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Felix llegó un sábado a la tarde llorando a la casa de los Seo, y aunque aún no había hecho las paces con Changbin este le recibió con los brazos abiertos

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Felix llegó un sábado a la tarde llorando a la casa de los Seo, y aunque aún no había hecho las paces con Changbin este le recibió con los brazos abiertos.

-Olvídate de lo que ha pasado estas últimas semanas por ahora por favor- le pidió Felix a Changbin una vez le abrazó en cuanto entró a su habitación.

Eunji le había abierto la puerta, por lo que le acompañó hasta la habitación de su hijo y después cerró la puerta del dormitorio. Después de haber estado sollozando entre los brazos del pelinegro por un buen rato el australiano se tranquilizó un poco.

-Lo siento, soy un idiota, no tengo excusa para lo que te he hecho- le dijo Felix dejando a un Changbin confundido por aquella situación.

-¿Ha ocurrido algo?- le preguntó suavemente, sabía gracias a Seungmin que aquel fin de semana la iba a pasar en la casa de Bangchan, por lo que no comprendía qué hacía el pelimorado llorando entre sus brazos.

-He discutido con Bangchan, ha hecho algo que no me ha gustado y no ha parado hasta que Minho ha entrado a su habitación al escuchar mis quejas. Después de eso he cogido mis cosas y he salido corriendo de allí- le contó resumidamente mientras abrazaba con algo más de fuerza a su mejor amigo.

-¿Te ha hecho daño?- le preguntó intentando controlar sus ganas de abrazarle fuertemente, simplemente mantenía sus manos rozando la espalda del pelimorado.

-Estaba asustado Binnie, no es el mismo Bangchan que me gustaba- dijo dejando aún más confundido a Changbin.

¿Qué podría haberle hecho como para decir todo aquello?

-Abrázame, por favor- le pidió Felix al notar como el pelinegro intentaba mantener las distancias.

Al ver que Changbin no hacía ningún movimiento el australiano le obligó a abrazarle con fuerza, quedando sus cuerpos muy cerca el uno del otro.

-Se siente bien, nunca me había parado a pensar en lo cómodo y tranquilo que me siento cuando estoy contigo- le dijo Felix, haciendo que su corazón se acelerara inconscientemente.

-No digas eso por favor- le pidió tragando saliva nervioso.

-¿Por qué?- le preguntó algo confundido.

-Porque haces que mi corazón se acelere y no quiero que lo haga- se sinceró.

Felix se apartó un poco del pelinegro quedándose con la vista fija en la del contrario. Changbin no pudo evitar desviar la vista hacia los labios contrarios, para poco después carraspear al darse cuenta de aquello, y desviar la vista hacia los ojos del pelimorado.

-Puedes besarme si quieres- le ofreció Felix.

-¿Qué?- le preguntó confundido, viendo como el australiano acercaba más sus rostros.

-Que puedes besarme, tienes mi permiso- le repitió, dejando al pelinegro aún más confundido.

Changbin le miraba nervioso, tragó saliva al verse a sí mismo fijando de nuevo la vista en los labios de su mejor amigo. Inconscientemente pasó su lengua por sus labios para humedecerlos, los sentía secos de repente. Finalmente carraspeó y se apartó de Felix para desviar la vista hacia su izquierda, dónde se encontraba su armario a unos pocos metros de distancia.

-No sé en lo que estarás pensando, pero es una muy mala idea Lix- le dijo sin poder hacer contacto visual con él -Además, tienes novio, y el que ahora mismo no estéis muy bien no significa que lo hayáis dejado. Y a parte, no sientes lo mismo por mí que yo por tí. No tiene sentido- dijo lo último para sí mismo, pasó una de sus manos por su cara intentando tranquilizar a su agitado corazón.

¿Quería besarle?, claro que quería, pero no en esa situación.

-Entonces deja que yo te bese a ti- le propuso poniendo una de sus manos en la barbilla del pelinegro para que éste fijara de nuevo la vista en la suya y sus rostros volvieran a estar bastante cerca el uno del otro, hasta el punto de notar la respiración del contrario.

-Felix, no entiendo por qué estás haciendo esto- le confesó notando como, a pesar de que intentaba controlarse, su corazón palpitaba más rápido.

-La otra noche que me besaste me sentí muy tranquilo, quiero volver a sentirme así y olvidarme de los problemas por un momento- dijo y Changbin tragó saliva fuertemente mientras mantenía la vista fija en los ojos del pelimorado -No hace falta que me correspondas el beso si no quieres, y ya sé que estoy siendo egoísta, pero, por favor- le pidió de nuevo, aquella vez Changbin no pudo evitar desviar la vista a los labios del pelimorado, poco después asintió sin desviar la mirada.

Felix se fue acercando poco a poco, por lo que el pelinegro cerró los ojos esperando el roce de los labios del pelimorado con los suyos. Cuando sus labios chocaron no pudo evitar notar como su corazón se aceleraba de una manera que creía imposible. No hizo ningún movimiento, fue Felix quien empezó a mover sus labios sobre los suyos, se sorprendió un poco cuando su mejor amigo mordió lentamente su labio inferior para después continuar besando sus labios lentamente.

Mentiría si dijera que los besos de Felix no se sentían bien. Sabía que le estaba utilizando en aquel momento para olvidarse de todo, y aunque no acababa de comprender con exactitud cómo es que habían llegado a aquella situación quería dejar sus pensamientos lógicos hacia un lado y disfrutar de aquel momento, el cual posiblemente no volvería a ocurrir. Por lo que abrió lentamente sus labios, dejando al chico en frente suya mejor accesibilidad. No tardó mucho en comenzar a mover sus labios al compás que los de Felix, apoyó una de sus manos en la mejilla del chico hasta llevarla a su nuca, dónde ejerció algo más de fuerza arriesgándose a que el chico le apartara, cosa que no hizo.

Se sorprendió cuando el pelimorado apoyó una de sus manos en su nuca y la otra en su cabeza entrelazando sus dedos con sus cabellos, e introdujo su lengua en su cavidad bucal, solo pudo soltar un pequeño gemido por la sorpresa, aunque no lo pensó mucho, ya que casi instantáneamente imitó la acción de Felix, notando como la adrenalina comenzaba a hacer gran presencia en su cuerpo.

El beso se había tornado muy desordenado, pero aquello no quitaba lo bien que se sentía, tanto Felix como Changbin parecían estar en una especie de trance mientras probaban los labios del contrario. No fue hasta que Changbin apretó un poco uno de los brazos del pelimorado que el nombrado reaccionó.

-Espera- le dijo Felix apartándose un poco del contrario como pudo.

El pelinegro se encontraba agitado, con sus pupilas dilatadas y mirándole atentamente mientras hacía el esfuerzo de no bajar la vista a sus labios, los cuales estaban rojos y algo inchados por la reciente situación. El pelimorado no tardó mucho en abrazar a su mejor amigo, notando como el pelinegro tardó un poco en corresponderle.

-Gracias- dijo apoyando su barbilla en el hombro de éste a la vez que cerraba los ojos e intentaba relajarse.

Changbin se encontraba con su cabeza escondida en el cuello del pelimorado mientras mantenía los ojos cerrados intentando que las lágrimas no salieran, porque, a pesar de que volvería a repetir aquello una y otra vez si le daban la oportunidad de viajar en el tiempo, no podía evitar sentir como su corazón se estrujaba al saber que no lo había besado porque gustara de él.

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I lιкє ρєяsσηsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora