𝗦𝗢𝗡 𝗜𝗡 𝗟𝗔𝗪 - 𝐥.𝐡𝐚𝐞𝐜𝐡𝐚𝐧

Dos

— ¿Nuestro aniversario?

— El siete de marzo.

Mis padres se habían ido hace una hora, y Donghyuck y yo todavía estábamos repitiendo nuestra falsa historia antes de que llegaran.

Mirando hacia atrás, me sentía mal por mentirles. Pero realmente no tenía opción: era eso o comenzar a tener citas con los hijos de sus colegas.

El moreno dejó escapar un suspiro.

— Creo que eres la cliente que más me ha estresado.

— Si te hago estresar, espera a que tus "suegros" regresen.

El timbre suena.

¿Tan rápido? Los invoque.

Intercambié una mirada con el chico antes de dejar escapar un leve "buena suerte" de mis labios. Abrí la puerta a mis dos padres, quienes sin siquiera saludar revisaron si su supuesto yerno se había escapado.

— ¡Siéntense, prepararemos la comida!

Cumplimos y nos sentamos a la mesa.

...

Cuando mi padre vino hacia nosotros con su famoso Xiao Long Bao, Donghyuck tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos. Me volví hacia él, a punto de pedirle que rompiera el contacto.

—Confía en mí.- Este me susurró.

Mi madre llegó después, con una garrafa de agua en la mano, junto a mi progenitor, aún no habían visto el intercambio entre el joven y yo.

Finalmente, cuando lo vieron, una sonrisa se formó en sus rostros, pero nada más.

¿Ningún comentario de "ya los veo ya casados"? Vaya, eso es nuevo.

Se sentaron en sus lugares, todavía tranquilos. Una vez servido, mi padre apoyó los codos sobre la mesa y cruzó los dedos.

—Entonces cuéntanos todo

—¿Todo, tipo… todo? — dije, nerviosa.

— Todo.

Cuando estaba a punto de hablar, Donghyuck tomó la iniciativa.

— Un día llegué tarde a la universidad, cuando llegué todos estaban en los pasillos, era el descanso.

Saquenme de aquí.

— Corrí para tratar de llegar a tiempo a mi segunda clase cuando me topé con una chica. Me disculpé y la ayudé a levantarse, sin embargo, pensé en ella el resto de mi día.

Esa parte fue idea suya, muy cliché.

Con una sonrisa en su rostro, mi padre preguntó:

— ¿Y después de eso?

— Los días que siguientes, recorrí los pasillos para encontrarla, cuando finalmente lo logré, le pedí su número y la invité al cine.

Mis padres eran todo sonrisas, las palabras falsas de su supuesto yerno los habían conmovido. Lo miré a los ojos y le sonreí, haciéndole saber que había respondido correctamente.

...

— ¿Que estas esperando? — dijo mi madre.

Levanté las cejas, ¿esperando de qué?

—¡Señor, besense!

El rubor subió a mis mejillas. En realidad no ensayamos para eso.

Sin que yo pudiera tomar represalias, mi supuesto novio depositó un casto beso en mis labios.