Immortal | Alice Cullen (Terminada)

Capítulo 18

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- Adiós linda - Le sonreí coquetamente para salir del baño satisfecha

Me recosté en los casilleros alado de Bella que guardaba sus libros, cerro su casillero y me miro con diversión.

- Era virgen, ¿verdad? - Alzo una ceja

- Oh vaya que era virgen - Le dije riendo- Era más virgen que el aceite de oliva extra virgen - Nos reímos- Vayamos a clases

La abracé por su cintura posesivamente y nos fuimos a nuestra clase, ambas usamos nuestros encantos para conseguir el mismo horario así que estábamos en las mismas clases todos los días, excepto en las extracurriculares, ella agarro lectura clásica y yo escogí arte abstracto.

Entramos al salón hablando sobre esa chica que ni recordaba su nombre, ella se reía de como la había acorralado en el baño usando mis encantos. Mi alegría se fue un poco al ver a las hermanas Denali en nuestra clase.

- Genial - Murmure sentándome dos mesas más adelante de ellas

- Amaré nuestra estadía aquí - Se burlo de mí

- Te odio cada vez más - Me recargue sobre el respaldo de mi silla

- No puedes odiarme - Canturreo con burla haciendo que me rodee los ojos con diversión

Estaba recargada sobre mi moto teniendo encima de mi cuerpo a una chica que ni su nombre sabía, pero me estaba coqueteando a lo desgraciado. Detrás de ella veía como los Cullen y las Denali me miraban haciendo que sonría de lado.

- Vamos a mi casa, linda - Le propuse para subirnos a mi moto

- Contigo voy a donde sea - Se subió detrás mío

- Te veo en casa, pequeña Swan - Le avise antes de ponerme mi casco

Bella asintió estando a lado de Katherine y Marco hablando tranquilamente, de fondo escuche como Alice gruñía.

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Me levante con pereza del sillón ya que tocaban el timbre de la casa, arrastraba mis pies al caminar, apenas había acabado con mis tareas y dormido unas pocas horas, mi humor y ganas de hacer algo eran mínimas.

Al abrir rodee los ojos fastidiaba al verla enfrente mía cruzada de brazos, sus ojos dorados estaban levemente oscurecidos, su ceño fruncido y su ropa tenía algunos copos de nieve que estaban derritiéndose.

- ¿Qué quieres Cullen? - La mire con aburrimiento- Son las 7 de la tarde así que habla rápido y espero que sean tus estúpidos celos

- Si sabes que es, para que sigues haciendo que me ponga así - Me recrimino con seriedad

- Aquí vamos de nuevo - Me recosté en el lumbral de la puerta cruzándome de brazos- Mira Cullen, ya te dije que no te metas entre mi naturaleza y mis alimentos humanos con tus estúpidos celos, así me lo estés pidiendo mil veces no dejare de hacerlo, soy lo que soy

- Pero puedes ser conmigo - Gruñó molesta- Me mata tener tantas visiones de ti con otros humanos - Me agarro del cuello de mi suéter con su mano izquierda jalándome hacia ella- Deja de hacerlo

- ¿O qué? - La mire con diversión- ¿Qué es lo que tus pequeñas manitas de...

Me callé de golpe ya que sus finos labios habían sido estampados contra los míos con fiereza, lo respondí sin dudarlo con la misma intensidad, sin cortar el beso me empujo hacia atrás haciendo que entremos a la casa, ella cerró la puerta con su mano libre.

Sentí como me sentaba en el sillón, se sentó ahorcadas sobre mí mientras me abrazaba por el cuello profundizando el beso que se estaba poniendo cada vez más intenso, mis manos fueron a sus muslos disfrutando de su temperatura tan fría.

Gemí al sentir como su lengua fría saboreaba mi boca, mis manos acariciaban sus pequeños y firmes muslos, entre ratos los apretaba a mi gusto haciendo que jadee en mi boca, pase mis manos a su trasero apretándolo con necesidad.

Todo se sentía tan malditamente bien, mis manos tenían vida propia tocándola sin pudor alguno y con tanta necesidad, en mi mente había pequeñas voces diciéndome que parara mientras que otras me estaban casi gritando que siguiera hasta concluir el lazo.

Sus manos empezaron a bajar hacia mis pechos con cierto desespero y necesidad, en un abrir y cerrar de ojos hice que ella estuviera acostada en el sillón debajo mío, me separe de golpe apareciendo en la otra punta de la sala.

- No - Mi respiración era entre cortada- Vete, vete de mi casa Cullen - Apunte hacia la puerta- Aléjate de mí y deja tus celos estúpidos...

- ¿¿Por qué me alejas de ti?? - Me pregunto elevando su voz sentada en mi sillón- ¿¿Por qué Anneberg?? Soy tu pareja destinada, pero te empeñas en alejarme de ti

Estaba por estallar enfrente de ella, pero junto llego Bella a la casa junto a Dahaka y Astartea que me abrazó apenas me vio.

- Alice, hola - La saludo Bella aligerando el ambiente

- Hola cielo - Me murmuro Astartea en el oído haciendo que me relaje

Escondí mi cara en su cuello abrazándola por su cuerpo con posesividad.

- Hola Bella - La saludo Alice más tranquila- Te vez bien siendo rubia

- Gracias - Escuche como se sentó a su lado- ¿Interrumpimos algo?

- No - Salí del cuello de Astartea- Alice ya se iba - La fulminé con la mirada- ¿No es así Cullen?

- Sí, ya me iba - Le sonrío a Bella desanimada- Nos vemos en la universidad - Se despidió de Bella quien la guío a la salida

Al regresar esperamos que se alejara por completo, Bella me miraba con los ojos entre cerrados.

- Le haces daño - Me recrimino- Y lo sabes

- Ella puede o no aceptar ese lazo Bella - Le dijo Astartea seria- MI esposa no está obligada a estar alado de esa Cullen, si Anneberg no quiere estar con ella por las razones que sea, lo aceptamos y fin

Me agarro de la mano y me llevo hasta nuestra habitación, cerré la puerta detrás de mí, nos acostamos en la cama.

- ¿Por qué lo hace más difícil? - Le pregunte mirando al techo- Tú misma lo dijiste, no estoy obligada a aceptar el lazo, así como tú con ricitos de oro

- Ella lo tiene que entender tarde o temprano amor - Se acostó encima mío apoyando su barbilla en mi pecho mirándome con cariño y amor- Ellos creen que tener su pareja destinada a su lado pegados como ladillas es sano, son tan posesivos y tóxicos con sus parejas

- Lo sé, lo he visto con los reyes - La mire con cariño- Entiendo que sus parejas destinadas son importantes, pero no entiendo sus necesidades de tenerlas tan pegada todo el tiempo, nosotros podemos pasar milenios alejados y no nos pasa nada - Acaricio mi mejilla con ternura

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