Me quedo quieta, muy muy quieta mientras él me mira con...no se
como me mira, no puedo descifrar que es lo que piensa porque su
mirada esta en blanco. ¿Qué hago ahora? ¿cómo explicar? ahora veo
que todo se me viene cuesta abajo porque quería decirle en otro
momento y en un lugar y ambiente más cómodo y relajado. Quiero
que entienda mi posición en este momento pero no creo que lo haga,
no si esta sacando sus propias conclusiones ahora.
Mis manos comienzan a sudar y temo mucho hablar y que mi voz
suene temblorosa como pasa cuando me pongo nerviosa, pero de una
u otra manera llego el momento de aclarar todo, de que la verdad
salga a la luz. Aunque me cueste perder a Dom para siempre esta
vez . De solo pensar en eso mis miedos salen a relucir justo ahora y
no quiero decirle, no quiero que esto arruine lo que tenemos hasta
ahora, porque eso seria fatal para mi, para los dos.
—¿Y bien? ¿Ben?
—Tengo que hablar contigo.
Suelto rápidamente. Dominic asiente y se queda callado, esperando a
que hable, a que diga algo en este momento pero con su silencio me
esta diciendo que no esta calmado en absoluto. Esta tratando de
frenar su enojo y palabras, lo conozco demasiado como para saberlo a
esta altura.
—Mira, sé que esto tendría que habértelo dicho antes de...
—¿Antes ? ¿me estas malditamente jodiendo Winnie?—Grita.
Oh maldición. Cuando me llama así y no pooh es porque de verdad
esta enojado. Esto será difícil pero tengo que hacerlo antes de que
esto llegue más lejos ya. Tengo que a partir de que le diga ya todo
puede pasar, y eso me asusta bastante.
—No grites y cálmate ¿si? sé que estuve mal pero... Dom es tandifícil...yo...yo...
Mis ojos se humedecen y hago lo posible para no derrumbarme. No
puede llorar justo ahora, tengo que ser fuerte ahora.
Pero ¡diablos! es tan difícil cuando lo que estas a punto de decir
puede arruinar todo lo que hasta ahora te saco una sonrisa, lo que
hasta ahora me hace feliz más que nunca.
Camino hasta donde se encuentra Dom todavía mirándome con una
mirada helada, y tomo su mano en la mía. Me pongo de puntitas y le
planto un beso en los labios, al principio no corresponde a mi beso,
no mueve sus labios pero reacciona rápido abriendo su boca para
explorar la mía. Me cuelgo de su cuello mientras profundizamos el
beso que con cada mordisco de su parte se hace más intenso. Una
lágrima cae silenciosa por mi mejilla y trago mi sollozo mientras trato
de que no se de cuanta y sigo con el beso. Sé que es injusto pedirle
esto, pedirle lo mismo que él me pidió hace diez aa os pero tengo que
hacerlo. Tengo que tener esa seguridad de que el estará para mi
después de esto. La seguridad de que podemos enfrentar cualquier
cosa juntos y de que, pase lo que pase, entenderá. Y aunque se lo
pedí antes, ahora necesito esa calma de que no me dejara sola.
Él suspira en mis labios y apoya su frente en la mía con sus ojos
cerrados. Esta respirando fuerte como si tratara de calmarse. Me
quedo completamente quieta acomodando las palabras que saldrán de
mi boca.
—Prométeme que no me odiaras...—Susurro completamente
destrozada y ya no puedo evitar mis lágrimas. —...por favor....
Dominic se tensa en mi agarre y abre sus ojos para lanzarme una
mirada confusa.
—¿Por qué lloras? sabes que odio que llores.
—Necesito que me lo prometas Dom. ¡Ahora!
Sueno como una loca pero esto es lo que necesito en estos momentos
para poder seguir. Si él no lo promete no podré decirle con la
seguridad de que no me odiara por el resto de si vida.
—Lo prometo. Lo hago. Te lo dije antes pooh. Ahora, por favor ,dime.
Un poco del peso que sentía se esfuma pero es solo un poco. Lo llevo a
la sala para sentarnos y poder hablar mejor. Mis piernas están
temblorosas al igual que todo mi cuerpo mientras lo dejo sentarse en
frente de mi en el sofá. Tomo tres profundas respiraciones y ¡espera!
busco mi teléfono el cual sigue en su mano, lo miro y él se da cuenta,
así que me lo devuelve no muy seguro de hacerlo pero me lo dá.
Suspiro y busco entre mi galería.
—¿Qué diablos haces?—Suelta.
—Espera un segundo...
Encuentro lo que busco y dejo mi celular al lado de mi pierna y
enfrento su mirada azul cielo.
—Recuerdas....tú recuerdas hace diez aa os antes de que te vayas que
nosotros...tu y yo....
—Lo recuerdo.
—Cuando te fuiste después de esa noche tan especial yo....estaba
triste, deprimida y después de un mes comencé a sentirme mal
yo...vomitaba siempre y...
—Winnie....—murmura.
—Déjame terminar.
Me doy cuenta de que esta conteniendo la respiración y me mira con
sus ojos azules, ahora negros de ira. Lo sabe.
—No supe que hacer cuando me entere de que estaba....estaba
—¡NO PUEDO CREERLO!
Me sobresalto al escucharlo gritar. Dom se levanta del sofá y viene
hacia mi con pasos lagos. Toma mis brazos y me levanta del sillón.
—Dime que esto es una maldita broma. Dímelo ahora pooh porque...
Lagrimas calientes surgen otra vez de mis ojos mientras niego, él solo
me mira estupefacto para luego fruncir el cee o en see al de confusión.
—¿Estabas embarazada?—No digo nada y eso lo enfurece más—
¡RESPONDEME!
—¡SI! LO ESTABA.—Le grito en la cara.
Me suelta y comienza a dar vueltas por la sala mientras se toma la
cabeza en las manos.
—Dom yo....
—¿Por qué? ¿por qué diablos no me dijiste? podrías haberme dicho
que estabas esperando un hijo mio Winnie... ¿por qué?—Susurra
derrotado.
—Tu te fuiste de aquí diciendo que no me amabas, te largaste de mi
vida alegando que estabas ya comprometido, que tenias una familia.
—¡Sabes porque me fui! te lo dije.
—¡No lo sabia Dominic! Tú te fuiste cuando tenia catorce aa os ¿qué
crees que sabia yo a esa edad? te fuiste de aquí rompiendo mi corazón
—Limpio mis ojos y corro a él para agarrar sus brazos—Entiende que
yo no sabia...estaba tan asustada...
Se suelta de mi agarre y da un pazo atrás. See ala mi teléfono.
—¿Tengo que suponer que es él? ¿Ben?—Dice bajito.
Voy por mi teléfono lo enciendo y se lo entrego para que observe. Es
una fotografía de Ben en un parque, la tomamos antes de que se
fuera de vacaciones y es la que más me gusta de todas las que tengo
de él. ¿Ya dije que Ben es un mini Dominic? por eso decidí
mostrársela, para que sepa que no miento y que vea lo que es Ben. Su
hijo. Nuestro hijo.
Dom mira completamente paralizado la foto, contiene la respiración y
toca lentamente la pantalla de mi teléfono como si estuviera
hechizado. También parece que olvide como respirar mientras mira la
foto.
—Es...es idéntico...—Me mira perplejo —¿cómo...?
—El es Benjamín mi hijo....y él tuyo—susurro.
—Quieres decir que....¿desde hace diez aa os tengo un hijo y yo no lo
sabia? —Lanza el teléfono lejos y me grita—tenia el derecho de saber
Winnie ¡LO TENIA! —Me agarra por los hombros y me aparta.—no
puedo...—susurra.
—¿Qué no puedes? ¡DOMINIC! —Grito a su espalda.
No puede hacerme esto. Dios lo prometió. Lo malditamente prometió.
Se da la vuelta y con indiferencia me dice.
—Sé que lo prometí, pero ahora, en este momento...me es imposible
no odiarte.
Y se va azotando la puerta con su marcha. No hago nada. Solo me
quedo completamente en silencio. lágrimas caen y caen pero no me
importa, ya no. Él se fue de la casa pero también se fue de mi vida, se
fue para siempre y aunque siempre supe que cuando se enterara lo
haría, albergaba muy dentro de mi corazón el estar equivocada. Al
parecer no. Dominic sabe la verdad, mi verdad, y ahora se fue.
Apartándome de su vida. Y no tengo nada que hacer ahora, no puedo
obligarlo a reaccionar o escucharme, no quiere hacerlo y no lo culpo.
Yo soy la idiota por esperar demasiado tiempo sabiendo las
consecuencias de todo esto.
Tomo mi celular del suelo y hago una llamada.
—Hola.
—Carla ¿cuando llegan a casa?
—¿Winnie? ya estamos a unas cinco horas en la carretera de llegar
¿por qué?
—Genial, los recibiré en casa.
—¿Si? que bueno, le diré a tu hijo que anda raro desde que te llamo
hace una hora.
¡Diablos! ¿hablo con Dom? ¿llego a hacerlo?
—Dile que lo estaré esperando en casa con su comida preferida ¿si?
gracias Carla.
Me despido de ella y corro escaleras arriba para hacer mis maletas.
Esta hecho, todo lo que tenia que decirle lo dije y no quiso
entenderme, prefirió irse y dejar todo así. No puedo estar más
esperándolo, ya no. Sé que no es tan bueno huir como cobarde pero lo
estoy haciendo, no puedo enfrentar su mirada cuando me esta
culpando de todo, y tiene derecho pero simplemente no puedo hacer
frente a su ira y enojo ahora. El me odia. Me lo dijo y eso me destruye
como nunca nadie lo hizo. Incluso ahora es peor que hace diez aa os
cuando se fue. En ese entonces era más fácil asumir las cosas pues
era joven, pero ahora es diferente. Soy una mujer que tiene que
enfrentar todo y lo estoy haciendo. Si él quiere conocer a su hijo me
halara si no lo hace sabré que no quiere hacerlo.
Dany junto a Tomy vienen después de que los llame hace diez
minutos para ayudarme con mis cosas y llevarme al aeropuerto. Lo
hacen sin preguntar y agradezco tal cosa. No quiero ni tengo ánimos
de hablar de eso.
Al llegar al aeropuerto miro a mis dos amigos, las dos personas a las
que jamás creí amar tanto como amigos como lo hago y me parte el
alma tener que dejarlos a ellos también. Me pongo a llorar como una
niia y en segundos l,os brazos fuertes de Dany me abrazan contra su
pecho mientras susurra palabras alentadoras en mi oído.
—Sea lo que sea que sucedió estará todo bien. Créenme pequee a.
Espero que si, rezo silenciosamente porque sus palabras sean ciertas.
Luego abrazo a Tomy, él me dice lo mismo mientras me guii a en ojo.
—Los llamaré al llegar. Lo prometo.—Le digo con voz ronca.
—Te hablaremos constantemente por Skype.
Con una ultima despedida me encamino para tomar mi avión y con
cada paso que doy una parte de mi corazón se rompe en mil pedazos
y duele como la mierda.Cuando las personas te dicen que un corazón
es imposible que duela por amor se equivocan , cuando te lastiman o
simplemente sufres por amor, el corazón se retuerce haciendote saber
que esta triste y destrozado, logrando que te duela aún más. Eso es lo
que siento ahora, mi corazón esta sufriendo, y yo junto a él también.
Tomo un sorbo de mi café y miro atentamente por la ventana del aula
de mi salón. Veo a los chicos correr alegres por todo el patio
descansando en estos cinco minutos de recreo que tienen. Hace una
semana empecé las clases nuevamente, me encontré con mis chicos y
agradezco a dios que estar con ellos en las horas de clase me
distraigan de la realidad.
Cuando llegue a casa hace una semana lo hice todo como un robot,
aunque me obligue a poner una sonrisa en mi rostro para mi hijo en
su regreso y si que lo hice. La llegada de Ben fue fabulosa también,
fue tan alegre volver a ver a mi nii o después de días sin verlo, que
apenas lo vi me largue a llorar como una magdalena. Él como es de
costumbre me dijo que dejara de llorar porque odia cuando lo hago. Y
sus palabras solo sirvieron para que llorara aún más todavía pues,
son las exactas palabras que siempre utilizo Dominic conmigo. No fue
fácil sacar de mi mente su recuerdo, no lo es todavía, pero a pesar
que por dentro estoy muriéndome de tristeza por él, siempre hago lo
posible por que Ben me vea bien y fuerte para él. No quiero que sufra
lo mismo que yo ni que sepa el por qué de todo esto. Sé que tengo
que, tarde o temprano hablar con Ben y decirle sobre su padre. Pero
lo veo tan bien y tranquilo que pienso que si le digo sobre Dominic y
luego se entere de que su padre ni siquiera llamo para ver como
estaba o para preguntar si podía verlo me pone enferma.
Espere pero no llamo ni se intereso en buscarme así que supongo que
de este modo quedaran las cosas a partir de ahora.
Mi vida aquí seguirá igual solo que mi corazón esta vez se quedo con
él. Al segundo día de llegar a casa mi papá llamo ya sabiendo todo
pero no me supo decir que paso con Dom solo que se fue, mi padre
llego con María y la casa estaba vacía y solo había una nota en la
habitación de María en la que Dom le avisaba que se marcharon por
trabajo de él, lo cual yo sé es una mentira. También supongo que
Lilian se habrá ido ya que sin Dom ahí no hace falta que este ya que
solo vino para ayudarlo con las nii as y eso también me dice que seguramente se fueron juntos. De solo imaginarme a ese par juntos y
con las nii as me dan ganas de vomitar mi almuerzo.
Aveces me vienen a la cabeza las nii as y mi alma vuelve a estrujarse
por extraa arlas tanto y querer abrazarlas y decirles que las amo.
Porque lo hago, sé que no son mías para amarlas pero en el tiempo
que pase con ellas aprendí a quererlas mucho, y creo que también
merecen saber que tiene un hermano aquí. No dejo de soo ar despierta
con la idea de una familia con todos juntos, todos alegres y felices sin
que nada nos venza ni pueda perjudicarnos más después de todo.
Pero eso no para en la vida real, la vida es dura y cada vez que te da
lo que quieres en el momento menos esperado te lo arrebata y te tira
al vacía solo para que te salves como puedas, para que sobrevivas sin
ese algo que te quito tan injustamente. En cuestión la vida es una
completa perra cuando quiere.
Escucho el timbre sonar y esa es mi campana diciéndome muy dentro
de mi que me trague mis sentimientos y ponga mi mejor sonrisa a la
clase, los chicos no tiene la culpa de lo que me pasa.
Entran todo gritando y cantando alegres mientras toman asiento para
comenzar la clase nuevamente. Los observo hablar entre ellos tan
inocentes al mundo exterior que me pone feliz por ellos, porque sé que
son nii os muy felices y compresivos conmigo. Voy a mi escritorio y
tomo mi cuaderno para comenzar mientras una sonrisa se forma en
mi rostro. A decir verdad y ahora que lo pienso, es mi primera sonrisa
sincera después de una larga semana.
Tengo un solo pensamiento por el resto del día y es que, es hora de
que deje de revolcarme en mi dolor y tragármelo para siempre, solo de
esa manera podré vivir tranquila y sin ese malestar tan feo en mi
alma. Si él no regresa yo no lo haré tampoco, no esta vez.
ESTÁS LEYENDO
¿Me enamoré de mi hermanastro?
RomanceY pensar que terminaría teniendo como apodo "pooh" Y se transformaría en apellido en mi sangre, tan raro y estúpido, pero tan mío y especial. Empezamos con el pie izquierdo, pero quiero arreglar las cosas entre tú y yo... #M.E.D.M.H