- VII -

6 0 0
                                    

Song: Changgwi- Ahn Yeeun.

Analice

Se me metió un espíritu en el cerebro, me dice cositas raras.

Al terminar de soltar ese humo y crear el domo de protección, la necesidad homicida se silencia en mi cabeza.

Era como si estuviera en un trance y solo pensara en matar al espía, me picaban las puntas de los dedos al sentir como la cimitarra me susurraba que la usará y la voz en mi cabeza quisiera que le hiciera caso.

—Es un placer, Chat Noir y Ladybug—habla Lara cortando la tensión entre el domo y yo—. Nosotras somos William—se señala con el dedo a ella misma—, y Darcy.

Escuchar esos nombres hacen que sonría, sabe cómo hacerme sentir mejor con cosas chiquitas.

—Pueden decirme Will—ella agarra levemente mi brazo pidiendo que vuelva a su lado para afrontarlos—, y bueno, nuestros nombres de civiles son confidenciales... probablemente uno de estos días se los vamos a terminar diciendo.

Tengo miedo. Yo pensaba que ser un demonio era algo que tranquilamente podía controlar, ya que esa voz homicida siempre estuvo en mi cabeza... pero ésta voz es diferente, por poco y me controla completamente.

Pero bueno, al mal tiempo buena cara. Que frase de mierda.

—Chicas, puedo preguntar—Marinette observa con curiosidad el domo negro por unos segundos, pasa la mirada a Adrien (el cuál está muy serio mirándome fijamente) para terminar relajando la mirada para seguir su pregunta—, ¿de dónde vienen?

Al ver cómo ella está tan emocionada, no puedo evitar sonreír con ternura. Es una nena en un traje con responsabilidades de adulta.
Va igual, yo también... Uh, mierda.

—Y mirá—comienzo hablando, pasando la mirada de una Marinette curiosa a un Adrien hostil. Un tesito de tilo no te vendria mal—, somos del otro lado del mundo.

—¿Cómo?¿Son de Estados Unidos?—Adrien pregunta por primera vez, aflojando a la hostilidad.

—No—contesta Lara con una tonada cargada de indignación. Ella es más patriota que yo—. Somos de más abajo. Argentina.

—¿Dónde queda eso?—admito que ver tanta curiosidad de parte de Adrien hacia Lara está haciendo que quiera matarlo, pero creo que ver cómo la cara de ella se desfigura de la molestia ante su pregunta me da ganas de llorar de la risa.

Larita me dirige la mirada de "te toca, si sigo lo voy a matar" y me da pase mientras ella intenta calmarse caminando alrededor del domo.

Y cómo no, Marinette se ríe repentinamente al entender la situación.

—Chat, Argentina es parte del continente americano—pone una mano en su hombro en señal de apoyo y se sigue riendo—. No saberlo es una falta de respeto.

Mientras tanto, Lara sigue caminando con tranquilidad por todo el borde del domo, a veces tocándolo y otras alejándose sorprendida.
Otro de mis experimentos que se convierte en su juguete.

Por mi parte, solo trato de pensar en las circunstancias. Ellos nos llamaron héroes solo por como nos veíamos, pero nosotras no los ayudamos a terminar con el akuma.

—Disculpá, Ladybug—intento llamar su atención mientras le explica a Adrien sobre dónde queda Argentina y escucho el ruido de sus aritos—. Yo se que los trajes y los poderes dan una imagen de héroe muy obvia, pero no los ayudamos cuando estaban peleando contra el peluchito hace menos de siete minutos, ¿cómo no dudaste en que nosotras éramos de las buenas?

Marinette piensa por unos segundos con la vista fija en mis ojos y luego sonríe. Es raro, siento una calidez en mi interior que no había sentido nunca... ay no, mierda.

—Si te soy sincera, fue una corazonada—luego de hacer contacto visual por unos segundos, pasa la mirada a Lara cambiando su expresión a una neutral y yo siento algo de vergüenza por la intensidad del momento. Al mismo tiempo, se escucha como el anillo de Adrien avisa sobre el tiempo que tiene antes de volver a ser una persona "normal"—. Pero creo que ya es hora de irme, dale un saludo a tu compañera de mi parte, ella es... agradable.

Con un rápido:—Nos vemos luego, Chat—. Marinette salió de la calle principal colgando de su Yoyo pasando el campo de humo sin problemas, hasta un lugar seguro donde podría darle de comer a Tikki y volver a su vida cotidiana.

Lara al ver como Marinette se va, decide volver con nosotros.

—Chat, creo que también te toca correr—suelto con honestidad mientras el observa como Lara camina hacia nosotros sorprendida por el domo que poco a poco se va desvaneciendo. Está completamente perdido—. No queda mucho tiempo antes de que vuelvas a ser Adrien otra vez.

Al escuchar su nombre, desvía la mirada lejana de Lara a la mía.

—¿Cómo puedes saber...—pregunta muy sorprendido. Ahora se pone completamente a la defensiva y sonrío para apaciguar su creciente sospecha—. ¿Quién eres?

—Alguien que quiere que seas feliz. Alguien que te va a cuidar—me voy acercando lentamente hasta poner una mano en su hombro—. Me llamo Analice, Adrien. No te quiero lastimar, tampoco a Ladybug, solo... van a necesitar mi ayuda.

Con eso dicho, Lara llega a nosotros y me alejo nuevamente de él con una leve sonrisa de labios cerrados sin apartar la mirada de Adrien y viendo cómo procesa todo. 

—Sabés, tu domo da miedo. Da mucha corriente.

Lara habla por primera vez para quejarse y Adrien sale de su estupor volviendo en sí.

—Yo...—Lo veo dudar por primera vez desde que nos conocimos, parece un poco desorientado. Cuando escucha el último llamado de su anillo, mira a Lara y sonríe con un dejo de incomodidad—. Es hora de que me vaya... sí... Fue un placer conocerlas.

—Sip, supongo que nos vamos a ver más seguido a partir de ahora—responde Lara sonriendo con amabilidad y despidiéndose sin darse cuenta de su incomodidad. A veces creo que no reconoce al instante la emoción de la otra persona, no sin prestarle su completa atención antes.

—Nos vemos, Chat Noir.

Dando un asentimiento a ambas en respuesta, Adrien sale corriendo por la calle principal, perdiéndose entre las grandes casas de París.







See you.

Just another fanfic about the MultiverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora