- IV -

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Song: Grow old die young- One Ok Rock.

Lara

Saben, siempre pensé que moriría con el secundario terminado y con mi carrera profesional hecha, siendo asquerosamente poderosa y rica.
Ahora, dadas las circunstancias, ni siquiera puedo elegir mi muerte.

Un monstruo gigante de colores muy llamativos está viniendo hacía nosotras.

Está al otro lado de la calle en la que estamos, nos tapa un parque para nenes, pero igual. Estamos muy cerca.

—Lara, nos tenemos que mover—murmura con un tono preocupado a mi lado—. Dale, ahora. Tenemos que volver al callejón.

Agarra mi brazo y me arrastra para volver al lugar en dónde nos despertamos, al mismo tiempo viendo como una figura negra con una vara de metal comienza a atacar al bicho gigante.

—¡Eres demasiado lento para mis garras, peluchito!—grita la figura.

Sip, tenemos a un boludito en el campo.

Ya en ese espacio, escucho los golpes que causa esa cosa. Tiene forma de oso de peluche, pero con violeta y naranja en su pelaje. Sería lindo si no tuviera unos ojos rojos asesinos y dientes de tiburón.

Ni five nights at freddy's se atrevió a tanto.

—Lis, no entiendo ¿Qué es ese bicho gigante?—Ana tiene la espalda y la cabeza apoyadas en la pálida pared del callejón, intentando controlar su respiración—. Vos los conocés y entendés todo lo que pasa ¿No?

Se escucha el ruido de la pelea y los gritos de lo que parecen otras dos personas además del idiota que ví antes. Ana en ese momento abre los ojos y se acerca rápidamente al borde de una de las paredes que nos protegen intentando ver lo que está pasando.

—Sip, yo sé la mayoría de todo lo que está pasando—Por primera vez desde que llegamos, la veo sonreír como un zorro de la emoción. La había visto hacer una muy mala sonrisa de tranquilidad, lo que me hizo sentir un poco mejor, pero no era Ana.

La que sonríe como si quisiera mandarse una cagada, esa es la Ana que estoy viendo ahora.
La pendeja idiota con instintos suicidas: Analice Remiro.

—Entonces, te toca explicarme todo antes de que el bicho nos mate—suspiro de alivio sabiendo que tenemos algo de control en lo que sabemos.

En eso que Ana sigue viendo lo que pasa fuera del callejón, su uniforme del colegio se empieza a desvanecer.

Mierda, literalmente se desvanece y empieza a formarse una especie de traje.

Ahora está flotando levemente estando descalza. También se le formó una especie de pantalón de vestir blanco que llega desde la cintura hasta un poco más arriba de los tobillos.

A los costados se le formaron una serie de dibujos de runas nórdicas, es impresionante. Luego en la parte de arriba se le forma una especie de camiseta negra súper pegada al cuerpo abierto en la zona del pecho y en el medio de su busto llegando hasta el inicio de la malla blanca. En ésta también se le dibujan runas nórdicas por la zona con tela desde la parte inferior de los brazos hasta los costados de las aberturas en el frente.

Detrás se le dibujan unas alas que brillan desde los omóplatos hasta las muñecas y la parte superior de los brazos y antebrazos.
Tranqui, también le cambió todo el color del pelo.

Ana siempre lo lleva atado en una colita alta porque le molesta tener cosas en la cara, por ende muy pocas veces la puedo ver con el pelo suelto. Pero ahora se le desvaneció la colita y se le peinó de forma que ni siquiera le toca el rostro, ahora de un negro profundo.

Todo eso en un mínimo de siete minutos mientras escuchamos como esa cosa cae al piso como bolsa de papas en un torbellino de mariposas blancas.

Ella parece no darse cuenta, por lo que intento hablarle.

—Ana, prestame atención un cachito—Sin dejar de mirar cómo se sigue formando lo que creo que es un traje, intento hacer que me escuche, lográndolo.

—Mande—susurra mirándome. De repente su expresión emocionada cambia a una de sorpresa mientras me mirá de arriba a abajo—. Larita, el uniforme se te está quemando.



See you.





Just another fanfic about the MultiverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora