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El pequeño lobo saltaba por los pasillos del reino en busca de su mejor amigo.

Era un lindo omega y la noticia se había corrido por todo el reino, cosa que alegró al castaño. Olfateo las paredes y habitaciones más cercanas a su olfato sensible, podía sentir extraños aromas provenir del lugar.
Siguió corriendo y saltando cuando paso por las habitaciones de los invitados, al parecer los padres de Trollino estaban teniendo un pequeño desacuerdo.

Paso silenciosamente a la habitación del al lado, un fuerte aroma llenó sus fosas nasales, curioso por esté aroma abrió la puerta dejando a la vista a un atractivo azabache con el pecho desnudo. Los dos jóvenes se observaron unos minutos hasta que el lobo saltó hacía el azabache.

-¡Sparta!, ¡No!- exclamó al sentir un peso extra encima de él.

El pequeño lobo volvió a su forma humana, dejando a la vista todos los atributos del menor.

-¡Trolli!, Soy un omega- soltó mientras abrazaba a su mayor.

-Si, si, me di cuenta por el polen- respondió recordando el cambió de color de esté.

Se quedaron unos minutos así hasta que el azabache cayó encuenta que tenía al menor en su regazo completamente desnudo.

-Ahora bájate- ordenó mientras tapaba el lindo cuerpo de Sparta con las sábanas.

-Pero...me presenté, ¿Y mis felicitaciones?- preguntó con el ceño fruncido y un tierno puchero.

-Felicidades Sparta- musitó tomando el pequeño rostro del menor entre sus manos.

Este sonrío victorioso al bajar del regazo el aroma aún no sabía de donde provenía, acercó su curiosa nariz hasta el cuello del azabache y olfateo el exquisito aroma que esté desprendía café y galletas, el azabache algo nervioso se alejó rápidamente dejando algo confundido al castaño.

-¿Pasa algo, Trolli?- preguntó mientras observaba cómo su mayor se colocaba su ropa superior.

-Si bueno...Sparta, ¿Sabes lo que pasará ahora?- preguntó mientras cambiaba su semblante a uno serio.

-Uhm...¿Me comprometerán con un buen alfa?- preguntó inocentemente girando su cabeza como un cachorro.

-Bueno...nos van a comprometer- informó mientras caminaba vagamente por la habitación.

«¡Seré el omega de Trolli

-Y...como ahora eres un omega ya no podemos tener el mismo trato de antes- soltó mientras buscaba alguna reacción de parte del menor.

-¿Porque?- preguntó haciendo jadear a su mayor.

-Porque es mal visto que un omega trate con un alfa...de la forma en la que nos tratamos- soltó lentamente para que el menor captará rápidamente.

La boca del pequeño formó una O dejando una linda imagen a la vista del azabache.

-Entiendo, pero podemos ser diferentes- propuso al acercarse al azabache -Nos criamos como mejores amigos y no creo que un compromiso nos separe-.

«A nosotros nada ni nadie nos separara»

-Sparta...- suspiró mirando fijamente los ojos del castaño.

Antes de formar alguna palabra la puerta fue abierta, Trollino sujetó la sábana de un extremo y tapó aún más el cuerpo del menor encontrándose con la sorpresa que la persona que se adentro a sus aposentos era Rius.

-Buenos días, mi rey- saludó mientras hacía una reverencia ante el peliblanco.

-Buenos días príncipe Trollino- devolvió el saludo con una reverencia —Supuse que encontraría a Sparta aquí— dijo observando al menor solo con una sábana —Vuestros padres los buscan—.

Commitment or love? © SpartorllinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora