𝗦𝗢𝗡 𝗜𝗡 𝗟𝗔𝗪 - 𝐥.𝐡𝐚𝐞𝐜𝐡𝐚𝐧

Tres

Sábado

Mi madre quitó el freno de mano del auto, habíamos llegado frente a la casa de Donghyuck

Después de eso tuvimos que ir al hotel.

También pude aprovechar para mirar el edificio en el que vivía el chico, era bastante bonito, un alojamiento bastante apto para un estudiante.

A diferencia de mi madre, que no podía evitar cantar canciones viejas y cursis durante el viaje, yo no tenía ningún entusiasmo por ir.

Especialmente ante la idea de volver a ver al moreno después de la última noche que pasamos juntos.

Solo de pensarlo me avergonzaba.

Y pensar que iba a pasar un fin de semana enteró con él, en la misma habitación, en la misma cama, y ​​haciendo actividades de pareja con él cuando lo conocía desde hacía poco más de una semana.

La puerta se abrió y dio paso a un sonriente Donghyuck.

—¡Buenos dias!— Nos dice el joven, fingiendo delante de mi madre.

—Hola... Haechan.— Esta vez, tomé la delantera y di un beso rápido en la mejilla de mi falso novio frente a los ojos atónitos de mi madre.

Incluso si estábamos haciendo esto para que ella lo viera y creyera el engaño, el hecho de que ella estuviera mirando todo lo que hacíamos lo hacía realmente vergonzoso.

Una vez que se acomodó en el asiento del automóvil, sacó su teléfono de su bolsillo y comenzó a escribir un mensaje mientras mi madre encendía el automóvil nuevamente para conducir al hotel.

Decidí mirar por la ventana para distraerme, hasta que recibí una notificación.

Donghyuck
_

¿No te dio una gran resaca?

Por favor, que no mencioné nada de lo que dije es noche.

Sí

Lo vi fruncir el ceño y sentí que me dio una mirada rápida.

??

¿Pasa algo? ¿Hice
algo mal?

No

Deja de actuar Shuhua.
Contrario a lo que dijiste
la noche anterior no soy
estúpido.

Lo dudo.

— Niños, en lugar de estar en sus teléfonos podrían hablar entre ustedes, comunicarse. Así se hacía en mi época.— dice mi madre.

Luego bloqueé mi teléfono y miré por la ventana, tratando de dejar de pensar en cosas. Realmente no estaba de humor para hablar con nadie.

Una vez llegado a destino, pude ver el hotel en el que íbamos a pasar el fin de semana, un hotel de cuatro estrellas.

—Adelante, los dejaré aquí. La reserva está a nombre de “Zhang”.

Asentimos y le dimos las gracias antes de salir del coche, sin olvidar nuestro pequeño equipaje debido a la duración del viaje.

Llegué a la recepción, hablé con el recepciónista y recibimos las llaves de nuestra habitación.

Cuando subimos al ascensor, Donghyuck decidió romper el silencio que se había producido desde que dejamos a mi madre.

—¿Puedo saber por qué estas seca? ¿Enserio es por lo de la otra noche?

—Sí.

El moreno se echó a reír.