VII

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Valentía

No iba a volver a dejarme intimidar.

Dan estaba tan confiado, que ni siquiera tomó en cuenta de que me defendería.

Le clave el codo en el estómago, di la vuelta y esta vez, fui yo la que lo tomó por el cuello.

"Calladitas NO nos vemos más bonitas". Le escupí, mi rostro cerca del de él "Te voy a acabar, Dan. Seré yo la que te amenace. Y te abofetee. Haré lo que yo crea conveniente".

Él me miro a los ojos. Una, y otra vez.

"Eres una mujer, no podrás conmigo".

Me reí. Irónica.

"Desearías ser, al menos,la mitad de la persona que tienes enfrente. Pero tu alcance intelectual no essuficiente para que puedas admitirlo".

La música habla si la escuchas de nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora