Hijo de Hierro, Cáliz de Fuego

Capítulo 24

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7 de diciembre de 2014

Tony resistió el impulso de gritar "Cariño, ya estoy en casa " mientras entraba al taller en la Torre Stark original en Manhattan.

No había vuelto desde que se fue a Londres hacía más de un mes. Con solo tres semanas hasta la primera prueba, le había parecido una tontería viajar de ida y vuelta, a pesar de la relativa facilidad de los trasladores. Además, añadió para sí mismo, habría estado demasiado distraído por el peligro que corría Harry como para concentrarse.

Ahora, sin embargo, Tony había explorado el Lago Negro, Harry y Neville estaban a salvo y instalados en el Complejo de los Vengadores -un viaje fácil para Iron Man- bajo la tutela de dos hombres que eran completamente capaces tanto en el combate mágico como en el no mágico, y Sirius, después de admitir que no podía igualar ni a DiNozzo ni a Gibbs en la mentalidad de combate, había regresado a Manhattan con Tony para reanudar la tutoría de Hermione en Defensa Contra las Artes Oscuras.

Lo que significaba que Tony era libre, finalmente, para hacer lo que mejor sabía hacer: dejar que su mente vagara y crear cosas.

—¿Dónde estaba, J? —preguntó Tony mientras servía una taza de café de la máquina que JARVIS había puesto en marcha en el momento en que Tony se dirigía al ascensor.

"Más recientemente, en el norte del estado", respondió JARVIS, y Tony casi dejó caer su café.

"Veo que la subrutina inteligente está en buena forma hoy", dijo.

"Como prefiera, señor. Para responder a la pregunta tal como la quiso decir..." y JARVIS comenzó a describir cuatro de los proyectos que Tony tenía en marcha.

De los cuatro, un refinamiento de los reactores reproductores para reutilizar el combustible nuclear gastado sonaba más interesante en ese momento -aunque sólo fuera porque hacerlo funcionar le daría la oportunidad de fastidiar a varios senadores y otros miembros del Congreso de que el resto del mundo se beneficiaría de la última tecnología Stark mucho antes que Estados Unidos, gracias a una política de energía nuclear que era desigual en el mejor de los casos.

En cierto modo, su tecnología de reactor de arco hizo que la tecnología nuclear quedara obsoleta (o eso había intentado argumentar la Junta Directiva de SI), pero, como él mismo había argumentado, nunca estaba de más tener planes de respaldo, incluso un plan de respaldo redundante.

Tomó otro sorbo de café, dejó la taza a un lado, llamó a los planos en forma holográfica y se puso a trabajar.

Algún tiempo después, cuando estaba hasta las cejas en planos y hasta los codos en una maqueta, la voz de JARVIS lo devolvió al presente.

"Señor, el señor Odinson le está llamando."

—¿Quién? —preguntó Tony reflexivamente, y entonces se dio cuenta—. Oh, Thor. Bien. Hazlo pasar.

Medio segundo antes de que la pantalla cobrara vida, Tony se dio cuenta de que su taza de café estaba vacía. Se puso de pie y comenzó a mover los hombros cuando Thor habló.

"Saludos, amigo Stark."

—Te deseo unas felices fiestas —respondió Tony, tomando su taza y dirigiéndose hacia la máquina—. ¿Qué pasa?

"Mi madre ha terminado su examen del elfo, Kreacher".

—¿Ah, sí? —Tony volvió a mirar la pantalla por un momento antes de volver a concentrarse en la taza para no llenarla demasiado y quemarse—. ¿Qué encontró?

Entonces, lo que dijo Thor me quedó grabado. "Espera... ¿tu madre? ¿No es la reina de los dioses o algo así? ¿Por qué estaría examinando a un elfo?"