Capítulo 21.

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28 de Febrero del 2026.

Viernes.

03:26 a.m.

Los Ángeles.

Departamento de Los Hermanos Smith.

Lilith Brown.

Hoy era el último día que íbamos a asistir a la academia, ya que empezaban las vacaciones de invierno, estaba pensando en que podría hacer durante las vacaciones, consideraba llevar a Mis Smith de viaje conmigo aprovechando que teníamos un mes y medio de vacaciones.

Después de haber conocido a la tía de Mis Smith tuve la desgracia de conocer a una madre de ellos.

Laila Smith.

Es un ogro.

Literalmente.

Decidí no pensar mucho en ella y concentrarme en la tarta que estaba preparando, me encontraba en la cocina de Mis Smith. Opté por mudarme con ellos, pude notar que si no estoy con ellos o con mis amigos no soy capaz de sonreír. Raro. No soy una persona muy sentimental que digamos.

Me sobresalte cuando sentí unos brazos abrazarme por detrás, iba a pegarle un codazo en el estómago a la persona hasta que me di cuenta de quien era.

Era Mi Aurora.

-Mon Trésor, ¿Qué haces?.-preguntó con un pequeño puchero y los ojos entrecerrados, se acababa de despertar.

-Lamento despertarte, Mi Aurora. Estoy preparando una tarta, ya que no puedo dormir.-le dije mientras me daba vuelta para abrazarla, ella se aferro a mi mientras yo le acariciaba la espalda y le hacía algunos masajes en el cabello, sus músculos se relajaron y empezó a respirar con suma tranquilidad.

-¿Chicas, que hacen?.-preguntó Amón desde la puerta de la cocina mientras entrecerraba los ojos y se los frotaba.

-Nuestra Lilith no puede dormir.-dijo Aurora mientras lo miraba, aún abrazada a mi, mientras frotaba su cabeza cariñosamente contra mi.

-Le voy a preparar un té relajante que tenemos, esperen que me ponga un abrigo y vuelvo.-dijo mientras nos miraba con cariño y se retiraba de la cocina para subir las escaleras.

04:38 a.m.

-Muchas gracias, Amón.-le dije mientras dejaba la taza en el fregadero junto al plato que había usado para servir la tarta y el se quedaba sentado en una de las sillas de la encimera. Amón nos había preparado a mi y a Aurora un té relajante para ayudarnos con el insomnio.

-Mon Amour, ¿Te puedo hacer una pregunta?.-dijo mientras miraba fijamente su taza con el ceño fruncido.

-Si, ¿Qué pasa?.-digo mientras me acerco a el.

-¿Por que no me llamas tuyo?.-dijo con el ceño fruncido mientras tragaba grueso y evitaba mi mirada.

-¿Que?.-pregunte confundida.

¿De que habla?.

-Llamas "Mio" a todos mis hermanos menos a mi. No me llamas tuyo.-dijo mirándome mientras movía su pierna inquieto.

¿Se sentía excluido por que no lo llamaba mío?.

Ay, carajo.

-Lo siento, no sabía que querías que te llamara mío.-dije sorprendida y sin entender.

-Hazlo. Por favor.-dijo volteando a verme serio.

Me acerque a el para poder sentarme en su regazo, apoyando mis brazos en sus hombros y mis manos es su nuca hablé: -De acuerdo. Mi Amón, ¿Te parecería que vayamos a dormir?.-le dije con una sonrisa para luego ver como se le formaba una en el rostro exactamente igual a la mía. 

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