Las risas del pequeño grupo de chicas podía contagiar a todo aquel que pasará a su lado, divertidas con las locuras del dúo japonés y la pequeña coreana de estatura promedio. El grupo se encontraba en la entrada de un parque de diversiones, algunas veían aterradas los grandes juegos mecánicos que te hacían sentir el alma fuera del cuerpo, estaban en espera de una japonesa la cuál se acababa de mudar a Seul, mejor amiga del dúo japonés y la cuál estaría viviendo con ambas mientras la menor encontraba un departamento que se atenga a sus necesidades y capital.
– ¡Dahyun, cuidado! – El aviso había sido dicho demasiado tarde, ahora con la peliazul encima de una rubia japonesa que acababa de llegar, tumbada en el suelo haciendo a las demás chicas soltar una carcajada, siendo la "mamá del grupo" quien se acercó a la coreana para ayudar a qué se ponga de pie.
– Gracias, Jihyo unnie. – Agradeció la peliazul.
– ¡Mina-san, por fin llegas! – Una japonesa pelirosa la había envuelto entre sus brazos y repartido besos por todo el rostro.
Una pequeña sonrisa se poso en el rostro de la japonesa menor, saludando a su amiga pelinegra quien le devolvió el saludo sonriente. Después de que el dúo japonés presentará a la rubia con el grupo de chicas estás por fin habían entrado a aquel parque, observando los puestos de comida y respirando los diferentes olores de las comidas que estaban siendo preparadas, agarrando a una hambrienta Momo que ahora solo pensaba en comer.
Una larga tarde llena de risas y gritos por parte de cierta coreana de dientes de conejo que temblaba al momento de bajarse de la montaña rusa, sentía su corazón acelerado y unas terribles ganas de vomitar, se aferraba al brazo de su novia, una castaña de sonrisa encantadora, un humor algo peculiar — Para las del grupo era un humor que te hacía dudar de tu existencia — y a la cuál le encantaba molestar a la coreana de nombre Jihyo. Yoo Jeongyeon y Im Nayeon eran novias desde hace año y medio, siendo ellas la primera pareja en ser revelada, de ahí siguiendolas las Samo y por último el Somhyo las cuales habían confirmado no hace menos de unos cuatro meses.
Cómo la última atracción de aquella tarde, el grupo se encontraban felices esperando en la fila para subir a la rueda de la fortuna y admirar la hermosa puesta de sol que ya se podía divisar desde donde las chicas se encontraba. Las parejas se habían subido juntas, quedando así solo las dos coreanas bajitas, una taiwanesa y la japonesa menor, siendo las Chaetzu las que decidieron subirse juntas, quedando solo la peliazul y la rubia las cuales solo subieron sin problema alguno a aquella enorme rueda.
Ambas jóvenes se encontraban en un silencio algo tenso, fuera de ser incomodo, donde solo disfrutaban de la linda vista que les daba el cielo. Una hermosa combinación entre el naranja y el amarillo.– Mina – La mencionada volteó hacia la peliazul, estaban sentadas una a un lado de la otra.
– Dime... Dahyun, no? – El movimiento de la cabeza de la contraria le dio a entender que estaba en lo correcto.
La peliazul miro los ojos de la japonesa, admirando ese lindo color miel que estos poseían, guardando la linda imagen de la rubia sonriendo con timidez, los latidos de su corazón eran demasiado fuertes, tenía miedo de que la japonesa lograra escucharlos. Estaba segura de que en cualquier momento su corazón saldría de su pecho. Carraspeo su garganta, tratando de guardar el leve sonrojo que empezaba a posarse en sus mejillas, desvío su mirada de la japonesa mirando al frente.
– Eh... Creo que no logré disculparme muy bien contigo. – Empezó a hablar, sorprendiéndose por no trabarse en cada palabra debido a que estaba nerviosa y algo que la caracteriza era que se trababa al hablar. – Perdoname por hacerte caer, no te vi y bueno, paso lo que pasó.
La dulce melodía que salía de los labios de la rubia hizo a la peliazul sonreír con los nervios desvaneciéndose de a poco, la chica de lindos lunares había reído levemente por la pequeña disculpa que era dada por la coreana, posando tímidamente una mano en el hombro de la contraria y negando mientras le dedicaba una sonrisa dio a entender que todo estaba bien. El interior de la coreana brincaba de alegría, pero también sentía una extraña sensación proveniente de su estómago, unas ganas de ¿Vomitar? No sabía cómo explicar que era lo que estaba sintiendo. Seguramente son los nervios, había pensado la peliazul.
– No te preocupes por eso, Hyunnie. – Sintió su corazón dar un enorme brinco para después explotar apenas escucho aquel apodo que la mayor le había dado, su sonrisa se hizo aún más grande y en un movimiento rápido dejo un beso en la mejilla contraria. Aquello dejo sorprendida a la rubia, había logrado que se sonrojara y bailará emocionada en su interior.
Después de aquel día, Mina se había hecho oficialmente parte del grupo de sus mejores amigas, sorprendiendo a todas por la muy buena relación que se había formado entre la peliazul y ella.
Aquí el primer capitulo, jjj.
Espero lo disfruten y bueno, perdón por mi narración toda ojete, es lo mejor que hay. Cuando mejore prometo que voy a corregir, sim.No olviden votar pq así me animo a seguir escribiendo y actualizar, tmb sus comentarios me harían bn happy. c:
Si hay errores díganme o llorO.
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📜︕ 𝗥𝗲𝗺𝗲𝗺𝗯𝗲𝗿𝗶𝗻𝗴 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝘆 𖦹 𝐌𝐈𝐇𝐘𝐔𝐍 :: 𝙶!𝙿 ੭'
Fanfiction𓂃 🍥 :: 𝐌𝐈𝐇𝐘𝐔𝐍 𓂅 - Minari. - La de baja estatura llamo a la chica a un lado suyo, ganando la atención completa de está. - Dime Hyunnie. - Si un día pierdo la memoria y olvidó todo lo que pasamos, ¿tú me ayudarías a recordar? - Te haría rec...