VI

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Comprobante

Tenía los cascos puestos.

Te juro que no oí cuando él entró a mi habitación.

Estaba sentada en mi escritorio. Dan llegó por detrás, me bajó los auriculares, me tapó la boca con una mano y me sujetó por el cuello.

"Calladita te ves más bonita, Raimbow. Serás una niña buena y borraras de tu mente lo que viste fuera del salón de música, ¿verdad?".

Pero yo jamás iba a volver a callarme.

La música habla si la escuchas de nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora