Tamara
No sé cuánto tiempo llevo aquí, pero cada día me siento peor. Estos pedazos de basura no han dejado de golpearme y torturarme con preguntas y castigos, no he comido y mucho menos bebido algo de agua, me siento débil y lo único que me sigue manteniendo en pie es el pensamiento latente de que Owen debe estar buscándome.
Cerré los ojos con fuerza tratando de soportar el ardor en mis brazos, los he tenido atados por encima de mi cabeza por un tiempo y mis músculos se encontraban demasiado adoloridos para intentar escapar.
No sé qué carajos se piensan que soy. He escuchado a uno de ellos decir que tal vez se habían equivocado de persona, pero su compañero se ha encargado de despabilar cualquier signo de duda, afirmando que era la persona correcta, que era yo quien estaba vigilando a tío James, pero la pregunta era ¿Por qué les importaba? ¿Quiénes eran estas personas y que querían de nosotros?
—Aquí está mi zorra favorita.
La voz de ese gusano me causó escalofríos, tuve que obligarme a abrir los ojos cuando escuché que arrastró esa estúpida puerta de metal para entrar.
— ¿Has tenido tiempo suficiente para pensar y hablar de una puta vez? —respiré hondo cuando apareció en mi campo de visión. —Espero que sí.
— ¿Cuándo vas a bajarme?
—Cuando se me dé la gana.
Sus ojos marrones se clavaron en los míos, esa estúpida sonrisa burlona en su cara seguía intacta tal y como la primera vez. Su cabello castaño estaba despeinado y no podía evitar detallar la lágrima tatuada que tenía bajo su ojo, su cuerpo era todo músculos y se notaba con esa camisa negra que tenía puesta, sus pantalones oscuros estaban rotos de las rodillas y su botas eran lo suficientemente grandes como para sacarme el aire y lo sé porque lo ha hecho antes.
—Entonces. —dijo tomando una silla de madera y sentándose frente a mí. — ¿Vas a hablar?
—Sigues perdiendo tu tiempo. No sé cuántas veces tenemos que pasar por esto, ya te he dicho que no soy la persona que buscas, que no tengo nada que ver con la mierda que estes haciendo y por ende no voy a hablar de algo que no sé.
Se pasó la mano por el cabello con exasperación. Repentinamente se levantó de la silla y la pateo lejos, sentí la piel erizada cuando se acercó y noté que era más alto que yo por mucho, levantó las manos y me desató. ¿Iba a dejarme ir?
— ¿Sabes qué pasa? —habló cuando caí al suelo porque mis piernas estaban demasiado débiles para sostenerse. —Que hoy he venido con una buena noticia.
Me levantó del suelo tomándome del antebrazo, me jaloneo para ponerme de pie, pero mi cuerpo estaba demasiado lastimado.
—Hoy me han dado luz verde para deshacerme de ti. —de reojo noté como sonrió. —Pero antes...
Me arrojó contra la mesa causando que me golpeara el abdomen con ella, me tomó de la cabeza dándome la vuelta.
—Voy a follarte como la puta que eres.
El pánico se apoderó de mi cuerpo, no, no de ninguna manera iba a dejar que él...
Trate de levantarme, pero obligó a bajar la cabeza contra la mesa y lo hizo con tal fuerza que me golpeo y pude sentir como se me abrió la piel, mis ojos se inundaron de lágrimas cuando me sostuvo las manos por detrás de mi espalda y por más que trataba de apartarlo a patadas estas no funcionaban.
—Si te sigues resistiendo será peor...
— ¡No! —grité agitándome, pero tenía los brazos tan lastimados que era imposible que pudiera luchar. —Por favor, no.
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Más Letal. (+21)
RomanceSegundo libro de la bilogía (PELIGRO) ¿Qué sucede cuando descubres que tu relación se ha basado en una mentira? Tamara descubrió la verdadera identidad de Owen, es un agente del FBI que ha estado vigilándola a ella y a su familia por mucho tiempo...