado. Salió por las puertas delanteras y miró alrededor de los terrenos delanteros del palacio y él tampoco estaba allí. Se dio la vuelta, entró y subió las escaleras.

|| ¡Riley! || Escuchó a Liam llamar mientras llegaba a la parte superior de la escalera. Se dio la vuelta y lo miró y sacudió la cabeza antes de volverse y continuar caminando por el pasillo. Liam subió los escalones de dos en dos y fue tras ella. Llegó a su habitación justo cuando la puerta estaba a punto de cerrarse de golpe y la empujó para abrirla || Riley || Entró y cerró la puerta detrás de él. Él levantó las manos a la defensiva mientras ella se giraba, sus ojos llenos de lágrimas lo miraban fijamente. No pudo decir nada por un momento, solo miró fijamente antes de sacudir la cabeza.

Sacrificios de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora