Después de organizar todas mis cosas otra vez en su lugar, bajo las escaleras corriendo cuando escucho a las niñas gritar. Llego al ultimo escalón y las veo tiradas en el piso siendo víctimas de las cosquillas
de su padre. Las dos se revuelven mientras Dom se carcajea viéndolas
reírse. Siento un gran pesar al verlos y saber lo unidos que son los
tres. No sé como eran con su madre, y no me interesa saberlo la
verdad, no quiero meterme en ese terreno, al menos no por ahora.
Una punzada de pesar crece en mi interior al ver lo buen padre que
es, no tenia ni idea de que los hijos cambian a las personas y tal vez
él tuvo razón al decirme que cambio. Y quizás haya cambiado por sus
hijas. Si hubiese sabido esto antes ahora seria todo diferente. Para
ambos.
—¡Winnie!—Llama Megan.
—¡Ven a ayudarnos!—Ríe Elena.
Dudo en ir en su rescate al ver la cara de diversión que tiene Dom y
sé porque es. Odio las cosquillas, y lo sabe perfectamente así que no
se si es muy inteligente meterme con él ahora.
—¡Por favor!—Gritan las nii as.
Dominic se levanta con gracia divina dejando a las nii as libres de sus
garras y ellas aprovechan para correr al jardín donde, ahora que me
fijo, esta Lilian sentada en una tumbona leyendo un libro. Me había
olvidado de su presencia. Miro a Dom acomodar las muu ecas de las
niias que están tiradas.
—Llamo mi madre.
—¿Si? ¿qué dijeron?
Sonríe de lado acercándose un poco a mi.
—Que... en una semana regresan a casa.
Una semana. Cinco días. Eso lo cambia absolutamente todo ya que le
dije a mi padre que me quedaría hasta que ellos regresaran y eso
implica irme el fin de semana, y estamos a exactamente una semana
ya que hoy es lunes por la maa ana lo cual nos lleva a tener solo una
semana.
—Bueno....supongo que tienes que apresurar los planes.
Frunce el cee o sacudiendo levemente la cabeza y me mira fijo
mientras se acerca a mi.
—Así que... ¿te vas al final de la semana?—Pregunta.
Asiento segura sin despegar los ojos de los de él que ahora están
entre confusos y curiosos. Guarda silencio por un minuto mientras
me debato en que rayos hacer ahora. Es un gran cambio de planes
tener solo esta semana, pero así se dieron las cosas y tendré que
regresar a casa para el lunes.
Pienso en mi haciendo otra vez mi rutina diaria en casa. Levantarme
temprano, ir a dar clases, quedarme a suplantar a alguna profesora
que no este presente para su clase, porque, eso es ,lo que yo hago, y
no me quejo. Me encanta mi rutina y volver es algo que ansió. Pero es
no quiere decir que este un poco deprimida por Dom, tenemos solo
cinco días para volver a conocernos bien y llegar a tener una buena
relación. Tenemos una semana para ya no volvernos a ver en un largo
tiempo.
Alejo esos pensamientos rápidamente al ver que las nii as regresan
corriendo del jardín y cada una se cuelga de mis piernas riendo y
tratando de esconderse de Dom quien, esta muy ocupado viendo el
reloj.
—Bueno, creo que te dije que tenia planes para tí así que...¿nii as? —
Las toma de la mano —¿Porque no van por sus abrigos? las estaré
esperando justo aquí.
Las dos dan un salto de alegría y suben corriendo las escaleras
mientras yo contengo la respiración. No me gustaría que se cayeran y
lastimaran por subir como locas esos escalones.
—Tu también.
—¿Qué?—Lo miro desconcertada.
—Ve por tu abrigo, hace un poco de frió afuera.
—Y se puede saber ¿a dónde vamos?—Pregunto.
—Nop.
—¿Por qué?
Me da una sonrisa mientras toma sus llaves y niega levemente.
—Porque es una sorpresa.
—No me gustan las sorpresas.—Hablo rápido.
—¿Desde cuándo? si mal no recuerdo te encantaban las sorpresas.—
Me mira curioso.
—Exacto. Me gustaba. Tiempo pasado Dom, esto es el presente.
Se queda callado mirándome, pero no logro saber que es lo que pasa
por esa mente que tiene este hombre. No hace nada más que mirarme
fijamente y odio que me miren así.
—Bien...—Dice lentamente—Bien. —Se acerca a mi —Esta te gustara
créeme.
—Yo no....
—Shhh—Pone un dedo en mis labios—Cállate y déjame comenzar a
demostrarte que puedes y debes confiar en mi.
—¿Debo?—Me burlo.
—Si, pronto, mi querida y dulce Winnie. Pronto sabrás....
—¡PAPI!
Las nii as gritan y con eso las palabras de Dom se cortan quedando
completamente en el aire. ¿Que iba a decir? ¿qué sabré pronto?
preguntas y más preguntas comienzan su danza por mi cabeza y no
puedo responderlas, no ahora. Quiero distraerme por un rato. No se
que trama Dominic con su "Sorpresa" pero sea lo que sea voy a
soportarlo, lo haré si eso quiere decir que pronto escuchare la verdad
sobre él. Sobre el hombre que es ahora y sobre los secretos que
abundan en su pecho. Porque se que hay muchas cosas que no sé de
él, pero también sé que hay muchas cosas que él no sabe de mi.
Estoy esperando sentada en el auto mientas Dom acomoda a las
niias en sus sillas de seguridad en el asiento trasero. En la casa solo
queda Lilian y la verdad no me gusta nada que quede sola. No la
conozco muy bien y no se que hará ahora. Pero al parecer Dom si
confía en ella lo suficiente así que eso me lleva a confiar también.
Dominic se sube al auto y me da una sonrisa confiada. ¡Dios santo!
me matara si sigue dándome esas sonrisas hermosas. Es un hombre
demasiado hermoso y él lo sabe, como también sabe como me afecta
a mi. Pero no dejaré que se me acerque de manera intima hasta que
sepa algo en concreto. Y cuando digo esto es porque quiero saber
porque se fue de esa manera, o mejor dicho, ¿por qué se metió
conmigo cuando estaba comprometido con otra? eso es exactamente
lo que quiero saber. Me lo merezco y me lo debe por dejarme. Al fin y
al cabo después de que se largara yo fui la que se quedo aquí, yo fui
la única que se quedo a hacerles frente a todos los que me miraban
juzgándome por como estaba. Yo fui la única persona que se quedo
para enfrentar a mi padre . Y fue una jodida mierda tener que,
también, enfrentarme con su madre, María, cuando era su maldito
problema hablar con ella pero...¿cómo iba a saberlo él? como decirle
mi situación cundo él se había casado al mes siguiente. No pude
hacer más que callarme y seguir por mi cuenta, con la ayuda de mi
padre quien, guardo silencio por mi, porque le rogué que no dijera
nada, que era asunto mio.
Pero no podía hacer nada si María decidía que su hijo tenia que saber
algo de lo que pasaba, al fin y al cabo es su hijo. Pero milagrosamente
mi padre hablo con ella y los dos entendieron que era un asunto mio
para arreglar. Y yo jure que algún día diría la verdad. Pero pasaron los
aaos y mis agallas se esfumaron. ¿Ahora? ahora que lo tengo tan
cerca, a Dominic, no estoy tan segura de saber si podre seguir ocultando lo que sé, que pronto, más temprano que tarde va a salir a
la luz. No quiero que lo sepa por nadie más que por mi, pero no
ahora, ahora solo voy a disfrutar del momento y a averiguar más
sobre él. En qué hombre se convirtió. Tengo que saber.
Todos mis pensamientos se pierden cuando veo en donde estamos.
Abro la boca para decir algo pero no puedo, no sale nada de mi. No se
que decir ni hacer. Esto es increíble.
Miro a Dominic quien esta mirándome fijamente con una sonrisa
sabionda ¡diablos! de todos los lugares en esta ciudad enserio ¿tenia
que traerme aquí? este lugar representa toda mi adolescencia. Para
ser exactos, nos representa a los dos. A Dom y a mi, ambos
estábamos aquí con demasiada frecuencia como para no recordad
cada cosa que paso aquí.
Es nuestro lugar, o lo era antes. Nuestro prado secreto, al que
veníamos cuando queríamos estar un rato a solas y al aire libre,
donde ambos eramos eso. Libres de hacer cualquier cosa. Este lugar
tiene todos nuestro secretos en el, no había pensado en este lugar
desde que me fui, no hasta ahora. Y al verlo no puedo evitar sentir
nostalgia al recordar todo lo que yo era al tirarme en el pasto, verde,
fresco, con ese aroma tan natural del campo, flores por doquier, era
un lugar perfecto, lo siento, sigue siendo un lugar perfecto .
—Sabia que te gustaría estar aquí.—Escucho susurrar a Dom.
—Sigue estando igual de hermoso.—Sigo maravillada con esto.
Las nii as gritan ser liberadas para poder correr por el lugar, y las
comprendo bien, porque también quiero salir del auto e inspeccionar
todo este lugar como antes solía hacerlo siempre que venia. Lo hago,
bajo del auto y camino al prado, quizás este un poco loca pero ahora
siento la misma frescura que sentía al estar aquí, y sé que Dom lo
siente también al pararse a mi lado y suspirar con calma mientras su
mirada vaga por el lugar.
Me adentro más, voy entre los grandes arboles siguiendo a las nii as
que descubrieron lo mágico del lugar. Ellas acaban de descubrir lo
que más me gustaba de este prado al venir. El valle.
Un pequeeo valle de agua completamente cristalina cayendo en
cascada increíblemente. Recuerdo sentarme aquí por horas solo para
observar el correr del agua y para escucharlo a él.
—Papi que bonito lugar.—Habla Megan dando saltos.
—Lo és carii o.
Ellas se sientan en el pasto sacando sus muu ecas de sus mochilas
rosas y comienzan a jugar con ellas, completamente ajenas a nosotros
dos y a las chispas en el aire que corren por todo mi cuerpo.
—Sentémonos.
Ahora que lo miro veo que trajo con el una manta junto con un
canasto con, lo que supongo debe ser nuestro almuerzo. Siempre esta
preparado para todo es tipo. Sonrió mientras lo ayudo a colocar bien
la manta y tomamos asiento a un costado de las nii as.
—Ahora dime Pooh ¿logre sorprenderte?
¿Me sorprendió? completamente. Lo hizo, no me esperaba esto para
nada y eso lo hizo todavía más increíble.
—Sip, me sorprendiste Dom, es algo nuevo.
Frunce el cee o.
—¿Nuevo?—Pregunta.
—No me sorprendo tan seguido últimamente, y si lo hago no es una
buena sorpresa.
—Hoy la parasemos bien. Nada de ponernos sensibles ni nada ¿si?
—Claaaaro.
Digo lentamente mirándolo extraa ada. Este Dom me esta asustando
un poco, de la manera buena quiero decir. Todavía no se que es lo
que piensa hacer ni decir y quiero estar muy informada de todo para
cuando este en casa al final de esta semana.
Lo observo sacar refrescos de la canasta y unos bocadillos, si que
estuvo preparando todo, me pregunto en que momento lo hizo para
que no lo veo o me diera cuenta de lo que hacia.
Sonriendo contenta por este momento, por estar en mi lugar mágico, como solía llamarlo, porque él este aquí también, las nii as que,
aunque no entiende nada son parte de todo. Ellas son hijas del
hombre con el cual tuve una historia, una que no termino bien, pero
todavía no estoy segura de saber con exactitud si termino o quedo en
suspenso hasta ahora. En todo caso ésta es una historia que se
merece un punto final, y pretendo ponerle final en estos días. Porque
sé a ciencia cierta que si no soy yo será él quien decida poner final.
Cuando sepa la verdad.
Cuando todo se me vanga cuesta abajo.
—Ahora ataca antes que estas carnívoras devoren todo ¡NIÑAS!
Las llama para que coman y ellas corren a donde estamos. Megan
toma un bocadillo de espinaca y se sienta cómodamente en mis
piernas. Se relaja y comienza a devorar su comida. La miro
sorprendida por su atrevimiento, pero no me molesta, para nada. Me
agrada mucho que se sienta en confianza conmigo. Miro a Elena
hacer lo mismo pero en regazo de Dom, él besa su cabeza de risos
negros y me lanza una mirada intensa.
Nos miramos por lo que parece una eternidad, parpadeo cuando las
chicas comienzan a reír mientras se hacen caras raras.
—Megan no hagas eso o te quedaras así para siempre.
—Papi eso no es verdad, eres un mentirosito.
Ellas ríen sin parar y no puedo evitar acompaa arlas en las risas al ver
la cara de Dominic. Él comienza a hacer caras raras, ojos viscos
mientras saca la lengua y no puedo parar de reírme. En este
momento esto se siente tan natural. El compartir un momento tan
simple pero tan hermoso a la vez. Risas llenan el aire en este lugar
especial en el cual guarde y quedaron demasiados secretos sin contar.
Esto es simplemente mágico. Y me siento realmente bien. En este
momento se que pase lo que pase, más haya de lo que me este por
confesar y decir Dominic hoy o maa ana, no cambiara la forma en la
que lo veo. Se ahora, viéndolo jugar con sus hijas que este hombre
cambio, y puedo llegar a asegurar que lo hizo desde que estas dos
lindas mujercitas llegaron a su vida. Recuerdo ahora que él mismo me
lo dijo, en el parque aquella vez. Se que ellas cambiaron su forma de
mirar al mundo porque al tener un hijo uno ya no piensa en sí
mismo, sino que comienza a pensar en lo mejor para sus hijos. Y creoque Dom es otro hombre por ellas. Lo sé porque me paso lo mismo.
Hace casi diez aa os alguien vino a mi vida para cambiar mi visión, y
no pensar solo en mí misma.
Segura de todo lo que suceda a partir de ahora,abierta a todas las
palabras para escuchar tranquilamente miro al valle con una gran
sonrisa en mi rostro, y luego miro a Dom, dándole un leve
asentimiento, confiando en lo que diga. él sabe. Sabe que estoy
preparada, ahora, para escuchar todo lo que no se dijo hace diez
años. Llego el momento.
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¿Me enamoré de mi hermanastro?
RomanceY pensar que terminaría teniendo como apodo "pooh" Y se transformaría en apellido en mi sangre, tan raro y estúpido, pero tan mío y especial. Empezamos con el pie izquierdo, pero quiero arreglar las cosas entre tú y yo... #M.E.D.M.H