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-Oye, no me dijiste tu nombre – sus palabras fueron suficientes para detener al otro

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-Oye, no me dijiste tu nombre – sus palabras fueron suficientes para detener al otro.

Pestañeó como pensando – No tengo uno – dijo finalmente pero Hux lo miró sin estar seguro – De verdad.

-Todos tenemos uno – con obviedad.

-No uno falso – dijo entre dientes.

-Pues deberías, así funcionan estas cosas.

-Oh sí ¿Bill Hox, cierto? Qué original, General – se quejó y quiso retirarse pero el pelirrojo lo tomó del hombro.

-Guarda silencio – miró a su alrededor – No vengo a pelear, como es nuestra costumbre – recordó cada intercambio tenso de palabras, todos los gritos y las veces en que el aire le fue arrebatado sin contacto – Se me ocurrió una propuesta.

Kylo asintió para que continuara.

-¿Te gusta tu empleo?

-¿Qué? Por supuesto que no, pero tengo que comer.

-Solo digo, que si no te gusta tu empleo, lo cambies.

La mirada de enojo ardió en los orbes café - ¿Vives en una burbuja o qué? ¿En un jodido jardín flotante de Naboo? – ok, sí había sonado muy superficial.

-Te estoy ofreciendo trabajo Ren.

El enojo se evaporó y la confusión lo remplazó - ¿Qué?

-Oye, en mi área siempre hay nuevos reclutas y sorprendentemente siempre hay trabajo, todo el mundo quiere la cabeza de alguien – Kylo parecía asimilar cada palabra – Ganarás mucho más ¿cuánto ganas aquí? – necesitaba convencerlo.

El más alto agachó la mirada – 8 créditos y media porción de comida por día – llegó a probar esa comida deshidratada, era asquerosa.

-Si te unes, olvídate de esos almidómeros y vegecarne, esos 8 créditos los dejarás de propina en el siguiente bar en el que paremos – casi podía ver los ojos del otro iluminarse por sus palabras – Y con tus habilidades – le guiñó el ojo – y mis contactos, seremos de los mejores – se acercó al oído del otro para que solo él lo escuchara, pero pronto se ganó un empujón.

-¿Sabes? Creo que estoy bien así, no quiero meterme en ese mundo, me estaría traicionando a mí mismo – comenzó a alejarse.

-Oh vamos, como si no hubieras tomado vidas antes – soltó sin importancia y el otro solo giró medio rostro, para verlo apenas de perfil.

No dijo nada de inmediato, solo lo miró de reojo y respiró hondo – Dije que no – y se marchó.

-Si dejas de ser tan terco y cambias opinión, una barcaza diplomática tipo D con un ala oxidada te espera cerca – gritó como ultimátum y el otro siguió caminando pesadamente hasta perderse tras el tumulto de naves – Como quieras – dijo para sí casi tan molesto como cuando el general y el Líder Supremo no concordaban.

𝔽𝕀ℕ𝔻𝕀ℕ𝔾 𝕎𝔸𝕐𝕊 - KyluxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora