Rosa Nostra

03/12/1994

Las campanas de la iglesia calaban en todas las personas que se encontraban en su interior. El negro era el color estrella de la sala. Delante del todo personas lloraban mientras el cura hablaba. Selene no se enteró muy bien de lo que decía, pero se sentía triste igual. 

Con suavidad tomo la mano de su hermano con cariño intentando animarle un poco, no le gustaba verle triste, pero ella también estaba triste... Todos ahí estaban tristes. Gio al percatarse de aquellos movimientos de sus hijos les acaricio suavemente el pelo, abrazando a ambos contra ella, mientras miraba directamente al cura. Zac por su lado estaba sentado, tenía una herida en una pierna, nada grave, pero le molestaba estar de pie. 

Además de tristes muchos estaban incrédulos, aquello era algo que nadie pensaba que pudiese pasar, no hasta muchos años después. Zac había hablado con su esposa de aquel tema, veían a la mujer fuerte, seguro podría con ello. 

Pero no, el cáncer ganó a Lucy. 

La verdad ella no se había sentido mal, sentía que mejoraba. Habían empezado a probar técnicas nuevas para tratar todo aquello. La quimioterapia ya se conocía, pero no parecía tener el mejor de los efectos en la mujer. Empezaron a probar técnicas experimentales. "Radiación, ¡están locos!" había escuchado Selene a su padre gritar alguna noche, pero no fue hasta muchos años después que entendió que había pasado. 

Lucy con el pasar de los meses había tomado un tono de piel más pálido, se había quedado muy delgada pero ella aseguraba sentirse bien. Muchas veces Art le regañaba por sentarse cuando jugaban, pero claro, no entendía que se cansaba con mucha facilidad. 

En agosto de 1994 todo parecía haber mejorado, los tumores que le atormentaban habían empezado a reducir su tamaño, "Todo un milagro" había asegurado algún que otro médico. Todos habían celebrado la noticia. Se hizo una fiesta en la mansión de los Rosé, amigos de la mujer vinieron, todos reían, bailaban y disfrutaban, su querida Lucy estaba mejorando. 

En septiembre del mismo año la joven recibió una mala noticia, una que lograría que la joven se rindiera. El cáncer se había extendido. Gio recordaba como la mujer había llegado a casa llorando, había intentado evitar que sus jefes la vieran así, pero lo habían hecho. El matrimonio intentó animar a la joven, ella simplemente lloraba. Selene miraba desde la escalera todo lo que pasaba. 

A la mañana siguiente corrió hacia la habitación de su cuidadora con una cajita, dentro había muchos dibujos y flores. A ella no le gustaba ver a Lucy triste. "No me gusta que llores" recordaba haberle dicho, Lucy simplemente sonrió con ternura y revolvió el pelo de la menor, "Eres una niña increíble, Selene" le había respondido ella mientras la pequeña sonreía con amplitud. Suavemente le había abrazado y ella le cargó para tenerla en sus brazos, quería demasiado a aquella niña.

Finalmente el 1 de Diciembre de 1994 falleció. Fue Zac quien descubrió la noticia. Era tarde en la mañana y la joven aún no había salido. Con preocupación se acercó hasta la habitación de la mujer. Abrió la puerta observando como la mujer seguía en la cama. En el momento que se acercó a ella se percató del color blanquecino que teñía su piel, los cojones se le pusieron de corbata. Con cuidado agitó el cuerpo de la joven sintiendo como la misma estaba muy fría. 

Comenzó a llorar, ¿realmente había muerto? Era joven, no tenía más de 30 años, era una mujer muy joven, con una vida por delante que disfrutar y ahora yacía muerta en la habitación que le habían otorgado. Con el tiempo había cogido muchísimo cariño a la mujer, la quería casi como una hija. 

Recordaba los brazos de su esposa alrededor de su cuerpo y como ambos llorando llamaron a la familia de Lucy. Aún dos días después se le ponía la piel de gallina al recordarlo.