Office Boy

YO NO SOY...

NOTA ACLARATORIA: Emilia Galmar sale en el manga de -Man, ella no fue un personaje inventado por mi. Podrán localizarla por la noche 172 (creo que ese es el Cap.). Es la chica que cuando choca con Kanda exclama algo así, como "¡Que guapo!".

VIII

Allen abrió enormemente los ojos y se descubrió en la penosa posición de un "amante", el no era esa clase de persona, aquella que mendiga el amor y se conforma con cualquier cosa, él no era esa clase de persona, ni siquiera amaba a Kanda, por lo tanto era imposible para él rebajarse hasta el punto de aceptar esa penosa posición.

Cerró los ojos y paso saliva por su reseca garganta, al abrirlos vio como aquella chica sonreía con autosuficiencia.

–Ahora que sabes tu lugar no te atrevas a aspirar a algo mas.

–Si yo fuera usted, cuidaría mas mi orgullo que a mi prometido.-dijo Allen moderando su voz. En su naturaleza no estaba el ser grosero, pero estaba furioso con Kanda, tan furioso por aquello que apenas y lograba controlarse.

La sangre que corría por sus venas ahora era fuego. Se dio media vuelta con dejando a Emilia totalmente desconcertada, si hubiese pensado que lejos de hacerla recapacitar la haría enfurecer hasta el punto de haber sentido odio por él, quizás solo quizás no lo hubiese dicho con ese tono de voz.

Allen salio al salón, completamente furioso, vio en un lado del salón que Kanda conversaba con un selecto circulo de cinco personas, todos hombres, con elegante porte.

Allen cerró los ojos fuertemente, no haría ninguna escena, simplemente se marcharía de ahí e iría a su casa a quitarse todo ese montón de porquería de ropa que traía. Había comenzado a caminar a través del salón, con paso firme y los puños fuertemente apretados, estaba apunto de llegar a la puerta principal del salón para salir de ahí, cuando alguien llamo su atención.

–Disculpe señorita. Parece molesta. ¿Es que su novio le ha hecho enfadar?.

Allen fijo su vista en la persona que tenía delante de él. Era un joven alto y apuesto, de piel lisa y clara, cabello rizado y negro. Su mirada profunda y dorada, un color inusual pero sin embargo hermoso. Era un joven distinguido y apuesto, quizás no tanto como Kanda Yû, pero no le pedía nada a este.

–¿novio?. ¡Hump, para nada!.-dijo Allen mientras cruzaba los brazos y volteaba a ver hacia cualquier otro lado del salón.

El joven rió quedamente y le miro atentamente.

–Soy Tiky Mikk-dijo con una reverencia mientras tomaba su sombrero de copa con una mano y la llevaba detrás de su espalda.

–Soy...Alicia.-dijo mientras recordaba con dificultad el nombre que le había dado Kanda, reparando en que este no le había puesto ningún apellido.

–Las jóvenes hermosas como usted no pueden estar enojadas. Se ven mas bonitas si sonríen, ¿no cree?.

–Todos se ven lindos si sonríen.-dijo Allen con apatía a causa de su enojo.

–Me temo que hay sus excepciones.

Allen volteo a verlo y suspiro cansinamente.

–Yo me tengo que ir.

–Aún no se vaya, la noche es joven. Mejor sentémonos a beber algo, no es bueno que se vaya tan disgustada a su casa.- Allen fue alentado por aquel joven a ir a una de las mesas del salón y tomar asiento. Comenzó a charlar con él, si es que se podía llamar charla a que Tiky preguntará y Allen solo contestará.

Con el paso de los minutos la entrevista se convirtió en charla. Allen se atrevió a beber un poco de vino tinto mientras ahora comenzaba a charlar animadamente, sonriendo de vez en cuando. Tiky quien le miraba atentamente no pudo evitar sonrojarse ligeramente de ver aquella sonrisa tan sincera y hermosa que le dedicaba aquella chica. Sin duda una sonrisa quedaba mejor en aquel rostro.