III- Acuerdo

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Estaba en la habitación

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Estaba en la habitación.

Había pasado una semana desde aquel incidente del beso.

Aún le dolían sus mejillas, el agarre si había sido fuerte, le había dejado algunas marcas.

Suspiró profundamente. Eran las seis de la noche, el alfa como era de costumbre salía de fiesta.

Salió de la cama, caminó hacia el ventanal.

Pero los guardias entraron bruscamente a la habitación.

-Llevenselo.- Lo tomaron de los brazos.

-No ¡Suéltame!- Gritó.

-El señor quiere ofrecerle un trato.- Negó.

-Que venga él en ese caso.- Los guardias alzaron los hombros.

-Como gustes.- Uno de los guardias salió.

No pasaron dos minutos, el alfa llegó.

-Afuera.- Soltaron al omega.

Los guardias salieron, Villamil cerró la puerta con cerrojo.

-¿Que trato quieres ofrecerme?-

-Te pagare si mi dejas estar contigo.-

-¿Quieres que sea como una pros...?-

-Si, es normal que seas as...- Simón le metió una cachetada.

-Si las demás omegas que compraste eran así, yo no lo seré.-

El alfa se reincorporó, su expresión era seria.

-Bien, en ese caso seguirás viviendo aquí.-

-¿Si yo me acuesto contigo me dejas libre?- Asintió.

-Si, no me interesan los compromisos.-

-¿Ese es el trato?- Asintió.

-Si.- Iba a abrir la puerta.

Pero el omega se acercó al alfa.

Frunció el ceño. Pero antes de decir algo el omega lo besó.

Correspondió el beso de manera apasionada.

Sus besos comenzaron a bajar hasta el cuello de omega.

Simón suspiró profundamente, solo quería ser libre.

El alfa se separó, el chico frunció el ceño.

-No lo quieres...- Interrumpió.

-La mayoría de prostitutas no lo quiere...- El alfa lo interrumpió.

-Pero fingen, tú no, es mejor, que no... Mejor me voy.- Salió de la habitación.

Dejando confundido al omega.

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Perdóname |VILLARGAS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora