23 de agosto de 2021.
Otro monótono día de verano. Me despierto con el mismo nudo en la garganta de siempre. 470 días han pasado desde el 9 de mayo de 2020. El día que mi ex novio desapareció sin motivo alguno de mi vida, dejando en mí el mayor vacío que jamás he conocido.Ethan y yo éramos una pareja adolescente más, salvo porque nuestros hogares distaban en 100 kilómetros que solíamos recorrer cada fin de semana desde el 13 de febrero de 2018.
Anoche me dormí, como ya es costumbre, leyendo nuestras conversaciones de whatsapp. Es la única manera que he encontrado para conciliar el sueño. Son incontables las noches que he pasado preguntándome qué hice para que él se esfumase o como estaría su sobrino. Yo le adoraba y él me adoraba a mí. Antes de que él naciese, odiaba a los niños, pero desde que lo conocí, despertó en mi un instinto maternal que jamás había sentido. No tener noticias sobre el pequeño me genera ansiedad. He tratado de ponerme en contacto con sus padres en varias ocasiones, pero mis intentos no han tenido éxito alguno. Mis amigas dicen que la única manera de superar la ruptura es eliminar todas las conversaciones y fotos, pero nunca podré borrar el recuerdo de mi mente.
Hoy he quedado con Andrea para ultimar las compras para nuestro viaje. Este año, mis amigas han decidido sorprendernos a Andrea y a mi. Lo único que sabemos es que el destino es Cataluña. Suponemos que iremos a Barcelona.
Este verano, Andrea y yo nos hemos enamorado de cierto canario que anuncia plátanos; por cierto, el alimento más repudiado por mi persona.Mi pasión por él fútbol se remonta a la Eurocopa de 2008, cuando tenia solo cinco años. Ese equipo me hizo soñar en grande y siempre confié en que el mundial era nuestro.
Sin embargo, mis amigas siempre han repudiado el fútbol. Esto cambió en el último año para Andrea. Se encaprichó de un chico de nuestro grupo, aficionado del Barça. Él y yo solíamos quedar para ver los partidos, así que ella decidió mostrar interés por fútbol. Su estrategia pasaba por aprenderse el nombre de los jugadores del Barça y su correspondiente dorsal. Lo más gracioso es cuando los recitaba y me pedía que la corrigiese si fallaba. A su plan solíamos referirnos como "El mayor pick-me de la historia".Tengo el tiempo justo para arreglarme. Andrea pasa a recogerme en media hora. Me ducho, me visto y no pierdo el tiempo en maquillarme. Cojo mi bolso y salgo con el pelo mojado.
—¿Cómo estás?—Mi amiga me hace la misma pregunta de siempre al subirme al coche.
—Mejor que ayer, pero peor que mañana.—Respondo de la misma manera que vengo haciendo.
—Vamos, Mónica. ¿No estás ilusionada por el viaje?—Yo asiento y eso parece tranquilizarla. Trato de maquillar mi actitud cuando estoy con mis amigas.
Trato de hacerlas lo menos partícipes posibles de mis problemas.El resto del viaje transcurre mientras ella me cuenta los planes que ha hecho este fin de semana con su novio. Andrea merecía a alguien que la quisiese bien. Pasó mucho tiempo en una relación tóxica que la dejó secuelas que todavía hoy perduran.
Al llegar al centro, buscamos un sitio para comer. Desde hace tiempo, la mejor terapia para mí ha sido ir de compras y salir a comer.
ESTÁS LEYENDO
Perfecto | Pedri González
FanfictionMónica Rubio Ortiz sabe que tocar fondo es la mejor opción para llegar a lo más alto. En su intenso camino hacia la perfección, se cruza con la joven estrella del Fútbol Club Barcelona, Pedri González López, quien la hará sentir como si brillase con...