𝙏𝙚𝙢𝙤𝙧.◈⁶

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Nuevamente volvieron a pelear, lo acepta, fue su culpa. Mikey lo encontró hablando a escondidas con Draken en el balcón, se llevó una gran sorpresa al verlo detrás de él, con sus cejas fruncidas, esperando pacientemente a que terminara la llamada enfrente de sus narices.

Y así paso, en todo el rato que Mikey estubo viéndolo a la cara, su mirada lo obligaba a poner el alta voz en la llamada, y lo hizo.

Contestaba más cortante a las preguntas que él del tatuaje de dragón le hacía, con un simple "Si", "No", "Lo tomaré en cuenta", "Estoy bien". Cuando terminó la llamada el ambiente se torno tenso.

—¿No habías eliminado a todos tus contactos de tu celular?— Alzando una ceja con recelo, él de profundos ojos negros lo observó de arriba a abajo queriendo descifrar cualquier pizca de mentira en sus palabras. Pero esas nunca salieron, solo veía a Takemichi abrir y cerrar sus labios, arrepintiendo se al instante de la cosa que estaba a punto de decir.

Apretó su mandíbula con ira y sin darle tiempo de responder, le tiró de sus cabellos azabache, sacándolo del balcón y cerrando el ventanal para posteriormente cerrar con fuerza la cortina de terciopelo roja, escondiendo por completo lo que estaba a punto de suceder en esa habitación.

Takemichi lo sabía, sabía lo que pasaría y suprimía sus sollozos con dolor, haciendo el menor ruido posible, ¿Desde cuando esté es el Manjiro Sano que conoció en un inicio?, Quizás nunca lo fue... Y bajo esa máscara de chico berrinchudo se escondía el más grande mounstro que conoció en su vida, peor que de los cuentos que le contaba su mamá cuando era apenas un niño, dónde al final el mounstro siempre perdía y la víctima salía ganando, eso solo le hacía preguntarse, ¿Cuándo seria el momento dónde él ganaría?, Dónde Mikey recapacitaria y todo este dolor quedaría en el olvido...

Ahogó un grito al ver los oscuros ojos de su amado.

Cayó de una al frío piso, ver a Mikey de esa forma lo asusta, sabe que le hace daño... Pero está bien, mientras al final ambos terminen acurrucados en su cama, diciéndose palabras bonitas en el oído, todo estará bien, todavía puede esperar a que ese pequeño rayo de esperanza se haga realidad.

De hecho ahora que lo recuerda, está no es la primera vez que siente tanto temor al ver aquellos ojos negros...

La primera vez paso cuanto acababan de cumplir cuatro meses de noviazgo, estaban en secundaria por lo que eran unos críos.

Un chico de tercer año y su pandilla lo estaban molestando. No es que no se supiera defender ya que lo hacía o por lo menos lo intentaba pero sus golpes no eran ni la mitad de fuertes de los que recibía.

Su cara estaba completamente mallugada, sentía el sabor metálicos de aquel líquido carmesí brotar por la comisura de sus labios.

—¿Así que este es el chico con el que sale el líder de la Touman?—Uno de ellos lo tomo del brazo.—Con razón han estado más débiles que de costumbre.

—¡Cállate!— Intentó zafarse de su agarre pero no pudo. Haber salido de si escuela a estás horas no fue la mejor idea que se le haya ocurrido.

—¿Cuánto cres que cobre por sus servicos?— Otro de ellos le agarro la cara y lo observó.—No me sorprendería si cobrara por acostarse con el invencible Mikey. Después de todo los rumores dicen que tú eres su perra ¿O me equivoco?

—¡No, no lo soy!— Una patada le pegó en su pecho.—Y si fuera así, no tiene porqué importarles.

—No mientas, seguro y solo se acuesta contigo por pura pena.— El líder de la pandilla lo miro con desprecio.

❚𝐃𝐞𝐩𝐞𝐧𝐝𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐄𝐦𝐨𝐜𝐢𝐨𝐧𝐚𝐥.❚Mikey x Takemichi EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora