Different | YoonMin✓ [EN EDICIÓN]

✓ Capítulo 6.

Pov Jimin

La luz solar.

Tan molesta y horrible.

¿Cómo apagarla? Incluso ¿Se podía?

Preguntas tan tontas, pero las cuales estaban arruinando mi pequeño momento, sin pensarlo me giré un poco pues la superficie en la que estaba era demasiado cómoda como para levantarme y hacer absolutamente nada. Aunque, siempre era bueno levantarse por un vaso de agua y así refrescar el despertar tan desastroso.

Deje salir un suspiro ante el calor entre mis brazos, no quería que eso se fuera pues me era demasiado bueno y tranquilizador. Intenté acercarme más, pero algo me lo impedía, no sabía exactamente lo que era y yo de verdad que solo intentaba alcanzar más mi objetivo.

Hasta que de la nada me di cuenta de la respiración tan calmada, me era extraño, pero a la vez la sentía tranquila y no solo eso estaba muy, pero muy cerca de mi rostro.

—Agradecería que me soltaras.

Esa voz ronca, pero a la vez molesta hizo que abriera los ojos de par en par y aunque la luz me caló hasta lo más profundo de mis globos oculares, yo no daba crédito a lo que estaba observando.

¿Dónde se supone que yo estaba? Y ¿Por qué me sentó tan mal su reacción?

Así que hice lo que me pidió, la vergüenza estaba tocando cada parte de mi ser y reaccionar de manera altanera no era agradable para nada, así que solo me levanté de ese lugar dispuesto a largarme. El aire fresco azotó por completo mis piernas las cuales al verlas estaban desnudas pues lo único que llevaba puesto era una enorme camisa que claramente no era mía.

—Solo te pedí que me soltaras, no que te levantaras de la cama.— me miró de arriba a hacia abajo. —Vuelve.

Negué, claro que eso no pasaría ¿Cuánto tiempo había pasado exactamente? Lo único que recordaba era la salida de aquella cafetería, luego el auto y al final, él.

—Sus malditas feromonas...— murmure solo para mí.

—No digas malas palabras.— bufó.

Sacudí mi cabeza, había olvidado por completo que él podía escuchar hasta mis suspiros. Esto estaba mal ¿Tanto tiempo dormí?

—Vuelve, aún es temprano.— cerró los ojos acompañado de un suspiro.

Pero yo no lo haría, no sabía dónde estaba, ni mucho menos iba a compartir de nuevo cama con él, sabiendo ahora que utilizó sus feromonas para dormirme. Eso me parecía un acto malvado, pero sí le agradecía solo un poco por el hecho de que me hizo el viaje más rápido de lo normal.

—¿Cómo puedes estar tan tranquilo?— pregunté. —No me conoces, soy un extraño.— me sentía nervioso y ahora inseguro.

—¿Y eso importa?— me regreso la pregunta.

Pero no me estaba mirando ya que mantenía sus ojos completamente cerrados, a comparación de él yo solo estaba ahí parado como tonto, esperando a que me explicara, por lo menos, lo básico, pues me lo merecía después de todo.

—¡Claro que sí!— levanté las manos, en señal de nerviosismo, luego las dejé caer golpeando mis muslos, el ruido había sido muy claro y aunque me dolió solo un poco no me importaba mucho en realidad.

Aunque sí, no esperé para nada su reacción.

—No debes tentar tu suerte.— abrió los ojos y luego miró directamente hacia los míos.

¿Cómo rayos había llegado tan rápido hasta mi? Solo parpadeé un milisegundo y él estaba aprisionando mi cuerpo entre sus brazos y parte de la pared, esa habilidad era sorprendente.