Spada d'argento

Conoscersi

Tras la fiesta, Giorgia le escribió a Damiano al día siguiente. Para muchas personas podría haber parecido una "desesperada" pero él le interesaba y no pretendía demostrar lo contrario.

El castaño había contestado tan solo unos minutos después de que ella mandara el mensaje y eso había ayudado demasiado a que Gio no entrara en ansiedad y decidiera borrar el mensaje.

Estuvieron hablando durante toda la semana a diario, tan solo se dedicaban a hablar de su día o de cualquier tema que descubrieran tener en común; a ella le sorprendía lo sencillo que era hablar con él, era como si se conocieran de toda la vida.

Ahora que era sábado, justo una semana después de la fiesta, Gio había recaído. Con la regla había vuelto el dolor, ese insoportable dolor con el que cargaba a solas.

Decidió desconectarse del celular ese día, refugiándose en uno de sus pocos consuelos:

La poesía.

Empezó a escribir poesía cuando era prácticamente una niña y sentía que llevaba haciéndolo toda la vida.

Por lo regular escribía en la app de notas de su celular pero para días como ese tenía una libreta, cuya tapa tenía una foto de Frida Kalho, que le permitía desconectarse de todo.

Prendo a pugni

ció che vedo

nello specchio.

Dalle mie nocche non sangue,

ma fiori

e allo stesso riflesso

li porto in dono.

Sono il veleno

ed il suo antidoto.

Para la noche, ya que sus fuerzas habían vuelto y su cabeza no daba vueltas, tomó el celular y al abrir los mensajes lo primero que vió fue que Damiano le había enviado cinco mensajes.

De pronto sus inseguridades brotaron, ni siquiera había abierto los mensajes y ya se sentía la peor persona del mundo por haber tardado tanto en contestar.

Abrió el chat y soltó el aire que estaba conteniendo.

Los mensajes eran simples:

Damiano:

Hola!!

Espero que te encuentres bien.

Mañana los chicos y yo estaremos tocando un rato en la calle después de las cuatro.

Me preguntaba si querrías ir un rato y después ir a caminar por ahí,

Te apetece?

Sin siquiera pensarlo, contestó:

Giorgia:

Por supuesto!!!

Nos vemos mañana <3

Damiano respondió en tan solo un par de minutos, al parecer ni siquiera se había fijado en el hecho de que Gio tardó horas en responder.

Damiano:

Excelente, nos vemos mañana.

***

Al día siguiente después del trabajo en lugar de tomar la ruta a casa, Giorgia se dirigió al centro de Roma, caminó un par de cuadras hasta llegar a la que le gustaba llamar "aquella calle".

Estaba recién en la esquina y ya podía escuchar la melodía producida por los instrumentos de los chicos y la voz de Damiano.

Inconscientemente aceleró el paso para acercarse a los chicos y al llegar sacudió la mano en forma de saludo y sonrió como tonta durante todo el tiempo que los estuvo escuchando.