Immortal | Alice Cullen (Terminada)

Capítulo 22

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Así pasaron por unos meses, Anneberg ignoraba la existencia de Alice distrayéndose con sus tareas, amigos, sexo y fiestas hasta que empezaron las mayores fiestas por las vacaciones largas que se cercaban con rapidez, Anneberg al ser de las más populares, gracias a su naturaleza.

Las Denali y Alice ya no estaban molestas ya que Anneberg había empezado a ignorarlas por completo al ver que Alice estaba a raya con la insistencia del lazo y sus escenas de celos habían disminuido al mínimo.

Ahora las fiestas a la que Anneberg que asistía eran mucho más alocadas que el año pasado en el instituto. En estas fiestas ahora ella podía estar bebiendo, coqueteando y drogándose, sobre todo drogándose junto a Bella, Josh Lin, Marco Moon, Drake Nott y Katherine Sloan.

Ambos clanes de vampiros vegetarianos estaban haciendo sus respectivas actividades dentro o fuera de la casa durante la estrellada noche, Jasper estaba leyendo un libro viejo mientras que Alice leía una revista de moda, pero en realidad solo podía pensar en Anneberg, Alice jadeo entrando en una visión haciendo que los cercanos a ellas la vieran.

Adentro de una casa donde se llevaba a cabo una fiesta estaba Anneberg junto a sus amigos, todos se la pasaban entre risas, baile, alcohol y drogas, en otra escena estaba Anneberg teniendo sexo con Marco Moon en la fiesta.

Por alguna razón Alice enfureció por completo, ella ya había tenido muchas visiones de su amada teniendo esas escenas haciendo que se ponga celosa, pero esta vez fue diferente así que decide ir a por ella.

- Alice - La llama Edward, pero ya era demasiado tarde Alice ya se había ido

- ¿Qué vio? - Le pregunto Rosalie confundida

- Lo de siempre, Anneberg en una fiesta donde terminara teniendo sexo con alguien - Miro la puerta- Pero algo fue diferente, por alguna razón esta vez se puso más celosa de lo normal

Los pocos presentes estaban confundidos por lo sucedido, ya se habían acostumbrados a que Alice tuviera visiones como esas sobre Anneberg. Mientras que ellos estaban confundidos, Alice estaba manejando con rapidez hasta la casa que vio en su visión.

Cuando llega a la fiesta ve como Anneberg y Marco ya se encontraban bailando demasiado pegados incitándolos a concluirlo en una de las habitaciones de la casa donde era la fiesta de uno de sus compañeros de carrera.

Alice camino hacia ellos para agarrarle la mano de Anneberg sacándola de bailar, Anneberg la miro confundida y en shock hasta que reacciona, pero ya la había llevado a una habitación para que pudieran hablar en privado y para que no sucediera lo que pasaría en la visión de Alice.

- Oh no me digas - Anneberg la miraba con burla- Viste como Marco me follaba en alguno de estos cuartos y por eso me sacaste de ahí

- Sí - Admitió Alice hirviendo en celos- Si me querías ver como una perra loca celosa, aquí estoy - La encaro acercándose a ella

- Oh no pequeña - Le agarro de su cintura con posesividad apegándose a ella- Tú no tienes el mando aquí - La estampo contra la puerta para agachar su cabeza hasta que sus alientos chocaban- Yo soy la que manda aquí, la que tiene el control total soy yo - Murmuro con burla

Alice amaba con locura ese tono de voz tan burlón y sensual de Anneberg, la hacía que cayera a sus pies en cuestión de segundos, sus piernas fallaban ante ella y su imponente mirada azulada que siempre estaban cargados de burla y picardía.

>> ¿Me estas escuchando pequeña? - El murmullo de Anneberg la hizo salir de sus pensamientos

Vio como ahora Anneberg la tenía tan acorralada contra ella y la puerta haciendo que sus cuerpos se toquen casi por completo, sus muñecas estaban arriba de su cabeza agarradas con firmeza por las manos de su pelinegra.

Las piernas de Anneberg estaban a los costados de sus pequeños muslos haciendo que no tuviera ninguna posibilidad de poder escapar, la demanda y sumisión que Anneberg la estaba sometiendo hacía que cayera ante ella.

Alice no resistió tener a Anneberg tan de cerca como lo estaban ahora así que termino de cortar la escasa distancia que tenían sus labios para besarla con necesidad. Ambas empezaron a besarse con la misma necesidad e intensidad.

Anneberg la tenía tan sumisa que gano la batalla de lenguas mordisqueando y jalando levemente el labio superior de la más bajita para volverla a besar con la misma intensidad, Alice quería tocarla con desespero, pero las manos firmes y fuertes de Anneberg no la dejaban hacerlo a como ella quería.

Anneberg dejo su mano izquierda agarrando las muñecas de Alice para bajar su mano derecha acariciando su brazo y delineando su silueta delgada, jadeo entre el beso sintiendo la mano de Anneberg acariciando su abdomen plano debajo de su blusa, la pelinegra corto el beso.

- De tu linda boquita solo saldrá mi nombre la noche de hoy linda - Ronroneo sensualmente excitándola más- Hare que te sientas en el mismísimo cielo cuando en realidad estas en el maldito infierno conmigo entre tus piernas - Las piernas de Alice se hicieron gelatina al escucharla hablarla así

En un movimiento rápido y ágil Anneberg le dio la vuelta dejándola bocabajo sobre la puerta, pero conservando la misma posición de sumisión.

>> Hare que tus piernas tiemblen del placer - La voz de Anneberg era ronca y demandante- Hare que te vengas tanto que con solo verte te correrás para mi mientras gritas mi maldito nombre - Apretó su trasero de repente haciendo que gima de sorpresa- No vayas a contener esos deliciosos gemidos, gatita

La mano de Anneberg apretaba y acariciaba el pequeño y respingado trasero de Alice a su gusto, Anneberg la aparto de la puerta sin soltarla, hizo que pusiera sus manos detrás de su espalda para llevarla a la cama y acostarla bocabajo sobre esta.

- No muevas tus manos de ahí, gatita - Le demando- Si lo haces te voy a castigar - Quito su mano sobre las muñecas de Alice

Las manos de Anneberg con rapidez empezaron a navegar sobre el pequeño cuerpo de Alice haciendo que suelte varios suspiros, las manos de Anneberg llegaron al botón del pantalón de Alice, en un segundo ya lo había abierto y bajado hasta sus tobillos dejando a reducir la lencería rosada que cargaba.

- Esta cosa sobra en ti, gatita - Se burlo mientras alzaba de a poco la blusa blanca de Alice- Espero nadie te esté esperando, porque no vamos a salir de aquí por unas buenas horas, Cullen

Alice ya no pensaba, solo quería que Anneberg la tocara y la hiciera suya una y otra vez, Alice estaba más que convencida que su apellido se escuchaba mejor cuando Anneberg lo decía con su voz ronca y demandante que la hacía mojarse en milésimas de segundos.

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