Hanna
—Entonces hagámoslo hoy
Vaya, no me esperaba que este algodoncito dulce fuese a responder a mi broma, y, mucho menos, que escapara conmigo a media noche, sin siquiera saber para donde dirigimos.
Claramente se encuentra ansiosa, la observo y no puedo evitar notar como con sus dedos índice y mayor realizan el mismo movimiento que el de sus piernas al caminar. ¿acaso quieren caminar sus dedos? O ¿correr? ¿será algún tic raro?
—y, ¿a dónde vamos?
—vaya, ya te tardaste, ¿confías tanto en que esto no sea un secuestro?
—¿es un secuestro? — Responde. Y no puedo evitar soltar una carcajada, pero pequeña, sabes, no de esas de las que escuchas a varias calles, más bien una de las que solo ella pueda oírlo. Me resulta algo estrambótico ¿de dónde el buen humor eh Hanna?
— ¿y que si lo es? — bromeo
—entonces, encantada de ser tu victima— se dirige a mi formando en el rostro una sonrisa suprimida, puedo notar como sus mejillas se tornan de un color rosa claro, y hacen perfectamente de compañeras a ese pelo lacio del mismo color.
DEMONIOS.
NO, UN ANGEL.
— ¿acaso estas coqueteándome algodoncito?
— ¿por qué sigues llamándome de esa manera?
Creo que, si sigo sonriendo de este modo, mis músculos faciales no estarán nada contentos para cuando termine la noche.
—resulta que no tengo idea alguna de cuál sea tu nombre
—Sofia, Sofia Thompson — Detiene sus pasos, estira su brazo a mi dirección y me extiende la palma, realizo el mismo movimiento de brazos
—Hanna Morgan—suelto mi nombre
—pues un placer, Hanna
— lo mismo digo, algodón de azúcar—
— ¿es enserio?
—sí, mira estamos cerca. Ya no puedes arrepentirte
—no pensaba hacerlo
Solo algunos pasos más y frenamos nuestro andar delante de un edificio viejo, con un enorme "ETERNAL" que se lee en el letrero chueco colgado en la entrada, y que, claro está, es el nombre de mi sitio favorito. O del bar de mala muerte, que es como lo llama mi hermana
—prometo que se ve mejor por dentro, entremos
Una vez dentro mis oídos se inundan con Smells like teen spirit de Nirvana, que retumba por los parlantes colocados en lugares estratégicos. O eso es lo siempre repite Luke, el dueño del lugar, y un excelente amigo.
Noto como los ojos de mi acompañante viajan por todo el lugar, prestándole atención a cada detalle, llevando la vista, desde las pinturas colgando en las paredes de madera, pasando a la enorme barra ubicada a una poca distancia de nuestro sitio, que detrás de ella deja una maravillosa vista de un sinfín de bebidas, de cualquier tamaño y colores, exótico. todos ellos colocados en pila en varias repisas, que, también son de maderas, que es lo que predomina en la decoración del bar, y eso, a mi parecer, lo hace un sitio más mágico. Perfecto para mi gusto
El escenario que se sitúa al fondo, es la última parada de esos ojos, no sé, ¿Qué es lo que esta chica realmente quiere expresar con esa mirada? no puedo descifrarlo, pero observarla es gratificante.
— ¿así que tocan canciones aquí?
—tocan muchas cosas aquí
llevo la vista a otro sitio, sitio donde ya debería de estar —¿me esperas?, tengo algo que hacer — sin esperar alguna respuesta hago marcha y me pierdo entre la gente. Pude notar ya a un lado del escenario a tres chicos hablando entre risas.
—chicos!
—llegas tarde — repiten al unisonó
—fue solo un poquitín tarde
—creí que no vendrías hoy — me dice el más alto de todos, Patrick, vocalista de nuestro grupo, porque sí, soy parte de un grupo. Ya. Lo se. No se lo esperaban.
—pero aquí estas— habla ahora Jeff, que hoy trae el pelo de un color gris neblina. Y no, no me digan que no conocen ese tono de gris.
—venga ya, subamos — interrumpe Kael, el señor Don rizos y chico guapo, que lleva la piel más blanca que la leche, algo que tenemos en común, repleto de garabatos pintados en él, tal vez sintonizamos también en eso, pero, definitivamente; él es mucho más pletórico. Me tira unas baquetas
—la próxima vez no las olvides
Tengo los ojos puestos sobre la chica de pelo rosa, que se muestra en la barra y me mira con estupor. El groove y la estructura de la canción ya en la cabeza
Levanto mis baquetas
Uno
Un, dos, tres. Pum.
¡hola hola!
si le dan a la estrellita Sofía y Hanna estarán bien contentas.
¿si conocen el gris neblina?

ESTÁS LEYENDO
Eternamente Sofía
Roman pour AdolescentsNadie me ha advertido antes que todo dura tan solo un instante, que tus sueños se pueden desvanecer como cenizas, con palabras secas, con miradas tristes, y, que tu jodida existencia quizá sea tan corta como las faldas de tu estúpida y sexy vecina.