Habían pasado 2 semanas, exactamente desde la última vez que ví a ese chico.
Estaba en clase, aburrida de todo y de todos. Mi salón era un desastre. Demasiado ruido. El profesor de historia estaba durmiendo tranquilamente, dejando a mis compañeros hacer estupideces.
Quería irme, pero no quería que me pongan una nota mala. No es por presumir, pero soy la presidenta del consejo estudiantil, y si una sola notita llega a estar en mi registro, me sacan el puesto.
Mientras pensaba alguna forma de escapar, miré a la ventana que tenía a mi derecha y me sorprendió bastante lo que ví.
(solo imaginen que está detrás de la ventana AJKSKDKFLFLF)
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No pude evitar reír al verlo haciendo esas caras.
Después de eso se fue corriendo y no lo ví más.
Pasaron 10 minutos, abrió la puerta de mi aula. Hizo una señal de "Vámonos". Sonreí y le dije:
— Hola!
Guardé todas mis cosas, y decidida, me escapé con él.