Office Boy

Al AIRE

Tikky lo sabia. Los tenía justo donde los quería, el niño era mas inocente de lo que creía. Podía tomar eso como una ventaja, incluso existía la posibilidad de amenazarlos con ello. Si todo el mundo se enteraba de que Kanda era gay, seguramente muchos accionistas retirarían el capital de Black order al ver incierto su futuro y no por que fuesen homofóbicos, después de todo, en los negocios el dinero era quien mandaba, lo harían a causa de la incertidumbre que se cerniría sobre la sucesión de la empresa a la muerte de Kanda. Era evidente que si era homosexual no podría tener un hijo con su pareja y esto llevaría a la elección de un director no emparentado con la familia Kanda.

Era importante el director de una empresa, demasiado, ya que las grandes decisiones se centraban en este personaje y los accionistas al ver finalizada la línea de la familia Kanda con la aparición del hijo gay tomarían su capital y lo retirarían de ahí por seguridad, causando así una descapitalización en la empresa, impidiendo de esa forma que esta llevase a cabo los proyectos que tenía.

Y con todo ese balaje de pensamientos estaba ahí de pie, frente a la recientemente descubierta pareja, con la victoria dibujada en las pupilas. No podía ser mejor, sin embargo, ahora que el dulce sabor de la victoria se acentuaba en su paladar comenzaba a estar conciente que debía de jugar bien esa carta si quería sacar el mayor provecho.

–Nunca imagine que Alicia fueses tú, Allen -El albino se respingo a la mención de su nombre.- No se preocupen, su secreto esta seguro...conmigo - hasta que sea el momento propicio, quiso agregar pero se abstuvo de ello, en cambio miro fijamente a Kanda, quien parecía destazarle con aquella fiera mirada.

–Yo lo siento... no sabía como decirte esto- Intento disculparse el albino y Tikky le sonrió amablemente.

–No te preocupes, no era tu deber decírmelo. Puedo entender por que hicieron esto, no se preocupen. Soy su amigo...

–¿De quien?- pregunto Kanda interrumpiéndole.

–De ustedes

Y de nuevo aquella guerra sin cuartel de miradas acontecia entre ambos.

–Vamonos – dijo Kanda mientras tomaba a Allen por los hombros y se lo llevaba de ahí. Dejando atrás a un sonriente Tikky.

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–¿Estás molesto?-pregunto Allen, una vez en la limosina, con la cabeza cubierta con el saco de Kanda.

–No, de hecho me parte de la felicidad que Tikky sepa esto.- contesto sarcástico sin voltear a ver a Allen.

Allen lo observo fijamente, molesto, no era culpa suya. En primer lugar , el que pasaría vergüenza era él, ahora no solo Tikky sabia que era gay, si no que también pensaría que su fetiche era vestirse como mujer. Quien tenia todo el derecho de estar molesto era él. Quien era el mas afectado de esto y si a Kanda no se le hubiese ocurrido la maldita idea de travestirlo solo para quitarse a su madre de encima y de paso a Emilia, esto no estuviese pasando.

–No es mi culpa.- con esto si que llamo la atención de Kanda quien volteo a verlo furioso.

–¿No?

–No, no lo es. Desde un principio te dije que esto no era buena idea. Y no entiendo que haces tu enojándote- dijo mirando fijamente a Kanda, claramente molesto.- En todo caso soy yo el afectado, aparte de gay soy travestí, y todo por tu culpa por que no fuiste capaz de quitarte a tu madre y a Emilia tu solo.

–¡¿Qué quieres decir?- se inclino mas hacia Allen, furioso igual que el albino. Ahora resultaba que era su culpa – Yo no fui el maldito idiota que fue tras Tikky para quedarse a solas.