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El Lamborghini se parqueo en la calle frente al edificio donde Jungkook vivía. Si hubiera podido, habia dado un gran portazo para demostrarle al imbécil que le llevo que aún estaba furioso, Taehyung bajo del auto sacando las compras.

Jungkook subió las escaleras, no habia ascensor. No tenía dinero para permitirse algo mejor. Taehyung le siguió silbando, como si estuviera contento, Jungkook se detuvo en la puerta de su apartamento y se volteo a ver a Taehyung. — Ya puedes irte... —Dijo con voz contenida, lo odiada. Lo odiaba.

Taehyung miro su reloj. — ¿No me invitas a pasar...? —La forma en como cambio el tono de su voz le dieron ganas a Jungkook de abofetearlo.

— ¡Lárgate ya! —Le grito el pelinegro — ¡Desaparécete, Taehyung! ¿Cuándo vas a entender que no quiero nada contigo? —La voz del Doncel se rompió, estaba a punto de llorar. — Por favor, por favor.. Deja de molestarme.

Taehyung le miro impasible, dejo las compras a los pies del pelinegro. — Mañana vendré a cenar, te enviare un mensaje, quiero carne y mucho tomate ¿Vale? —Dijo dándose la vuelta — Por cierto... —se volteo nuevamente. — Averiguare con quien planeabas salir.

Jungkook trago ruidoso. — ¿Si? ¿Y qué harás? ¿Matarlo? — Preguntó, las lágrimas ya bajan sin control por su rostro.

El castaño sonrió al escuchar eso... — Es una fantástica idea —Le respondió. — Nos vemos, cariño. —Y se marchó, observo como bajaba las escaleras y arrancaba el Lamborghini. Jungkook trago ruidoso y sollozo en voz baja, tembloroso abrió la puerta y tiro las bolsas de compras en la habitación.

Lo odiaba, lo odiaba, lo odiaba.

Odiaba a ese maldito, se creía el dueño del mundo, se creía el dueño de su vida. ¡De su vida! Mordió sus labios con fuerza, y tomo asiento para quitarse los botines, seguramente, le sacarían de la investigación por lo ocurrido.

Fue a la nevera y se sirvió algo de agua, mientras tomaba una pastilla para tranquilizarse. Se disculparía con sus superiores Y........

El timbre sonó.

Jungkook se tensó, ¿Seria ese imbécil de nuevo?

— Somos nosotros, Jungkook, abre la puerta. —La voz de Namjoon lo tranquilizo. Respiro profundo y camino hasta llegar y abrirla.

Los policías observaron el semblante del chico, tenía los ojos ligeramente hinchados, y el maquillaje arruinado, Jungkook se dio la vuelta y estos entraron, Jimin fue el último en entrar.

— Yo... —Jungkook hizo una pronunciada reverencia de disculpa. — L-lamento mucho lo que ocurrió... No sabía que... él es un conocido... no sabía que f-frecuentaba ese lugar.

Los policías soltaron un suspiro, tensos, tomaron asiento en el suelo, viendo las bolsas de compras, tiendas carísimas. — ¿Desde cuándo lo conoces? —Preguntó namjoon al pelinegro.

Jungkook torció el gesto. — Desde el colegio. —Contesto sin dar muchos detalles, volvió a tomar asiento. — ¿E-estoy fuera del operativo? —Pregunto a su capitán.

Namjoon trago ruidoso. — Jungkook... el objetivo, si apareció.

— ¿Sí...? —Murmuro agarro un pañuelo que estaba cerca de el para limpiarse el rostro. — ¿pudieron al menos captar algo que...?

— Jungkook... —La voz de Yoongi, otro superior hizo que los observara.

— ¿Qué...? —pregunto observándolos.

— El objetivo, es Kim Taehyung.

El pelinegro se colocó de pie de un salto al escuchar aquello, los miro con pánico y se tropezó con sus propios pies. — ¿Q-que...? —Tartamudeo al escuchar eso. — ¿C-como que es ese imbécil? ¿Q-que tiene que ver con el... s-se supone que... los Yakuza?

YAKUZA / TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora