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Lan XiChen se sienta al lado de su hermano.

—¿Cómo estás?

Lan WangJi guardó silencio antes de responder — Bien.

—¿Tus heridas...?

—No duelen... mucho.

—Tío me pidió que viniera a verte, pero sabes que yo siempre vendré aún si nadie me lo pide.

Lan WangJi no respondió.

—Alguien más ha venido a verte hoy.

Esto llamó la atención del menor y Lan XiChen lo supo cuando vió como los ojos de su hermano se agrandaron un poco tras escucharlo decir esas palabras.

—El niño.

—¿Está afuera?

—Sí.

Lan WangJi se puso de pie y caminó hacía la puerta después de que su hermano mayor le dijera:

—Creo que el pequeño estará muy feliz de verte otra vez, WangJi.

—Gracias — le dijo antes de salir de la cabaña y envolverse con el frío.

Por ahora a Lan WangJi solo le importaba estar con el pequeño, después de todo, A-Yuan era como un recuerdo de Wei Ying.

Un hermoso recuerdo que él debía cuidar y proteger de ahora en adelante.

Regresa conmigo [Wangxian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora