Hijo de Hierro, Cáliz de Fuego

Capitulo 7

14 junio 2014

Un golpe en la puerta de su habitación hizo que Harry levantara la vista de donde estaba acomodando los últimos artículos de tocador en su maleta.

Sin embargo, antes de que pudiera responder, la puerta se abrió y una muy emocionada Hermione entró de un salto.

"¿Ya terminaste de empacar? Nuestro traslador se activa en quince minutos", dijo ella, sus palabras tropezando unas con otras en su entusiasmo. "No puedo creer que el año escolar ya haya terminado, tendríamos otras dos semanas en Hogwarts".

"Solo estoy cerrando la maleta ahora," le aseguró Harry, y adaptó los hechos a las palabras. "Y el año escolar estadounidense, o al menos, el año escolar de Nueva York, es un par de semanas más corto que Hogwarts".

Hermione pareció sorprendida. "¿Como sabes eso?"

"Lo busqué", respondió Harry inexpresivo. Luego hizo una mueca. "Lo que significa que tuve curiosidad un día y le pregunté a JARVIS".

"¿Oh? ¿Dijo algo más?"

Harry tiró la maleta con ruedas al suelo y extendió el asa. "Que nosotros, tú y yo, quiero decir, tuvimos más horas de instrucción de las que hubiéramos tenido en Hogwarts".

"Bueno, por supuesto," dijo Hermione mientras Harry se acercaba donde ella estaba enmarcada en la entrada. "También estábamos tomando materias escolares mundanas-"

Harry negó con la cabeza y cerró la puerta detrás de él. "Solo en temas mágicos".

Hermione lo miró fijamente. "¿Qué?"

Harry se encogió de hombros. "Tutores dedicados y estudiantes ansiosos por aprender marcan la diferencia, supongo".

Y, sorprendentemente, Harry estaba ansioso por aprender de una manera que nunca había estado en Hogwarts.

Probablemente tiene algo que ver con profesores competentes. Por no hablar de no tener que volver a enfrentarse a Voldemort.

Cualquiera que sea la razón, hasta ahora había disfrutado los meses de tutoría y, a veces, deseaba no tener que volver a la escuela normal, incluso si esa escuela era Hogwarts.

Papá los estaba esperando en la sala de estar, con una barra de hierro en una mano.

"¿Ese es el traslador?" Hermione sonaba escéptica.

"Los goblins tienen sentido del humor, aparentemente", respondió papá. "Bogrod lo hace, al menos. Cinco minutos. ¿Listo?"

"¡Sí!" Hermione casi se abalanzó hacia adelante para agarrar un brazo de la barra de hierro en forma de cruz, su maleta chocando detrás de ella.Harry lo siguió a un ritmo más normal. Cinco minutos era mucho tiempo, aunque no podía envidiar la emoción de Hermione por ver a sus padres de nuevo, después de todo, no los había visto desde las vacaciones de primavera.

Harry estaba deseando volver a ver a los Granger. No estaba tan entusiasmado con la idea de Hermione de unas divertidas vacaciones de verano, aunque seguramente también habría algunas cosas divertidas que hacer, dado que papá y Padfoot estaban involucrados.

Envolvió su mano libre alrededor de otro brazo de la barra de hierro. Papá sostenía un tercero con una mano y su teléfono con la otra. Harry frunció el ceño, pero papá lo ignoró.

"Tres", dijo papá de repente. "Dos uno."

Un gancho invisible agarró a Harry y tiró de él irresistiblemente hacia adelante, fuera de la Torre Stark y dentro de un torbellino de viento y color.

Aterrizó con fuerza, pero mantuvo los pies debajo de él y miró a su alrededor para ver a dónde habían llegado. En general, la habitación estaba vacía, a excepción de una esquina donde se había instalado una pequeña estación de trabajo. En el escritorio estaba sentado un duende.