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JungKook sentía que explotaría en cualquier momento, quería ser agradable y estaba terminando por ser desconsiderado y demasiado serio. Toda la gran mejor cuartogesima primera impresón no estaba saliendo como espero. ¿En que pensaba en preguntarle algo como eso tan directamente? Tenía ganas de cortarse el cuello con sus propias manos. O clavar el cuchillo de mantequilla en su sien.

Suspiró, pensando en que podría mejorar. Un gran paso era llenar de comidita a su lindo Dongsaeng.

— Hyung, — llamó el menor.— ¿Podría darme algo de beber también?

— Huh... si. — Carraspeó.— Puedes tomar lo que quieras de la nevera, sientete como en tu casa. ¿Te molesta si enciendo la televisión mientras comemos?

TaeHyung asintió mientras dejaba el sanwich que le preparó el mayor y se dirigia a la nevera por un refresco.

Kook, por su lado, tomó el control de la encimera y encendió la televisión del living, lo que era posible gracias al gran concepto abierto de su hogar. El típico sonido de una noticia urgente llamó la atención de ambos.

"Nuevos inicidentes en las calles. Manifentastes se dirigieron al Aeropuerto de Incheon, Impidiendo la llegada de nuevos híbridos al pais. Las Autoridades actuaron con rapidez y mantuvieron en control la situación. Pero, lamentablemente algunos integrantes del vuelo resultaron gravemente heridos."

Lo siguiente a ello fueron asquerosas imagenes de Hibridos llorando y algunos hasta golpeados. Fruncí mi ceño, no veia el problema con ello. Si, no era el mayor fan de los hibridos, aunque nunca llegó al extremo de creer que golpearlos era algo minimamente aceptable. Simplemente creía que no podian ser como nosotros. Son parte animal despues de todo. Quien sabe de que serian capaces.

Si, más que desagrado JungKookles tenia miedo. Despues de todo lo diferente suele dar miedo. Y él solo fue influenciado por los comentarios de su padre, el cual aseguraba que los Hibridos eran malos e inseguros para los Humanos ordinarios. "Son mitad animal, podrían atacarte en cualquier momento. Alejate de los Hibridos JungKook." Había dicho a un pequeño castañito de 6 años cuando intento hacerse amigo de un pequeño niño hibrido de zorro. Desde ese día evitó a todo ser distinto, y pese a que sentía una pequeña pizca de curiosidad por ellos, se negaba a dejarse guiar por sus impulsos tontos. "Es peligroso." se recordaba.

Pero lo que no esperó oir fue el sonido de un vaso golpear el suelo seguido de unos sollozos.

— ¿TaeHyung? ¿Qué sucede? — Preguntó preocupado mientras se acercaba al menor.

— Mi mamá... — Balbuceó como un niño pequeño. — Ella... yo...

JungKook lo atrajo a su pecho y lo abrazó, sintiendo como el menor envolvía su cintura con fuerza, sintiendo como su camisa comenzaba a humederse por las lagrimas del menor.

— Hey, todo estará bien ¿si? No llores... — Pidió suavemente mientras consolaba al menor con caricias suaves en su espalda.

— No... No entiendes Hyung... — Murmuró soltandose y limpiando sus lagrimas con las mangas de su buzo. — T-tengo que irme.

Sin más, salió corriendo de la casa.

— TaeHyung, ¡Espera! — Intentó detenerlo pero el menor no frenó. Ni siquiera lo observó de regreso.

¿Qué demonios acababa de pasar?

JungKook bufó frustrado, arrugando su nariz y pasando una de sus manos por su cabello.

Si, el moría por tener al menor entre sus brazos, pero no así. No con sus ojitos tan tristes. Su corazón se apretujó. No estaría tranquilo hasta saber que estaría bien.

TaeHyungie... realmente espero que estes bien.

Conejito | KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora