Érase una vez, el hijo de una villana que soñaba con ir más allá de la barrera.
Érase una vez, la hija de unos héroes que pidió un deseo a una estrella.
Érase una vez, dos almas perdidas, que se encontraron en medio del caos y la bondad.
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ɢᴇᴍᴍᴀ
Esta, es la historia de mi muerte...
Pero tranquilos, es una historia muy divertida.
De acuerdo, de acuerdo, es broma.
Además, más que divertida, creo que preferiría calificarla como confusa.
Pero ya juzgareis por vosotros mismos.
¿Por dónde iba? Ah, sí.
Érase una vez...
¿En verdad he de hacerlo? Creo que a estas alturas todo el mundo conoce el cuento.
Bueno, volveré a narrarlo, pero solo por educación.
Érase una vez, hace mucho, mucho tiempo...
Bueno, hace unos veinte años.
Bella se casó con Bestia frente a seis mil de sus mejores y más íntimos amigos.
Si, una tarta enorme.
En lugar de irse de luna de miel, Bestia unió todos los reinos y se hizo nombrar rey de los Estados Unidos de Auradon.
Reunió a los villanos y a los secuaces y los desterró a la Isla de los Perdidos donde los retuvo con una barrera mágica.
Sin magia, sin wifi y sin salida.
Bueno, hasta que Benny Boo decidió que los hijos de los enemigos vivieran con nosotros.
En realidad, no es que crea que fuera una mala decisión. Todo lo contrario.
De hecho, si no fuera por el día en el que Ben ideó su primera proclama real, yo no habría acabado siendo transportada a aquella sala cuando se suponía que debía estar lamentándome y autocompadeciéndome por un chico.
Contemplé muy quieta la habitación. Era de cúpula redondeada, rodeada de finas columnas que parecían árboles extendiendo sus ramas hacia el cielo, es decir, el techo. Decorada principalmente con vidrio, diamantes y piedras lapislázuli, que hacían posible creer que estabas bajo un cielo estrellado incluso en el interior.
De hecho, creo que hasta tenía estrellas de verdad.
Con un sonoro "buf" otras cuatro figuras también acabaron apareciendo en la sala, tan perdidas y confundidas como yo.
