✓ Capítulo 4.

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Pov Jimin





—Despierta...

Sentí leves jalones en mi camisa, no quería abrir los ojos porque sabía que no estaba en mi casa tirado en mi cama con mis padres, desayunando en la cocina.

—Vamos...— picaron mi mejilla. —Tu pareja no está contenta, no quiero que piense otras cosas.— volví a sentir como tocaba mi mejilla. —Bueno, si algo sale mal, será tú culpa.

Abrí los ojos asustado, el levantamiento fue tan rápido y sencillo que tuve que sostenerme de su cuello ¿Por qué simplemente no me sacudió con más fuerza?

Yo tenía la culpa y ahora me arrepentía de ello, aún estaba cansado pero eso no quería decir, que dejaría que me cargará de esa manera.

—Oh, al fin despiertas.— me miró con alivio. —Menos mal fue a tiempo.

No entendía de que estaba hablando y de seguro yo me veía muy tonto en esa posición y ni hablar de mi rostro con los ojos bien abiertos y mi boca sellada. Así que empecé a revolverme entre sus brazos, yo no me sentía seguro, estaba nervioso e incluso el miedo se presentó en pequeñas porciones. Esa necesidad de huir lejos de él, me inundó de una manera que no entendía, así que en cuanto me bajo y estuve seguro en el suelo, me alejé por completo.

—Ay no.— lo escuché murmurar. —Tranquilizate.— desde su posición levantó sus manos, su rostro se veía algo preocupado.

Y yo no sabía qué hacer, correr lejos solo me traería problemas e incluso no entendía mi comportamiento tan raro.

—Ven, vamos dentro.— apuntó hacia la puerta.

Cuando miré, él estaba señalando hacia la entrada de una cafetería, se veía bonita y decente, pero yo no estaba seguro a su lado.

—Yo no...— negué. —No puedo.— susurré solo para mí, aún así sabía que él me escuchaba a la perfección. —Tengo miedo.— le confesé sin pudor.

—Lo sé, lo puedo sentir.— suspiro. —Pero, no puedo dejarte solo aquí, es peligroso.

—¡Jimin!

El grito me asustó más, cuando mire bien sentí solo un poco de tranquilidad, Taehyun venía con los brazos bien abiertos, cosa que yo aproveche para acercarme de igual manera y abrazarlo fuerte.

—¿Estás bien?— preguntó.

—No.— le respondí con sinceridad.

—¿Puedes alejar tus manos de él?— la nueva voz nos sorprendió.

Aunque no quería algo dentro de mí, hizo que le hiciera caso, su voz no fue tan dura, pero sí lo suficientemente como para que Taehyun y yo entendiéramos que eso estaba mal, por lo que, sacudí mi cabeza todos estos nuevos sentimientos me tenían confuso y cuando Taehyun me miró, entonces entendí que ambos estábamos en la misma situación.

—¿Dónde estamos?— Taehyun preguntó.

Daba las gracias a que lo hizo, yo no me sentía capaz de hablar en estos momentos.

—En una cafetería, ya estamos en la ciudad, pero aún nos falta un corto camino para llegar a nuestros hogares.— el chico que me trajo habló con máxima tranquilidad, pero sin quitar sus ojos de Taehyun.

—¿Dónde están los demás?— volvió a preguntar.

Se acercó un poco a mí, así que por acto reflejo tome su mano, así nos sentiríamos más seguros, ellos eran unos desconocidos para nosotros y así se iba a quedar, hasta que empezarán a hablar con la verdad.

—¿Pueden soltarse?— el chico nuevo preguntó con algo de molestia.

Cosa que yo negué, me importaba más mi seguridad y tranquilidad, que sus tontas preguntas.

—No lo hagas, déjalos.— el que me trajo le comento al otro, sus miradas eran muy diferentes y a mí no me gustaba. —Es entendible que estén asustados, es nuevo para ellos y traerlos sin explicaciones, solo hace que desconfíen más.— suspiró. —Contestaremos sus preguntas, pero no aquí— nos miró. —Entremos, nadie de nosotros ha probado un bocado y es malo.

Taehyun y yo nos miramos, era cierto que el hambre nos estaba calando muy feo, por lo tanto, yo asentí.

Abrieron la puerta para nosotros y fue así como terminamos accediendo.

—¿Qué está pasando?— Taehyun me preguntó en voz baja.

—No lo sé, no han querido contestar mis preguntas, eh incluso me asusta estar alejado de mis padres.— me sincere.

—Antes de llegar aquí, pude ver a Jisung pero solo un poco. Él parecía igual de preocupado.— mencionó, su mirada se paseó por el lugar para después observar al chico que me había traído. —Es guapo.

Yo negué, estos no eran temas adecuados para la situación que estábamos viviendo.

—En todo caso, debemos tener cuidado.— fue lo único que pude decir Taehyun se dejaba guiar bastante por sus sentidos y agradecía que no fuera tan extrovertido como Baekhyun.

El pequeño soporte que estaba dándome me era de mucha ayuda, éramos los únicos en esta situación y hasta que pudiéramos ver a los demás sería solo de esa manera.

—Por aquí.— el chico que no dejaba de observar a Taehyun, nos señaló los lugares. —Tenemos que hablar de varias cosas.

Me senté con cuidado, por lo que tenía a Taehyun frente a mí y al chico extraño a mi lado. Me sentía raro, era como si el aura de tranquilidad que estaba sintiendo en esos momentos me la estuviera brindando él sin yo pedírsela. Mi cuerpo se relajó bastante, mis ojos se empezaron a sentir cansados e incluso veía borrosos a los demás.

—Jimin ¿Estás bien?— Taehyun preguntó.

Pero yo lo escuchaba demasiado lejos, aún así asentí sin muchas ganas intenté darle una sonrisa, pero salió más como una mueca rara.

—Tranquilo, son los efectos de su alfa.— mencionó el chico guapo según Taehyun.

—¿Qué quieres decir?— lo escuché preguntar.

—Feromona especial para tranquilizarlo.— explicó. —Pero eso solo le funciona a él.

Mire con tranquilidad como en poco tiempo Taehyun empezó a verse igual que yo.

—¿Lo sientes?

Taehyun asintió, se veía relajado y sin preocupaciones.

—Cada uno de nosotros tiene una feromona especial, solo para su omega.— sonrió solo para Taehyun.

Mire al chico extraño que estaba a mi lado, su rostro a pesar de estar serio se veía guapo, levanté mi mano para tocar su mejilla, pero él se alejó de inmediato mirando a otro lado. El mohín salió solo, luego de la nada aquellos efectos tranquilizantes se esfumaron, dejando un enorme vacío dentro de mí, sentí la frialdad, el abandono y mucha tristeza haciendo que yo también me alejara.

No quería estar más ahí.

—Quiero irme a casa.— murmuré solo para mí, luego observé al chico que me había traído. —¿Puedes regresarme a casa?— si era necesario arrodillarme, lo haría sin importarme nada.

—No.— el chico a mi lado soltó con sequedad.

Y yo no sabía si llorar o solo salir corriendo de ese lugar sin mirar atras.

Different | YoonMin✓ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora