OOO

563 64 34
                                    

—Joven Andrés— llamó la mujer mientras miraba como el pequeño chico de tan solo 18 años golpeaba a su hermano mayor —No juegue con su hermano así— habló intentando separar a los dos hermanos.

—¡Idiota!— exclamó Andrés mientras golpeaba el abdomen de su hermano mayor.

El mayor solo se estremeció de dolor ante el golpe, en el momento en que iba a devolverle el golpe una melodiosa voz los interrumpió.

—Hijos— llamó un lindo omega de hebras rojos mientras se acercaba lentamente hacía sus dos hijos —compórtense como los príncipes que son— musitó mientras acariciaba la mejilla del menor —Esta noche debe ser perfecta, el estadio ya por fin lo terminaron de decorar con las lágrimas lunares— informó mientras tomaba entre sus manos el pequeño rostro de su hijo —Está noche sabremos si eres un lindo omega, gamma, alfa o beta—.

—Lo más seguro es que sea un omega, es muy debilucho— dijo el de orbes esmeralda tomando del brazo a su hermano.

—Arg— gruño el pequeño castaño mientras se apartaba —No importa si soy omega o alfa igual no seré el heredero del trono— habló en un puchero.

—No de esté trono— soltó el orbes esmeralda —papá ya te está buscando lindo prometidos— habló mientras peñizcaba la regordeta mejilla de su hermano.

—¿Que?— preguntó mientras miraba exaltado al peliblanco.

Rius observó curioso al de orbes esmeralda, al parecer los más bajos no sabían del caso, el alfa solo huyó de la escena algo apresurado.

—Papá, ¿Me comprometerán?— preguntó con un semblante entristecido.

—Cariño...bueno, tu padre ya me lo había comentado pero no puedo hacer nada en ese caso, son cosas de alfas— soltó dulcemente para su niño —Tu padre debe alianzarse con otros reinos y una de las formas más comunes de obtener una alianza es con un compromiso entre sus hijos— informó mientras acariciaba los rulos castaños del menor.

El pequeño comenzó a golpear ligeramente el brazo de su mayor en forma de reclamó, cosa que hizo sonreír al de hebras rojas.
El pequeño castaño se encaminó al gran comedor juntó al albino, los dos bajos hicieron una reverencia ante el rey, esté les devolvió la reverencia y tomaron asiento en la gran mesa, a los segundos ingresó el alfa de orbes azules, esté tomo asiento junto a su padre.

Los platillos fueron puestos en la gran mesa, uno de los más grandes fue destapado, dejando a la vista un gran cerdo asado.

bon appétit— soltó uno de los mozos, dejando a solas a la familia.

Los dos bajos empezaron a comer en silencio mientras que los dos alfas comían en una entretenida charla -los omegas, gammas y menores de edad no pueden hablar en la mesa-, al terminar el almuerzo el pequeño castaño se dirigió hacía las afueras del comedor, perdiéndose en los largos pasillos del reino.
Se asomó a una de las miles de ventana en el palacio, pudo divisar como un carruaje se adentraba al gran jardín del palacio, curioso corrió hacia las escaleras, al llegar a las escaleras se sentó en el pasamanos dejándose resbalar por esté, al llegar al final de esté se levantó de un saltó, cayendo frente a las grandes puertas justo cuando estás eran abiertas.

Los invitados observaron al menor asombrados por la elegancia y atractivo que desprendía, esté los observó atentamente hasta dar con un atractivo azabache. Los ojos de Sparta recorrieron el cuerpo de Trollino con detenimiento, con cuidado de no perderse ningún detalle de este.

—¡Spartita!— exclamó él suso dicho.

—¡Trolli!— exclamó tras correr a los brazos del alfa.

Commitment or love? © SpartorllinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora