New rules ★ jaedo.

യ 11

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Porque sé que soy adicto a tu drama. Cariño, aquí vamos de nuevo.

— Louis Tomlinson ft. Bebe Rexha
(Back To You)

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— ¿Qué estás haciendo aquí? — Doyoung es el primero en hablar, casi gritándole al castaño, pues no ha querido acercarse demasiado al lugar en el que se encuentra sentado.

Jaehyun sonríe al escuchar su voz, jugando con su trago sobre la barra, aún sin observar a Doyoung. El menor bufa, acercándose un paso para volver a realizar la pregunta.

— ¿Qué estás haciendo aquí, Jaehyun?

— Oh, lo siento, ¿estás hablando conmigo? — pregunta sarcástico, girando un poco su cuerpo hacia Doyoung, su sonrisa se hace más grande al comprobar que aquel chico que mencionó Johnny por teléfono, sí era su lindo pelinegro. O mejor dicho, su ahora lindo pelivino.

— Ese hombre me dijo que tú me esperabas. Si solo se trataba de una broma, es mejor que yo...

— Te ves muy bien. — interrumpe el mayor, haciendo que el pelivino trague nervioso al escuchar el tono grave de su voz. — Dios, te ves hermoso.

Su cuerpo se ha quedado inmóvil, sus mejillas se han tornado carmesí y su labio inferior es atrapado entre sus dientes en cuanto ve a Jaehyun levantarse. Quiere alejarse, en verdad desea hacer que sus piernas obedezcan para poder irse, pero no puede.

— No te acerques, por favor.

— ¿Ya no me quieres, Doyoung? — Jaehyun susurra sobre su oído, cuando se acerca lo suficiente— Dímelo, dime que no y me iré de tu vida para siempre. Si no es así, cállate y baila conmigo.

Al no obtener respuesta, Jaehyun aprisiona su muñeca, tirando de él hasta adentrarse entre la multitud que hay en la pista. Doyoung trata de no pensar en el extrañamente reconfortante tacto en su muñeca, sintiendo como las personas golpean su cuerpo conforme van avanzando.

Pero Jaehyun no se detiene en la pista, en cambio, arrastra a Doyoung hasta otro lugar. La música se escucha lejana desde ahí y solo cuatro paredes abarcan su vista cuando el castaño abre una puerta en la parte trasera del club.

— Dijiste que...

— Perdóname.

— ¿Qué?

— Estoy estúpidamente enamorado de ti, joder, te extraño como no tienes idea. Soy un idiota, lo sé. Jodí lo que teníamos, estoy consciente de ello. Perdóname, Doyoung, por favor, vuelve conmigo. — las palabras salen casi suplicantes, Doyoung siente que en cualquier momento las lágrimas aparecerán y aunque no puede responder con palabras por el nudo en su garganta, su cabeza se mueve en negación. — Mírame. — pide el mayor al ver cómo Doyoung agacha la cabeza. Se acerca, elevando el mentón del menor para verlo a los ojos, puede ver como el chico suplica con ellos y sus propios ojos se humedecen al saber que es lo que pide.

Se aleja, tratando de no ceder ante los impulsos que surgieron desde que volvió a verlo. Sus manos se vuelven puños y su mandíbula se tensa.

— Cuando mi padre murió... — empieza, sin embargo se detiene en cuanto lo hace, escuchando preocupado el sollozo que libera Doyoung.

— No sigas, por favor... basta, Jaehyun. No volveré a lo mismo, no quiero.

El castaño no tarda en abrazarlo, llevando una de sus manos hasta la nuca del menor, mientras la otra sostiene su espalda baja. El rostro del pelivino ha quedado en su cuello, sintiendo como las manos del mismo se niegan a tocarlo. Jaehyun presiona el cuerpo esbelto en sus brazos con un poco más de fuerza, intentado hacer que su bebé se aferre a su cuerpo como él quiere que lo haga.

Cuando por fin puede sentir como Doyoung se aferra, su corazón late con fuerza al escuchar lo que susurra.

— Ya no te quiero.

— Eso no es cierto. — murmura en respuesta.

Las manos de Doyoung se mueven por sí solas, sosteniendo el rostro de Jaehyun entre sus manos cuando este lo besa. Sus bocas se mueven en sincronía, jugando entre sí para dominar el beso, siendo Jaehyun el ganador.

Sin poder evitarlo, el mayor acorrala a Doyoung, besando con fervor la boca contraria mientras sostiene la cintura esbelta con miedo a que el otro reaccione y se aleje. Chupa el labio inferior del chico, logrando que el menor libere un gemido al empujar sus caderas contra las suyas.

— P-Para...

— Vuelve conmigo, Doyoung, las cosas no serán como antes, te diré todo, no habrá ningún secreto entre nosotros, no nos ocultaremos más, por favor, mi amor... regresa a mi lado

— Te odio, Jaehyun.

El castaño sonríe al saber que aquello que dice el pelivino no es cierto, pues los ojos del mismo no abandonan su boca y sus manos aún sostienen su rostro con suavidad.

— Vayamos a nuestro lugar, bebé. Necesito demostrarte que esta vez voy en serio.

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