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-Me está mirando- le dijo Felix dándose la vuelta inmediatamente para mirar a Changbin.
-Ve a hablar con él- le sugirió viendo como el contrario negaba rápidamente con la cabeza.
-No puedo hacer eso, me pondré muy nervioso y no sabré ni lo que le digo-
-Pues más vale que te prepares, porque viene hacia aquí- el pelimorado se dio la vuelta viendo que, efectivamente, Bangchan se estaba acercando a ellos por alguna razón.
-Oh, Dios, ¿Por qué viene?- se preguntó a sí mismo girándose de nuevo en dirección a su mejor amigo mientras se daba pequeños golpes en sus mejillas intentando tranquilizarse.
-Solo sé tú mismo Felix, le caerás bien- le dijo apoyando una de sus manos en su hombro derecho dándole ánimos.
-Ya, claro, es fácil decirlo cuando no te está por dar un infarto de los nervios-
-Hola- saludó Bangchan una vez llegó a su lado, Felix le estaba dando la espalda, solo el coreano podía ver como mantenía sus ojos tan abiertos, no pudo evitar que una pequeña sonrisa se formara en su rostro por su comportamiento -Me llamo Bangchan, no sé si os acordareis de mí, nuestras clases suelen coincidir en educación física-
-Sí, sabemos quien eres- le dijo Changbin viendo como poco después Felix se dio la vuelta para al fin mirar a su Crush.
-Venía a preguntaros si queríais uniros a un partido de baloncesto- les dijo aquella vez mirando a Felix -Seungmin nos ha dicho que jugais bien- dijo para recibir un asentimiento instantáneo por parte del pelimorado.
-Sí, claro, jugaremos, vamos Changbin- le dijo y el nombrado no pudo evitar soltar una risa, nunca le había visto tan nervioso como en aquel momento, se veía demasiado tierno.
Recordemos que hacía tan solo unos segundos Felix no quería ni acercarse a su Crush por miedo a decirle cualquier cosa sin sentido.
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Felix, Bangchan y Hyunjin estaban en el mismo equipo, mientras que en el otro estaban Jisung, Seungmin y Changbin. Estaban en el recreo, y habían pasado diez minutos desde que comenzaron a jugar, según los amigos de Bangchan y él el partido no terminaría hasta que el timbre que anunciaba el comienzo de las clases sonara.
Felix parecía haber perdido todo su nerviosismo cuando estaba junto a Bangchan, habían hablado varias veces a lo largo del partido y parecía que todo iba bien entre ellos. Changbin estaba feliz de que su mejor amigo hubiera podido entablar conversación con Bangchan, había pasado una semana desde que le contó sobre sus sentimientos hacia aquel chico y solo había podido escucharle hablar sobre lo bien que se veía haciendo cualquier cosa.
El timbre no tardó en sonar, dando por terminado tanto el recreo como el partido, el equipo en el que jugaba Felix había ganado. Changbin se acercó a su mejor amigo, quien estaba celebrando la victoria junto a Bangchan y Hyunjin.
-Felix, ¿Vienes?- le preguntó el coreano recibiendo un asentimiento por parte del pelimorado.
-Ha sido increíble, tenemos que jugar de nuevo- les dijo Felix a sus compañeros de equipo para después despedirse de ellos y dirigirse a clase junto a su mejor amigo.
-Parece que os lleváis bien- le comentó el pelinegro de camino a su aula.
-¿Sabes?, tenías razón, no tenía porqué estar nervioso a la hora de hablar con él, hemos podido mantener una conversación aunque estuviéramos jugando al baloncesto- dijo el pelimorado sin poder creerlo -Si resulta que salimos juntos, nos casamos y tenemos un hijo, este no me creerá cuando le diga como comencé a hablar con su padre- dijo soltando una risa por sus propias palabras.
-Vaya, no estáis saliendo y ya has planeado toda una vida junto a él- dijo Changbin fijando la vista en Felix mientras veía con detenimiento sus pecas.
-Por supuesto que tú también estás en mis planes de vida, te necesito conmigo Binnie- le dijo pasando su brazo izquierdo por el del contrario.
No pudo evitar apartar la mirada del perfil del pelimorado al notar como su corazón se aceleró por sus palabras, Changbin estaba algo decepcionado de sí mismo, llevaba una semana intentando olvidar sus sentimientos por el chico al lado suya, pero no parecía avanzar.
-Claro, también puedo ser el padrino en vuestra boda- dijo viendo de reojo como su mejor amigo le miraba.
-¿Lo dices en serio?, ¿Harías eso por mí?- le preguntó bastante más emocionado de lo que había imaginado.
-Claro que sí- le dijo mirándole y dedicándole una pequeña sonrisa.
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