Calidez [Hakkai Shiba x OC] (Hiatus)

4. Mikey

Miraba el reloj con cierto enojo en mi pecho, mis mejillas se inflaban formando un puchero. Draken había prometido que saldríamos un rato ya que estuvo casi una semana desaparecido y para compensar el susto que me lleve saldríamos a tomar un helado.

Me levante de la cama acomodando el vestido amarillo pastel que adornaba mi cuerpo y aproveche para ir al espejo de cuerpo completo para examinar que todo estuviera bien, las medias blancas las subí un poco hasta la mitad de mis muslos y mi mochila blanca con pequeñas alitas hacía que me viera como una ido.

Este niño nunca va a salir- Sali de mi habitación sorprendiéndome al ver que también el rubio había salido acomodando su pequeña cola de caballo- ¡Hey!

Hola- respondió neutro- ¿iras a algún lado? - este tonto!

¿Íbamos a salir hoy no lo recuerdas? - él pareció pensarlo por un rato para después negar- eres un idiota, después de que te perdone que no aparecieras por aquí en una semana

Si aparecía- ambos levantamos nuestras barbillas para no dejarnos intimidar- que tú te la pases dormida todo el día no es mi culpa

¡Bien! púdrete entonces- di dos pasos hacia mi habitación y me detuve al escuchar un chasquido de lengua

Bien vamos- me gire de un salto con una sonrisa de mejilla a mejilla- pero primero vamos con unos amigos

¿Amigos? - asintió- eso es muy raro nunca me presentas con ninguno

Eso es porque sé que son unos idiotas...- presione el botón del elevador y las puertas se abrieron de inmediato- pero ellos no se...

Awwwwww- puse mi mano en mi boca mientras picaba su mejilla- quieres a estos amigos

¡Cállate! - su ceño se frunció, pero con solo ver el color subir por sus orejas sé que di en el clavo- nos iremos en la moto

Traigo vestido- me miro por un momento

Tienes algo debajo- asentí- no creo que pase algo- cuando las puertas del elevador se volvieron a abrir nos encaminamos a la moto del rubio- toma póntelo- al tener el casco en las manos no tarde en hacer caso y ajustar un poco la correa

Dios esto estaba muy suelto, ¿Qué tan grande tienes tu cabeza de huevo- temblé al sentir el puño del contrario hacer impacto con el casco- Tonto!

Te lo mereces- pasé mi pierna del otro lado de la moto mientras esperaba que Draken se acomodara- ya estas lista? - asentí- bien sostente de donde quieras- mis manso llegaron hasta sus hombros dejándolas como pequeños ganchos, el motor ronroneo debajo de nosotros y tras una acelerada nos encaminamos a la calle.

He subido en la moto pocas veces casi siempre son porque Draken quiere ir a cenar a otro lado y está lejos o simplemente no quiere que este mucho tiempo en casa, después de todo en este año cumplí 12 años y las reglas en casa se han vuelto más claras.

Si es que llego a salir de mi habitación tengo que avisar a Draken para que alguno de los clientes no me confunda, si es que uno de ellos me habla con otras intenciones hablar rápidamente con las chicas, Masa-san o Draken y por último no aceptar nada de lo que me ofrezcan esas personas.

No es por desconfiar de las personas, pero nunca sabes que personas visitan ese tipo de lugares. Menos si son locos buscando niñas...

¿Dónde veremos a tus amigos? - pude sentir una pequeña carcajada pasar por su espalda y mirarme de reojo

El semáforo al que nos aproximábamos cambio de color a rojo haciendo que una moto con dos personas se detuviera

Mi Goki es la mejor de todo Tokyo!- Draken movió un poco la moto hasta quedar a un lado de ellos y puso su pie para que no caigamos