Capítulo 9. Las lágrimas de los sueños.

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Mermaid Melody Pichi Pichi Pitch <3 HEART

Capítulo 9. Las lágrimas de los sueños.

En su habitación del Hotel Perla, Alaya se encontraba teniendo un sueño agitado. Se encontraba en un lugar muy luminoso, con tanta luz que casi la cegaba, no pudiendo apreciar bien el rostro de la persona con la cual estaba discutiendo fuertemente.

—¡No, madre! No es justo —dijo Alaya en su sueño—. No me parece bien que mi destino esté escrito ya, yo quiero hacer lo que vea en el camino, no verme obligada a recurrir a las tradiciones. Quiero conocer otros lugares. El mundo de los humanos me parece tan hermoso desde aquí. Quisiera verlo con mis propios ojos. El brillo que irradia gracias al reflejo de...

—Sabía que acabarías mencionándomelo otra vez —respondió la voz de aquella mujer que la luz no dejaba ver—. Hija mía, no lo entiendes. No puedes abandonar este lugar. Vas a cumplir cuando llegue su momento, y entonces verás que es lo correcto. La tierra firme no es como crees. Alberga peligros que jamás te puedas imaginar.

—¡No! —negó Alaya con lágrimas en los ojos—. Llevo toda mi vida haciendo lo que todos quieren, ahora quiero decidir por mí misma. ¡Quiero ver el mundo desde otra perspectiva!

—Si realmente lo deseas, ya habrá tiempo para eso —trató de decir aquella voz maternal en un tono más sereno—. Ahora ve a tus aposentos. Deja de comportarte como una niña. No solo quiero lo mejor para ti, sino para...

Alaya se alejó de aquel lugar, pero de repente notó que caía al vacío. Durante la caída, el sueño se volvió aún más borroso. Poco a poco la escena se fue difuminando por las lágrimas de Alaya que de repente despertó sintiendo una extraña angustia dentro de su pecho.

—¿Qué era eso? —se dijo Alaya al despertar—. Estaba soñando, pero parecía tan real... ¿Será quizás un recuerdo provocado por la Perla Blanca que recuperó Seira? No lo sé. Desde que la obtuve no siento nada distinto. A lo mejor debería de contárselo mañana a Luchia, seguro que ponemos algo en claro.

Aún con las lágrimas de los sueños en los ojos Alaya trató de volverse a dormir intentando sentir algún tipo de conexión con la perla encontrada. No tardó en volver a dormirse y a continuar soñando.

—¿Dónde está mi hija? —dijo la voz de maternal—. No pensé que fuera capaz de marcharse de esta manera.

—No se preocupe, está en un lugar seguro —dijo una voz femenina que parecía sonar familiar para Alaya.

—¿De verdad cree que pueda estar segura allí? —dijo la voz maternal antes de pausarse unos segundos para pensar—. La dejaré tranquila por un tiempo. Quizás si la dejo tener experiencias nuevas se dé cuenta de que este es su sitio, su lugar... Su hogar...

A la mañana siguiente, durante el desayuno, Alaya le contó a Luchia sus sueños.

—Luchia —dijo Alaya mientras desayunaban—. Esta noche he tenido un sueño extraño. Como si fuera un recuerdo confuso, quizás un sueño sin sentido, no lo sé.

—¿De qué trataba? —preguntó Luchia curiosa—. Quizás pueda desvelarnos algo de tu pasado.

—Era como si me estuviera peleando con mi madre por algo. Como si yo quisiera irme. No lo sé, era tan extraño. Me sentía como en casa, pero a la vez triste de estar allí.

—¿Tu madre era una sirena? ¿No es así? —preguntó Luchia.

—No lo sé —negó Alaya—. No pude verlo bien. Estaba todo tan borroso...

—He pensado que quizás sea un recuerdo provocado por la perla que Seira encontró —comentó Alaya.

—¡Claro que sí! —dijo Luchia animada—. Puede ser que poco a poco te vayan viniendo más recuerdos. Así que, de momento, debemos buscar la perla de Seira para dar con el paradero de Sharkess.

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