📜︕ 𝗥𝗲𝗺𝗲𝗺𝗯𝗲𝗿𝗶𝗻𝗴 𝗵𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝘆 𖦹 𝐌𝐈𝐇𝐘𝐔𝐍 :: 𝙶!𝙿 ੭'

⁰⁰⁵ ଓ 𝗣𝗿𝗶𝗺𝗲𝗿𝗮 𝗰𝗶𝘁𝗮 : ⌛ 𓂃

El día de la cita había llegado, sí, como todos se lo imaginaron, Dahyun había aceptado la invitación sin pensarlo dos veces, tan emocionada al igual que la japonesa.

Mina se encontraba hecha todo un desastre, tan nerviosa y desesperada con llevar ropa adecuada para la ocasión. No la llevaría a un restaurante elegante, tampoco había preparado una cena romántica, solo deseaba pasarla bien al lado de la coreana pelimorada.

– ¡Relájate un poco, Mina! – Sana se había cansado de observar a su amiga dar vueltas por su habitación, totalmente desesperada, Momo, ajena a lo que la japonesa menor hacía, se encontraba comiendo una bolsa de papas fritas que, efectivamente, había sacado de la alacena que le pertenecía a Mina. Las tres tenían una alacena cada una donde guardaban sus pertenencias, para evitar problemas y confusiones, claro que habían momentos donde eso no importaba y aún así agarraban cosas de la otra.

– ¡No sé que ponerme! – Desesperada, Mina sacaba la ropa de su armario lanzandolas al suelo. – ¿Que pasa si a Dahyun no le gusta? ¿se burlara de mi? ¿me verá y se arrepentirá de haber aceptado la cita? ¡Aún peor! me dejara en ese mismo instante y me dirá; "Lo siento Mina, no eres tú y tampoco yo, es tu ropa"

Mina soltó un chillido y se tiró a su cama boca abajo, Sana que estaba sentada en la orilla se levantó para empezar a buscar entre toda la ropa esparcida por el suelo.

– Ten, ponte esto – Unos pantalones de mezclilla azul claro, una blusa blanca con un estampado simple de perritos y un saco de lana color lila con dos rayas amarillas de decoración. Y para finalizar, unos tenis blancos con algunos estampados de colores discretos, a la japonesa le encantaban los colores pastel, le agradaba que eran igual de coloridos pero sin ser tan escandalosos como para llamar la atención.

Sus manos temblaban levemente debido a los nervios, cada segundo que pasaba encendía su celular para mirar la hora. Tan solo habían pasado tres minutos desde que había llegado al parque, lugar donde tendrían su cita el cual se consistía de un pequeño y pacifico picnic al aire libre, una sugerencia que había dado la coreana después de que Mina le preguntará de forma insistente ya que no se conformaba con un simple "Dónde sea que me lleves yo iré sin negarme" y aunque suene realmente lindo, la japonesa deseaba poder cumplir alguna expectativa de cita que la coreana pelimorada tenía. Quería demostrarle su amor cumpliendo con lo que ella deseara, que sería capaz de cumplir con cada uno de sus caprichos como muestra de su amor.

Un último vistazo a su celular y suspiro, cuatro minutos, ¿acaso Dahyun la había dejado plantada? estaba exagerando y lo sabía, pero no la culpen, los nervios la tenían demasiado mal.

– ¡Minari! – Una sonriente Dahyun camino hasta quedar frente a una japonesa que la miraba embobada, tan cautivada por la belleza de la pelimorada. – ¿Te hice esperar demasiado?

– ¡No! Claro que no, dubu – Sus mejillas se tiñeron de rojo, aquellos cinco minutos esperando los sintió como si hubieran sido cinco horas.

– Que alivio, pensé que estaba llegando tarde – Dejo escapar una pequeña risa, la cuál hizo a la japonesa sonreír mientras negaba con la cabeza.

Mina se armó de valor y tomo de la mano a la coreana, para guiarla hasta el hermoso árbol de cerezos que adornaba el parque y dejaba ver una vista maravillosa, perfecto para un picnic. Dahyun, quién se había encargado de llevar la canasta y lo demás para el picnic, dejo la canasta en el suelo y con ayuda de Mina puso la manta donde pondrían todo lo que comerían. Cabe aclarar que ambas habían preparado la canasta desde el día anterior en casa de la coreana y es por ello que Dahyun fue quien lo llevo.

– Hoy es un día demasiado agradable – Mina observo a Dahyun mirar el cielo, soltó una pequeña risa al ver sus pequeños ojos achicarse aún más pareciendo que estos se encontraban cerrados.

– Es lindo ver cómo tus ojos se achican más.

Mina no pudo evitar soltar el comentario y aunque ahora estuviera avergonzada de pies a cabeza no se arrepentía de haberlo dicho.

– El sol es un poco molesto – Se quejo de el culpable del porque sus ojos se cerraban levemente. Aquello hizo a Mina reír divertida.

– Si, claro – Saco un traste con brownies y tomo uno, dándole una mordida y jadeando totalmente fascinada por el sabor.

– Hyun, los brownies están deliciosos, hiciste un buen trabajo. – Ahora era turno de Dahyun para sonrojarse, agachó un poco su cabeza y en susurro le agradeció a Mina quien ahora comía felizmente un segundo brownie.

La cita había finalizado con éxito, ambas chicas iban caminando por el parque de regreso a casa de la más bajita, Mina llevaba cargando la canasta mientras que su otra mano se encontraba ocupada tomando la mano de la pelimorada, sus manos iban entrelazadas y por más que desearan ocultarlo era evidente que lo disfrutaban, estaban disfrutando de cada segundo, sus suaves manos tomándose con delicadeza, las pequeñas caricias y algún que otro leve apretón demostraba lo cómodas que estaban. Como si estuvieran completamente acostumbradas al tacto de la otra.

– La pase muy bien hoy, Mina – Dahyun fue la primera en hablar, habían pasado algunos minutos en silencio, solo disfrutando de la presencia de la otra, sabiendo que en el momento en que se despidan un sentimiento de vacío será lo que las atormentaría durante toda la noche.

– También la pasé muy bien hoy, Hyun, espero que pronto podamos volver a salir juntas – Una sonrisa adorno el rostro de Mina volteando para mirar a la coreana.

– Estaría encantada de volver a salir contigo. – Asintió e igualmente sonrió. Ambas se detuvieron cuando ya habian llegado a casa de la menor, Dahyun quedo enfrente de la japonesa y aun sin soltar su mano se coloco de puntitas para poder dejar un suave beso sobre la mejilla de Mina dejandola completamente sonrojada. 

— Nos vemos luego, Minari. – Dahyun sonrió de tal manera que sus ojitos se convirtieron en un par de pequeñas rayitas haciendo que la japonesa no pudiera evitar reír suavemente.

Mina, tomando toda la valentía del mundo, se inclino para darle un beso a la menor sobre aquellos labios que tanto le gustaban, fue un beso de tan solo unos segundos, pero que para ambas fue el paraíso entero. Ambas se sonrieron con amor, deseando que aquel momento no terminará.

– Nos vemos luego, Hyun. – Sin más, Mina se fue de regreso a casa dejando a una pequeña coreana totalmente sonriente en la puerta de su casa.

Hla, me extrañaron? 🫦