INEFABLE. Después de ella

·| 🅲🅰🅿Í🆃🆄🅻🅾7 |·

🟌THE BIG DIPPER🟌

—La verdad es que estaba muy bueno el bocadillo que me has recomendado... —dice, mientras se limpia la comisura de sus labios.

—Me alegro —no se que mas decir.

Nos quedamos en un silencio incómodo. Durante la comida, lo hemos podido disimular un poco porque estábamos sumergidos en la misión de masticar y tragar el bocadillo. Ahora no hay bocadillo. No hay nada para disimular.

Yo la miro, y ella a mi. ¿Qué estamos haciendo? Porque parecemos dos críos de instituto.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —me pregunta de repente, y yo asiento mientras le doy un sorbo a la cocacola—. ¿Has visto alguna vez las estrellas?

Frunzo el ceño. Su pregunta es rara. ¿Como que si he visto estrellas? Claro, cada noche. ¿Se ha fumado o bebido algo?

—Quinn... —quizás se lo tome como que pienso que está loca, pero le digo lo obvio—, hay estrellas cada noche.

—¡Ya lo sé! —se ríe un poco—. Yo decía estrellas de verdad. Cuando vas al campo, donde casi no hay contaminación, por la noche se ven las estrellas. Puedes ver tantas que hasta no parece ni que sean reales, porque al estar acostumbrado a las pocas que hay en la ciudad, no sabes ni de la existencia de ellas —me toma por sorpresa que hable tanto y seguido, y sin sonrojarse. Creo que el tema de las estrellas le gusta, o al menos es lo que me dice el brillo que hay en sus ojos—. O las constelaciones. En la ciudad son casi inexistentes... Hecho de menos ir a verlas...

Suspira, antes de darle un trago a la bebida.

Para que no vuelva a instalarse el silencio incómodo que se está asomando, decido preguntarle sobre las estrellas. Asi, quizas parece que la escucho cosa que ya hago, aunque pueda parecer que esté ausente.

—¿Has visto la Osa Mayor? —no me sé ninguna constelación más.

—Si —me ofrece una sonrisa tímida, y agradecida. Supongo que porque la esté escuchando algo raro, nunca se lo que le pasa por la mente a esta chica—. ¿Quieres saber la historia detrás del nombre?

Algo me dice que le hace tanta ilusión que le diga que sí, que aunque le diga que no me lo dirá igualmente, asique nos ahorramos el mal trago a los dos, y le digo que si.

No es que no me interese, pero no sé nada sobre el tema. Siempre he pensado que es aburrido, y ni me he parado a pensar en que los nombres tuvieran significados. Soy un ignorante total.

—La Osa Mayor representa a Calisto, una ninfa. Un día, Zeus, dios del cielo, se enamoró de ella. Por cierto, Zeus tenía ya una mujer, Hera. Calisto engaño a su mujer con Zeus y juntos tuvieron un hijo, Arcas. Hera al enterarse de eso, desterró a Arcas a vagar por el bosque el resto de su vida, en forma de oso, claro.

—Vaya, que... —no encuentro una palabra para describir tal relato.

—Si, bueno, la mayoría de las historias sobre la mitología griega son así. Si quieres el proximo dia te cuento la de la Osa Menor. ¿No te parece injusto que Hera destierre a Arcas? El pobre no ha tenido la culpa de nada de lo que han hecho sus padres... Si Hera ha de desterrar a alguien deberia ser a su marido —creo que ha empezado a divagar porque esta mirando a un punto fijo en el que no hay nada. Entonces, sacudio su cabeza—. Creo que deberiamos volver al bufete. Se hace tarde —me sonrio timidamente mientras se levantaba de la silla.

De todo lo que ha dicho, lo que mi mente ha retenido como ninguna otra cosa es que dijera el proximo dia. Y no se porque, pero me gusto. El proximo dia... ¿Quiere eso decir que me tiene la suficiente confianza y  yo a ella?

¿Quiere decir eso alguna otra cosa que no logro entender, todavía?

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Cuando volvemos al bufete, nos pasamos trabajando hasta las nueve, cuando cada uno se va a sus casas.

Estoy en el aparcamiento, buscando las llaves de mi coche, cuando siento una presencia detrás mio, y me giro, pegándole un puñetazo.

—¡Joder! Que dolor —grita Ash, agarrándose la narizota, que ahora está sangrando.

—¡Joder! ¡Perdón! —Miro alarmado la nariz que sangra a borbotones—. Pero, ¿qué querías que hiciera si te pones detrás mío sin decir ni una palabra como un psicópata?

Él refunfuña, y se cruza de brazos, o lo intenta hacer solo con un brazo, y al darse cuenta de que parece gilipollas "cruzando" un brazo, lo deja suelto.

—¡Perdón, eh! No sabía que lo primero que harías seria darme un jodido puñetazo —frunzo el ceño. No se lo que esperaba, pero yo no veo normal que vaya super silencioso y se sitúe detrás mío como si me fuera a robar.

—Bueno, ¿qué querías? —le quito la mano de su nariz, la cual ya ha parado de sangrar un poco, y la reviso—. Pensaba que ya estabas de camino a tu apartamento...

Lo veo ponerse nervioso de golpe, y me alejo para mirarlo mejor. Entrecierro los ojos, y lo veo mover las manos nerviosamente. Valeeeeee... ¿qué está pasando aquí?

—Pues... la verdad... esque... Bueno... —miro el reloj, para que se apresure a decirme lo que tiene que decirme, he de ir a ver a la pequeña Kars y a su madre—. Me preguntaba si... —expulsa el aire de sus pulmones lentamente— ¿VasacasadeNatalia?

Pestañeo. No he entendido una mierda. Esto me recuerda a cuando le gustaba una chica en la fraternidad. El decía que la quería, de una manera romántica, no física, y me pidió consejo. Estaba super nervioso. ¿Estábamos en la misma situación? Tendría que investigarlo.

—Vale, no he entendido nada. ¿Puedes repetirlo, vocalizando y más lento? —vuelvo a mirar el reloj.

—Deja de mirar el puto reloj —se cruza de brazos enfadado—, y llevame a casa de Natalia.

—¿Era eso? —cuando él aparta la mirada como un niño que no ha hecho nada malo en su vida, me rio con ganas.

Empiezo a reírme a carcajadas, hasta que me duele la barriga, y cuando me quiero dar cuenta, Ash ya está en el asiento del copiloto, pitando con la bocina, yo vuelvo a reír.

Ashton es único en su especie.

Entró en el coche, y me abrocho el cinturón, con lágrimas en los ojos del rato que me he estado riendo.

Esque Ashton es demasiado él a veces. Cosa que implica un comportamiento de niño de cinco años.

—Por casualidad... no se —hago un gesto raro con las manos—: ¿Te gusta Nat?

—¡¿Qué?! —su voz se vuelve aguda, y eso para mi es respuesta suficiente—. Douglas, has de dejar de fumar ya, creo que te está afectando al cerebro.

—¿Y porque te pones a la defensiva, Bell?

—¡No lo hago! —su voz se vuelve aguda, y cuando lo nota, carraspea, y me lanza dagas con la mirada, yo vuelvo a reír.

A reírme de él, en su cara. Porque no hay otra manera mejor de hacerlo.

Y en ese rato, no me doy cuenta de que no he estado pensando en Karla. De que puedo volver a reír. A ser feliz. A intentar volver a la normalidad. Pero que me va a costar.

Porque ayudar a Ashton con su interés romántico me distrae, me hace pensar que algún día yo podré avanzar, como él acaba de empezar a hacer.

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Buah, hace como una eternidad que no actualizo esta historia, pero bueno, estoy aqui.

He acabado las clases, y intentare acabar esta historia para finales de verano (principios de septiembre). Aunque no aseguro nada.

Nos leemos <3

L.