19. Escaleno.

108 16 5
                                    

Nahima Béirre.

—Tienes todo el derecho a matarme, Billie— suspiré—. Pero tengo una última petición y esa, es ver a Aidan.

—Ahora no sé si hacerlo o no, me estás nublando las ideas. El miedo es como el fuego, o aprendes a controlarlo o te quemas y a tí te pasaron ambas cosas. En ese tiempo eras una flor marchita, una persona en ese estado no puede hacer mucho más que esperar a volver a florecer. No tienes culpa alguna, eso fue lo más humano de tu parte, está bien no saber que hacer— me abrazo—. Toma,  has merecido un abrazo de parte de alguien todo este tiempo, fuí tan idiota al perder mi tiempo, si te hubiera dado la oportunidad de seguirme contado el porque lo hiciste, en vez de evitarte por tantos años... Hoy tendríamos más recuerdos felices que tristes.

—Si bien ambos la cagamos, pero yo lo hice más. Lo siento tanto.

—Extrañaba llorar en tu hombro cada que me sentía el más miserable de esta vida.

—¿Cómo cuando te dejo tu primer novia?— me separé y comencé a reír.

—No me hagas recordar mi pasado oscuro— imitó mi acción.

—¿Cuánto duraron?

—24 horas— comenzó a burlarse—. Eso es mucho para un adolescente como yo lo era en ese tiempo. ¿Y tú cuánto llevas con Aidan?

—Creo que a ambos no podemos tener una relación por tanto tiempo, apenas llevó casi una semana y no sé si esto va a resultar bien— me limpie las lágrimas.

—Entonces salud, lograste superar mi record en una relación— me arrebató la botella que anteriormente le había quitado, tomó un trago y luego me la dió a mí.

—Salud— tomé del mismo envase un gran tragó. En seguida hice muecas para después escupir a un lado—. Carajo Billie, ¿cómo puedes ingerir está basura tan seguido?

—Se nota que te gusto— se burló—. No lo sé, esa cosa tiene algo que te atrapa.

—Pues ya no tendrás que tomar como un soporte, ahora me tienes a mí, soy igual de fuerte que el alcohol— guiñe un ojo.

—No lo creo— se levantó—. Aunque me gustó pasar mis últimos momentos a tu lado.

—Quizás podemos hacer algo, estaba igual de perdida que tú cuando Aidan me dió un rayo de esperanza. Los tres podemos hacer algo contra eso.

—Solo están ganando tiempo, que al final no servirá para mucho.

—Nos quedamos siempre con la primera opción pensando que es negativa, cuando en realidad tenemos que pensar en más opciones.

—No para mí.

—¿De qué hablas?

—Si voy a morir, ¿por qué esperar?— abrió una ventana.

—Billie no se te ocurra hacer una estupidez, aléjate de ahí— me iba acercando a él lentamente.

—Te deseo que encuentres a Aidan con bien y que pueda acompañarte lo que yo no podré hacerlo, te quiero y perdón, por ser un estúpido tanto tiempo— se lanzó hacía la ventana, justo pude detener su pie.

—Escucha, no puedo sostenerte por tanto tiempo, por favor, se que es difícil pero intenta subir, mientras trato de jalar un poco con mi miserable fuerza— comencé a aferrarme más a su pie, mientras gritaba por ayuda.

—No hagas más difícil ésto. Nunca voy a perdonar que por no darme cuenta pasó lo que pasó con mi hermana y contigo.

—Eso no es cierto, es mentira, tu siempre diste más de lo que recibías— volví a llorar por el temor de soltar a Billie, mis pies comenzaban a resbalarse. En la parte de abajo de podía ver un auto de policía.

—Claro que es mi culpa, ahora suéltame— comenzaba a patalear.

—Me temo que eso no va a pasar, si te caes, está vez caeremos juntos— trataba de sacar todas mis fuerzas ante la insistencia de su pie para que lo dejará caer—. ¡No lo hagas!

En ese instante la puerta de abrió de un golpe, por lo que di media vuelta a mi cabeza, ese fue mi mayor error, una distracción. Billie se las ingenio al moverse tanto que termine por soltarlo, el impulso que estaba haciendo regreso a mí, provocando que cayera al suelo del otro lado.

—Billie, no por favor— me reincorporaba hacía la ventana.

Entonces se había acabado, las controversias entré él y yo habían llegado a su fin, no pude hacer nada. Los pasos de policías que habían llegado a la habitación se hacían más fuerte.

—¿Está bien señorita? A un lado.

No importa lo mucho que me esfuerce para hacer algo bien, siempre termino fracasando.

Me llevaron fuera del hotel en lo que revisaban el lugar.

—¿Estás bien?— ahí estaba Trinity, esperando—. Dijiste que si tardabas tenía que llamar a la policía. ¿Dónde está Aidan? No me digas que Billie le hizo algo antes de lo que acaban de ver mis ojos.

—Aidan no está aquí— trataba de aguantar mis ganas de llorar, pero era imposible, estaba tan desecha que necesitaba un abrazo, la primera que ví fue Trinity así que me lancé a ella—. Habíamos arreglado las cosas, no entiendo porqué demonios hizo eso, pero fue mi culpa, yo lo solté— llorar en esta noche era algo que no podía dejar que sucediera, aunque intentará controlarme.

—Nahima— me correspondió el abrazo—, trataste de hacerlo es lo importante.

—Pero no pude, siempre seré una basura. Traté, de verdad traté.

—Incluso si eres fuerte te puedes quebrar, llora todo lo que quieras, no está mal demostrar un sentimiento.

Solo quedaba ver cómo metían a Billie en la ambulancia, desearía ser él en estos momentos.

—Escucha— me separé de ella—, sigue buscando a Aidan hasta encontrarlo, llámame cuando lo encuentres yo iré con Billie al hospital y trataré de comunicarme con sus padres. A la otra trae a la policía antes de tiempo.

—No te preocupes, te mantengo alerta — fue lo que escuché antes de subirme a la ambulancia.

Me di la espalda al cuerpo de Billie camino al hospital.

Comencé a hablar delicadamente, pues había un par de personales médicos a mi lado.

—Tú y yo sin duda merecíamos un mejor final que ésto. Te juro que di todo para salvarte, para que intentaremos volver a esa amistad que fuimos algún día, como siempre no pude hacerlo. Soy tan cobarde, la palabra principal de esta noche es un "hubiera", ojalá fuera más que una palabra para cambiar las cosas y ponerle un destino diferente a esto. La probabilidad de que sigas vivo es casi nula y eso es lo que más me duele, que está vez no podré llorar en tu hombro tal como yo te brindaba el mío. No puedo ni siquiera voltear a verte porque recuerdo toda esa mierda; lo que tanto temía que pasará, tarde o temprano pasó. Ambos sabíamos el riesgo desde lo que pasó con Frank, al inicio a ti no te importaba morir o eso parecía, hoy esa razón que te mantenía con vida, desapareció. Hay algo que nunca te dije, ¿sabes? Nunca he encontrado una mejor amistad que la tuya, ojalá pudiéramos encontrarnos algún día, en un mundo dónde no haya mariposas tonalidad oscuras, pero sobretodo, dónde nuestra amistad no se haya ido a un abismo infinito. Gracias por lo bueno y lo malo, yo también te quiero, Billie.

Así fue como cada kilómetro al hospital el triángulo perfecto que un día creamos junto a Frank, se había destruido. Ahora todos los lados eran distintos.

Hoy la ley de tres había acabado, se me olvidaba que no se puede hacer nada para evitar la muerte.

Y pensar que un día, yo iba a hacer lo mismo con Aidan.

Ascalapha | Aidan Gallagher - Fanfiction  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora