Jimin era un adolescente con una vida demasiado complicada en donde su unico refugio era Jungkook, el artista mas famoso del momento.
Un día, después de un accidente, despierta en el hospital luego de un mes en coma.
¿Qué hará Jimin al ver a su q...
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Jimin y Jungkook habían llegado a la casa del rubio, ambos seguían en la camioneta sin intenciones de separarse o de acabar con ese momento que se habían hecho juntos. El pelinegro fue el primero en romper aquél silencio pacifico que se había hecho en el auto
— Hey, Minnie —
— Me van a matar y castigar de por vida — habló el chico haciendo un puchero
— No digas eso, no es bueno que se moleste tu madre contigo, menos ahorita — Mencionó Jungkook, mirándolo
— ¿Por qué?— Cuestionó el rubio, sin mirarlo
— Porqué ahora que ya estoy aquí, te voy a recompensar todo el tiempo que estuvimos separados — Contestó Jeon — Así como te lo prometí antes de irme —
Jimin se quedó callado unos segundos, para después suspirar y sonreír un poco
— Entonces... ¿En serio entiendes las razones por las cuáles me alejé?—
— Las entiendo y las acepto, es completamente valido, aunque ya sabes que no estás solo — Explicó el chico, tomando la pequeña mano del rubio entre las suyas — Y en verdad deseo que tengas en mente eso todos los días, estoy para ti, para cualquier momento, no importa la hora ni el día, siempre estaré desocupado para ti. Si quieres ir a tomar un helado, ir al cine, salir de la rutina, estaré ahí, o si quieres sentarte en una banqueta sin hablar, llorar, gritar en algún parque o desahogarte, también estaré ahí bonito, no dudes de eso —
El rubio sonrió, y olvidando su personalidad introvertida, se quitó el cinturon y abrazó a el chico que estaba a su lado. Lo abrazó firmemente, pegándolo a él, prácticamente uniendo sus corazones, corazones que latían sincronizadamente. Lo abrazó tratando de que en esa muestra de cariño le explicara lo especial que era y lo mucho que lo quería, aunque sabía que sería imposible.
— Te quiero kook, no te merezco, te quiero como no tienes una idea, te... Ah — El rubio estuvo a punto de decirlo, esas palabras tan conocidas pero a la vez tan usadas de forma incorrecta. Esas dos palabras con cinco letras que tenía atoradas en la garganta, podía decirlo, en esos momentos un te amo era lo qué más se acercaba a lo que sentía por el pelinegro, pero sabía que aún no era el momento. Algún día se lo diría, algún día le diría todo lo que sentía por él. — Me tengo que ir —
— Lo sé, pero solo un par de segundos más, hay que quedarnos así unos segundos más — Susurró el pelinegro en su oído — Yo también te quiero Minnie, demasiado —
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Cap chiquito pero seguro, además, se viene algo lindo. <3
