Ese día estaba siendo uno de los tantos peores de su vida, al menos desde que todo empezó...o acabó, para ellos, el inicio del fin, ni siquiera le hacia gracia pensar en su situación de esa manera.
Era increíble pensar que siendo pareja nunca habían discutido en serio, no podía llegar a serlo cuando hacían la ropa a un lado, su manera favorita de comunicarse eran los besos y la única ira que había entre ellos dos era la que encendía las ganas que tenían por marcar al otro y liberar toda la tensión en una, dos, tres rondas de sexo.
Pero un día...un día las cosas simplemente colapsaron y la manera en la que eso había ocurrido no dejó ni siquiera la más mínima oportunidad a que pensaran en callar las palabras del otro con besos o sujetar entre sus brazos el peso de todo aquello que estaba aplastando en ese momento su relación.
Sirius estaba irritable con absolutamente todo el mundo y nadie que no fuera su grupo de amigos podía dirigirle la mirada, otros días simplemente parecía que su simple existencia significaba un gran peso para él, se veía desanimado o molesto, no había realmente un momento en el que se le viese feliz.
James trataba de animarlo como podía pero incluso en los entrenamientos de quidditch empezó a fallar y si no fallaba, sólo entrenaba hasta colapsar. Ni siquiera el chocolate de Remus ayudaba o las bromas inoportunas de Peter lo hacían sonreír incómodo, simplemente no lo hacía.
Por otro lado, no estaba siendo mejor en lo absoluto para Severus, que se había aislado por completo hasta el punto que sólo dos de sus amigos podían acompañarlo, pero nunca decía nada en el momento que fingía seguir la lectura de sus libros, los cuales no pasaba página y se quedaba observando el mismo renglón una y otra vez. Los ánimos de Lily no ayudaban, el soporte de Regulus no estaba dando efecto.
Ninguno sabía que era lo que más dolía, si ver al otro en los pasillos y observar la manera tan evidente en la que daban vuelta para no cruzarse, haber dejado de compartir asiento junto al otro y haber tomado mucha más distancia de la que incluso habían tenido al principio. No sabían si dolía más su ausencia o la manera en la que ambos evitaban al otro a toda costa.
—Padfoot...¿No crees que deberían al menos hablarlo una vez más? Ni siquiera me has dicho lo que ocurrió, ninguno parece contento realmente — James estaba cansado de ver a su mejor amigo así y la manera en la que en lo personal, todo eso le parecía una estupidez, pensó que lo había hecho por Severus, pero ni siquiera este se veía mejor que Sirius, los dos parecían arruinados.
Sirius no respondió y siguió mirando al techo de la habitación que había compartido todos esos años con sus amigos. Hablar, pensó, qué más se podía hablar si parecía que todo fue tan fácil terminar, ni siquiera...lo habían intentado.
—No quiero decir que fue tu culpa...¿Pero estás seguro que no fue algún impulso tuyo? En ese caso...deberías disculparte...
Sirius sabía que su mejor amigo tenía razones para pensar de esa manera, aunque no creyó que fueran sólo sus impulsos. Trató de no pensar en ello, trató de verdad de no recordarlo.
"Esto...no está funcionando más, Sirius"
Debía dejar de hacerse eso así mismo o iba a empeorar.
"Y creo que sería lo mejor..."
Ojalá hubiese sido sólo una pesadilla la cual después iba a contarle a Severus, mientras este lo besaba dulcemente.
"...que termináramos esto antes de que realmente nos hagamos daño"
Mierda. Como si la cama quemara se levantó de ella, James lo vio sorprendido y no entendió lo que sucedía, pensó que iba a recriminarle por lo que anteriormente había dicho. No fue así, Sirius siguió en silencio pero esta vez estaba respirando un poco agitado, sabía que no podía quedarse pensando las cosas de esa manera.
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Descendants d'Eros | Severius/Snack
FanfictionNo es una historia en realidad, sólo momentos aleatorios, partes de un rol Severius, que decidí describir en escenas. De igual manera, se aprecia el poder y la química de Severus y Sirius, etc etc etc