ミDay 7ミ

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Cumpleaños de Bakugo

Todo está en completa oscuridad, no podía distinguir nada, ni siquiera a sí mismo, comenzó a desesperarse, era una jodida emoción desagradable. La sensación del aire helado lo recorrió, reconociendo mejor su cuerpo y como el frío lo hacía estremecerse, también como no podía moverse libremente. Su cuerpo recordó como era sentirse retenido, no podía mover las manos, intento gritar con ira pero su boca también estaba cubierta.

Su ira y desesperación están llegando a su límite, jura que cuando se libere matará al maldito bastardo que se haya atrevido a inmovilizarlo.

Una luz se enfoca directo a su rostro cegandolo por unos segundos, es capaz de saber de quién se trata por la silueta, el maldito de Shigaraki.

No forcejea, solo lo mira esperando el estúpido discurso sobre acabar con la injusticia y un montón de cosas más.
Pero está vez es diferente, siguen en ese cuarto oscuro solamente ellos dos, la risa de Shigaraki hace eco, y por primera vez vuele a sentirse igual a cuando fue secuestrado.

Shigaraki se acerca lentamente y una vez lo tiene de frente vuelve a reírse como burlándose de él.

—Es de mala educación aparecer sin invitación, pero no creas que olvide tu regalo.

No sabe que esperar, no tiene idea de que esta pasando, ya habían acabado con Shigaraki, él y Deku se habían encargado ¿Por qué mierdas le daría un regalo?

—Feliz cumpleaños Bakugo.

De un momento a otro un charco de sangre comienza a crecer en el suelo, Shigaraki arroga algo a este y Bakugo se paraliza. Conoce esa pieza, es un engranaje del traje de héroe de Kirishima, cierra los ojos con fuerza tratando de negar lo que había visto, no sirve de nada porque cuando vuele abrirlos lo que hay en el charco no es simplemente una pieza, es el mismo Eijiro.

Se queda en silencio incrédulo, cuando apenas es capaz de procesarlo comienza a gritar con desesperación, nunca había gritado así en su vida, y sus lágrimas comienzan a distorsionar la imagen de su novio muerto a sus pies.
La garganta comienza a dolerle igual que sus muñecas, pero lo único en lo que piensa es en asesinar al maldito frente a él que no hace más que burlarse.


Esta oscuro pero es capaz de distinguir algo en la habitación que casi conoce de memoria, además la ligera luz de afuera le ayuda y así es más fácil saber dónde se encuentra el cuerpo dormido de su novio.

La espera había valido cada maldito segundo. Quería ser el primero en felicitarlo, aprovechando que se encontraba tan quieto le coloca un gorrito de fiesta y deja caer papelitos de colores, estaba listo para sorprenderlo.

Había despertado a sus demás amigos para que le ayudarán a preparar un pastel y lindo desayuno -al final terminaron pidiendole ayuda a Sato- ya los esperaban abajo.

Se acercó lentamente para dejarle un suave beso en la mejilla, cuando estuvo a unos centímetros de su piel Bakugo comenzó a quejarse, pensó que lo había despertado antes y le reclamaba por ser tan "estúpidamente cursi" pero se dió cuenta que solo balbuceaba entre sueños. El ceño de su novio se frunció y las quejas aumentaron de volumen, lo más probable era que estuviera pelando en su sueño, inclusive ahí podía ser muy competitivo y agresivo.
Una pequeña lágrima apenas visible se escapó de su ojo, Kirishima dejo todas las ideas divertidas y adorables de Bakugo y se preocupó en serio.

Recargo su rodilla en la orilla de la cama, le retiro el gorro de fiesta y lo tomó de la mano, misma que había comenzado a sudar demasiado y no tardaría en comenzar en hacer combustión.

—Blasty, despierta— pasó su mano libre por la mejilla de Bakugo y después bajo a darle un suave meneo en el hombro.

Bakugo se quedó quieto por un segundo y después su rostro volvió a su expresión molesta. Kirishima se recostó a su lado, se acomodó recargado en su codo para verlo mejor y finalmente lo rodeó en un abrazo, tendría listo su endurecimiento solo por si acaso.

Explosive love • Kiribaku week Donde viven las historias. Descúbrelo ahora