Different | YoonMin✓ [EN EDICIÓN]

✓ Capítulo 8.

Juzgar estaba mal.

Y ahora pedía perdón de todas las maneras posibles, pero claro de forma interna. Aquel señor que me recogió, resultó ser un adorable alfa el cuál tenía una bella familia, se veía tan unida así como la que yo tenía con mis padres y sí, me sentí tan identificado, que sin meditarlo mucho terminé llorando con más intensidad frente a ellos.

—Ay, pequeño.— la dulce voz de aquella omega, perforó mis oídos. —Tranquilo, ya estás a salvo.— tocó mis cabellos desordenados a causa de todo lo que había pasado con anterioridad. —Ven, te daré algo de agua.

Asentí, ella de verdad que estaba siendo demasiado amable, el hombre había desaparecido por una de las puertas de su casa, y yo sentía como que ya no debía preocuparme aún así, no había bajado la guardia. Me senté donde ella me indico, limpie de nuevo mis ojos y ante el olor en la ropa ahora todo me llevaba a pensar en ese idiota que me dejó varado en medio de la nada y todo por una cosa que yo no entendí. Quería deshacerme de ella lo más rápido que pudiera, pero por ahora tenía que aguantar su dulce y relajante aroma. Hasta que consiguiera algo más que ponerme.

Agradecí por el vaso de agua para luego  darle pequeños sorbos, quería humedecer lo suficiente mi garganta, como para contar lo que pasó solo si era necesario.

—¿Por qué estabas ahí?— sus ojos preocupados me miraron. —Es peligroso que un jovencito hermoso ande por ahí.— tocó mi mano derecha, la cual estaba sobre la mesa. —Alfas malos rondan por todos lados.— negó.

—Tuve un percance...— intenté controlar mi respiración. —Y, terminé varado ahí.— el leve puchero se formó solo.

Mis ojos ya los sentía hinchados, jamás había llorado tanto, pero era totalmente entendible, estaba solo y en un lugar que yo no conocía, lejos de mis adorados padres.

—No eres de estos lugares ¿Verdad?— pregunto curiosa.

Solo asentí ¿Tanto se notaba?

—¿Tienes a dónde ir?— preguntó de nuevo.

Volví a llorar, ese sentimiento de soledad me invadió demasiado fuerte, las lágrimas bajaron sin parar, los sollozos fueron más fuertes y yo sabía que pronto me daría un ataque de pánico.

—Ay, cariño.— su mano tocó mi mejilla dejando de lado mi mano. —Todo estará bien, ya lo verás.— sonrió un poco como para darme ánimos. —Vamos a ayudarte.

—Llame a alguien.— el alfa que me había rescatado, apareció de repente. —Ya viene la ayuda pequeño.— se acercó a nosotros despacio.

Yo no entendía, mis sentidos no me estaban gritando nada malo. Por lo tanto, me permití relajarme, aunque sea un poco.

—No sé qué pasó entre ustedes. Pero él no es de hacer estas cosas.— el alfa habló. —Me parece raro, incluso que hayas estado con él.— tocó uno de mis hombros. —Debe de existir una explicación lógica, para su comportamiento sin sentido.

Lo miré unos instantes que parecieron demasiado largos ¿Qué quería decir?
¿Acaso conocía a Yoongi? Las preguntas se estaban formulando demasiado rápido, como para parar en una y decirla.

La omega limpio mis lágrimas con sus pulgares, era un acto tierno y suave, lo suficiente como para hacerme sentir bien y alejar solo un poco ese dolor que me atravesó el corazón al recordar que estaba solo.

—Creo que ya llegó.— él miró hacia atrás, luego a nosotros. —Fue demasiado rápido, pensé que tardaría más.— negó con una pequeña sonrisa. —Ya vuelvo.— luego se fue, dejándonos solos de nuevo.

—Todo estará bien.— ella sonrió.

Yo solo asentí, quería creerle. Aunque no la conocía muy bien, me habían ayudado demasiado, me trajeron a este lugar y se aseguraron de que no tuviera heridas o algo. Habían actuado mejor que esos idiotas que nos llevaron lejos de nuestros padres.