hola! esta es una historia de Camilo y T/N, he visto encanto mil veces y no me podía quedar sin hacer una historia. Desde pequeños hasta viejitos, algo imposible? tal vez, pero no para nuestros Camilo y T/N.
: todo bien? has estado muy raro últimame...
Narradora: Hoy sería la gran boda de nuestra pareja favorita: T/n y Camilo, una celebración muy especial para estos dos personajes ya que unirían sus almas para el resto de sus vidas, t/n se encontraba en la habitación de Mirabel junto con su madre y sus damas de honor alistándose para la gran boda.
t/n: me queda bien el vestido? no me veo gorda?-dijo mientras se veía al espejo con su increíble vestido.
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Mirabel: t/n te ves hermosa, créeme te lo he dicho mil veces.-dijo sonriendo.
Martha: concuerdo con Mira, eres la novia más hermosa.-dijo mientras se acercaba a t/n con un poco de lagrimas saliendo de sus ojos.
t/n: Martha no llores, me harás llorar a mi también.-dijo riendo a casi nada de llorar junto con su mejor amiga.
Martha: lo siento es que... recuerdo que de pequeñas siempre hablábamos de lo fascinantes que serían nuestras bodas y como seríamos dama de la otra, no puedo creer que por fin se este cumpliendo.-dijo sonriendo aún con lágrimas en los ojos.
T/n sonrió y abrazó tan fuerte como pudo a Martha, al abrazo se unieron Paulina, Vanessa y Mirabel, t/m solo las miraba con una gran sonrisa.
t/m: que lindas son... pero no agarren tan fuerte a t/n que arruinan su peinado.-dijo riendo.
Todas se separaron del abrazo mientras reían.
*toc toc toc*
Mirabel: yo abro.
Mirabel fue a abrir la puerta pero para su sorpresa era Camilo, por suerte no abrió la puerta por completo.
Mirabel: shu shu, no deberías estar aquí.- dijo intentando cerrar la puerta en la cara de Camilo.
Camilo: pero quiero ver a t/n!-dijo intentando abrir la puerta.
Mirabel: no Camilo! ya veté!- dijo con fuerzas por que por fin pudo cerrar la puerta.
Rato después llegó la hora de la gran boda de t/n y Camilo, primero fueron a la iglesia.
En la iglesia:
T/n entró con su hermoso vestido caminando hacía el altar, t/m y t/p que había llegado de último momento lloraban mares de felicidad, por qué su princesa ya no era una niña, pero ellos no eran los únicos que lloraban, Camilo al ver a su futura esposa caminando hacía el altar no se contuvo y lloró.
Sacerdote: Queridos hermanos: Estamos aquí junto al altar, para que Dios garantice con su gracia su voluntad de contraer Matrimonio ante el Ministro de la Iglesia y la comunidad cristiana ahora reunida. Cristo bendice copiosamente su amor conyugal, y él, que los consagró un día con el santo Bautismo, les enriquece hoy y les da fuerza con un Sacramento peculiar para que los guarde mutua y perpetua fidelidad y pueden cumplir las demás obligaciones del Matrimonio. Por tanto, ante esta asamblea, les pregunto sobre su intención.
